En apenas una semana, los más de 10.000 profesores de Córdoba verán cómo los recortes del plan económico y financiero de la Junta se trasladan a sus nóminas. El plan de ajuste elaborado por la administración autonómica para cumplir con el objetivo del déficit del 1,5% supondrá, según los cálculos realizados por CSIF, que los docentes dejen de cobrar hasta 12 millones de euros el próximo curso, mientras que la media se sitúa en torno a los 3.000 euros.

Según la información facilitada por la responsable del área de enseñanza de CSIF, Elena García, la aplicación de estos recortes se extienden en distintos apartados. Por ejemplo, en las pagas extraordinarias el profesorado dejará de cobrar el complemento específico básico y el complemento por cargo docente. García destacó también que con estas medidas los docentes de Secundaria dejarán cobrar los sexenios, mientras que los de Primaria sólo percibirán los dos primeros sexenios, "dejando de cobrar el resto".

García también hizo referencia al Programa de Mejora de los Rendimientos y Calidad -el de los 7.000 euros-, que a pesar de que se mantiene, "se descontará el 10% de las cantidades que perciba el profesorado por este concepto". Estas cantidades, continuó, "se detraerán de las dos pagas extras de junio y diciembre y como en la de junio no ha dado tiempo, se prorrateará el importe del recorte durante los meses que restan para acabar el año".

La responsable del CSIF incidió en que un profesor de Secundaria que lleve 30 años de servicio, siendo tutor y consolidado el Plan de Calidad, dejará de percibir 2.620 euros este año, mientras que un maestro de Primaria, en iguales condiciones, 1.858 euros. Esto significa que los recortes en el sueldo del profesorado serán distintos, según el número de años que lleve ocupando la plaza, el número de alumnos del centro y si tiene algún puesto dentro del equipo directivo. Según los mismos datos, un director de un instituto de Secundaria, con 30 años de servicio, llegará perder casi 3.700 euros al año siempre y cuando el centro supere las 33 aulas, mientras que un director de Primaria, en similares condiciones, perderá más de 2.600 euros. Para García, esta reducción en los salarios es, en tono irónico, "todo un premio a la dedicación, el compromiso y las ganas de trabajar para sacar adelante centros educativos cada vez más problemáticos y con menos recursos". García criticó "el aplazamiento en la aprobación del decreto con la excusa de realizar una negociación con los sindicatos" y añadió que ha sido "pura demagogia para justificaciones políticas porque no ha existido negociación real".