"Hasta el momento existían estudios científicos efectivos para reducir las tasas de victimización, pero no para descender las conductas de agresión". En esta frase radica la clave del programa Asegúrate, elaborado por las universidades de Córdoba, Sevilla y Jaén, que cuenta con el objetivo de reducir el ciberacoso en las aulas de los centros escolares. Y lo ha conseguido ya que, tal y como explicó ayer el profesor de la UCO y coautor de Asegúrate, José Antonio Casas, que también pronuncia la primera fase, el proyecto ha supuesto una reducción de los casos de ciberacoso en un 17% en aquellos centros en los que se ha aplicado.

Este programa ha sido desarrollado por los grupos de investigación Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (Laecovi) e Interpersonal Aggression and Socio-Emotional Development (Iased), pertenecientes a las tres universidades citadas anteriormente, al tiempo que ha sido aplicado en centros escolares de Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva, especialmente en las dos primeras. Tal y como explicó el profesor Casas a el Día, durante varios años se ha elaborado el material necesario -compuesto por proyecciones, vídeos o dinámicas- para trabajar con los profesores de aquellos cursos en los que se iba a impartir el programa, sobre todo en Secundaria. "Los profesores reconocían tener cierto miedo por el desconocimiento de internet o de las redes sociales", detalló Casas, que añadió que se impartía formación al profesorado para que éste trasladara en las aulas las claves del programa. Es más, como manifestó el profesor de la UCO, dicha formación es lo más valorado por estos profesores que en un primer momento y ante la proliferación de casos "piensan que no van a saber abordarlos". Eso sí, también existen algunas partes negativas y en este sentido y es que, como reconoció Casas, los centros están "sobresaturados" con sus propias materias, de manera que era complicado introducir contenidos como los del programaAsegúrate, que se incluían en horas libres o de tutoría.

En cuanto a la reacción del alumnado, el éxito se percibe, en un primer momento, en esa reducción de los casos de ciberacoso, y no sólo en este sentido, sino también en una caída en la dependencia de las redes sociales y en la capacidad de conocer los riesgos de fenómenos como el sexting (envío de mensajes con contenido erótico-sexual a través del móvil o las redes sociales). Además, como comentó Casas, también se da el hecho de que el alumnado pueda hablar de sus intereses, algo que no siempre ocurre. "El feedback con los alumnos es bueno, se les da pie a hablar, a contar sus experiencias, sus inquietudes", explicó el profesor de la institución académica. El programa ayuda, en relación al alumnado, a que se perciba que existen conductas que pueden ser peligrosas, todo ello dentro de un ambiente en el que los estudiantes pueden hablar, por ejemplo, de sus youtubers favoritos, lo que implica introducir en el aula "una temática novedosa". Además, los temas tratados también permiten a los alumnos identificar casos de acoso, incluso a detectar que ellos mismos pueden estar sufriéndolo.

En cuanto a la incidencia que pueda tener el programa en el acoso o bullying tradicional, Casas apuntó que también puede incidir en su caída dado que, detalló, en el 80% de los casos ambos se solapan, de manera que el acoso que comienza en el aula se continúa ejerciendo a través de las redes sociales. Con ello, el profesor de la universidad cordobesa explicó que programas como Asegúrate se unen con otros que llevan años trabajándose, como Conred, uno que camina en el mismo sentido y que nace de proyectos del Laecovi que se iniciaron a finales de los años 90 para desterrar la violencia de las aulas.

Para el desarrollo de Asegúrate se ha analizado el comportamiento de 479 estudiantes (54,9% chicas) de varios centros y que han mostrado hacer un mejor uso de las redes sociales y menor participación en agresiones online. El material usado trabaja las relaciones entre el alumnado, el tiempo conectado a redes sociales o a internet, las expectativas de los jóvenes, impulsos, conductas ante el rechazo, liderazgo o acciones ante el insulto.