Córdoba

Una tarima repleta con certificado de calidad y todo el glamour torero

  • Las distinciones que tanto la agencia Aenor como el Instituto para la Calidad Turística Española le dieron al Consorcio de Turismo atrajeron a numerosos políticos de la provincia

Se apuntó hasta el apuntador a hacerse la foto, valga la redundancia, y hubo quien le puso el certificado de calidad a la tarima que debió soportar el peso de los inmortalizados por las cámaras. Fue el momento en el que la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, recogió las distinciones con las que tanto el Instituto para la Calidad Turística Española como la agencia española Aenor han distinguido al Consorcio de Turismo de Córdoba. La regidora aprovechó el momento para sentenciar que "estos reconocimientos nos demuestran hoy que acertamos cuando hace años decidimos unir fuerzas los empresarios y el Ayuntamiento para impulsar el sector y también nos demuestra que hemos mejorado en todo lo que significa la oferta". No olvidó tampoco reseñar "lo importantes que son estas distinciones de cara a la capitalidad", a la par que abogó por continuar superándose en materia de excelencia turística para conseguir una oferta insuperable.

Pero para insuperable en el stand de Córdoba el rabo de toro con el que la Escuela de Hostelería obsequió tanto a paladares exquisitos como a otros que no lo son tanto. Por cierto, hubo quien pensó que se trataba de astados a los que le habían dado la puntilla de gracia Manuel Díaz El Cordobés o Javier Conde, diestros que no dudaron en acercarse a la zona donde olía y se sentía Córdoba y que también se hicieron la foto con Rosa Aguilar, una instantánea en la que esta vez se echó de menos al apuntador.

Los toreros pusieron el glamour rosa a una jornada en la que poco se vio por el pabellón andaluz a artistas y a gente del cuore. Fue el día en el que los alcaldes, sobre todo del Alto Guadalquivir, emprendieron su particular toma de Fitur -la jornada inaugural sólo se dejo ver el de Rute-, mientras que también se sumó a ese glamour tipical spanish el villarrense Juan Calero. El de la voz mezclada entre Rafael Farina y Antonio Molina lució pose para presentar el carnaval de este año del municipio en el que un día viera la luz el inmortal Matías Prats. "Mira, es el de Se llama copla", comentaba una joven que pasaba por el stand mientras todo ocurría. "A ver si vemos a otro famoso", le decía su amiga. Pocos famosos más.

La segunda parte de la toma de alcaldes, prevista para hoy con la presentación de los clubes de productos de la provincia, promete. Aunque se dice que segundas partes nunca fueron buenas, en esta ocasión los regidores llegarán más que dispuestos a que los presentes recuerden que esa coletilla la rompió la segunda parte de El Padrino, superior a la primera. ¿Quién pondrá el glamour?

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