David Sánchez | Subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d' Esquadra
  • El subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, David Sánchez, ha participado en el Foro Social sobre Criminología que organiza el Consejo Social de la Universidad de Córdoba

"La probabilidad de que suceda un atentado sigue siendo elevada"

El subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, David Sánchez. El subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, David Sánchez.

El subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, David Sánchez. / Juan Ayala

Escrito por

· Hugo Gallardo

El subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, David Sánchez, participó esta semana en la cuarta sesión del Foro Social sobre Criminología que organiza el Consejo Social de la Universidad de Córdoba, debatiendo sobre Radicalización violenta y terrorismo: los atentados de Barcelona y Cambrils. Antes de su ponencia, el intendente de la policía catalana responde las preguntas de El Día.

-¿Qué lazos hay entre los Mossos d'Esquadra y la Universidad de Córdoba?

-Nuestra participación en este foro va a intentar explicar nuestro proyecto de investigación Camins, que es una investigación no al estilo policial tradicional, sino para conocer los factores clave que intervinieron en el proceso de radicalización de los terroristas que cometieron los atentados de Barcelona y Cambrils. En este marco de trabajo surgió la posibilidad de trabajar con la UCO, con el equipo del doctor Moyano. De momento está todavía desarrollándose y su gran valor es que se va a dotar de conocimiento científico a las conclusiones que se obtengan de esa investigación, de modo que van a ser válidas e irrefutables para todos los actores que están implicados en la prevención violenta en cualquier ámbito: educativo, psicológico, asistencial...Para nosotros es una gran oportunidad esta colaboración.

-¿Cómo se previene la radicalización en la actualidad, sobre todo con el peso que deben tener las redes sociales e internet?

-El papel de las redes sociales y de internet es el mismo que en cualquier otra cosa de la vida, es decir, todos los hechos pasan en la esfera física y virtual. Hay que trabajar mucho para que haya menos propaganda extremista violenta en las redes e internet, pero aceptando que nunca se va a conseguir que haya una propaganda cero. Por lo tanto, el reto que se plantea es que para que haya prevención real es que haya ciudadanos resilientes a las doctrinas extremistas, es decir, que aunque consuman y les lleguen mensajes extremistas no lo acaben secundando. Para esto la policía es obviamente un actor importante, pero hay muchos actores que también lo son. Por ejemplo, en Cataluña trabajamos estos procedimientos de prevención con departamentos de educación, departamento de protección del menor y así los involucramos a otros que tienen una función de prevención.

-Es una estrategia más pedagógica, pero también será necesario que eso vaya acompañado de una regulación o un cortafuegos de lo que se permite en las plataformas... 

-Sí, obviamente todas las reacciones son complementarias y necesarias, pero son graduales. Desde nuestro punto de vista el primer frente de lucha es la prevención; el segundo la detección temprana, es decir, si sucede el proceso de radicalización, detectarlo antes de que esté en una situación peligrosa o antes de que estén cometiendo delitos; y otra fase es la investigación policial. Poner determinados cortafuegos a determinados contenidos en internet es fundamental para reducir el impacto de la propaganda extremista violenta, pero las organizaciones terroristas se reinventan y encuentran otras maneras de comunicarse. En 2014, por ejemplo, había un acceso muy abierto a cualquier tipo de propaganda yihadista. Hoy no hay este acceso abierto, pero hay otros canales por los que puedes consumir la propaganda. Por lo tanto, hay que luchar en ese campo, pero el frente de lucha que daría más seguridad a la sociedad es que los jóvenes sean críticos ante los mensajes que les llegan y se planteen si aquello que están consumiendo es una solución real a sus problemas como lo acaban viendo los que son radicalizados, o al contrario, que es alguien que quiere instrumentalizarlos para conseguir sus objetivos políticos.

"En la retórica yihadista existe este objetivo de la recuperación de Al-Ándalus, es algo habitual"

-¿Cómo se interviene cuando se detecta a un joven que se está radicalizando o bien está siendo radicalizado?

-La intervención es caso por caso y nos se puede plantear de otra manera. Igual que no hay una fórmula sobre como se producen los casos de radicalización violenta, la solución con el identificado también debe ser en función del caso. En el ámbito yihadista, por ejemplo, una persona que proviene de entornos no religiosos que ha empezado a consumir un tipo de islam instrumentalizado por los yihadistas, igual una buena acción es que tenga acceso a un islam moderado y pueda contrarrestar las versiones que les están vendiendo las organizaciones terroristas. En otro caso puede ser que el joven tenga en casa una situación de desestructuración, que le crea unas necesidades no cubiertas y necesita formar parte de algo para salir de esta frustración, pues habrá que trabajar con la familia o quizás apartarlo y trabajar desde la administración con él. 

-España continúa en el nivel 4 sobre 5 de alerta terrorista desde 2015, ¿seguimos en una probabilidad elevada de que se cometa un atentado terrorista?  

-Sí, aunque esto no significa que estemos con una amenaza igual. La amenaza va mutando: hace unos años atrás era más probable un atentado organizado con una alta agresividad, mientras que hoy el atentado más probable es de un actor individual con menos agresividad, pero la probabilidad de que suceda un atentado sigue siendo elevada. Desde el punto de vista de Mossos d'Esquadra, un atentado que puede ser sobre todo de matriz yihadista, pero que también puede ser de matriz supremacista blanca, algo que tenemos a nuestro alrededor y que está sucediendo en países europeos cada vez con más asiduidad y es una amenaza que tenemos que tener en cuenta.

-¿Se ha impuesto entonces ese modelo del lobo solitario más que el de la organización terrorista jerárquica?

-Pienso que la diferente organización del terrorismo va aparejada a la diferente organización social. Nuestra sociedad es de la inmediatez, de menos estructuración. Los actores individuales suponen un problema mayor para la detección en muchas ocasiones y está claro que la radicalización violenta de un actor individual se puede desarrollar delante de una pantalla. Pero una persona que se está radicalizando va a dejar conductas observables que van a suponer cambios respecto al comportamiento anterior. 

-Ha comentado antes que el riesgo no es solo yihadista, sino también de supremacismo blanco. 

-Sí, para nosotros es una amenaza creciente y con patrones similares, en cuanto a sentido de pertenencia global, es un proyecto planetario, pero que las acciones golpean localmente donde está el terrorista. El supremacista blanco aceptan el martirio, es decir, que van a morir en la acción, lo que llamamos propaganda por el hecho para que otros cojan su testigo y actúen más tarde de la misma forma. En un estado social como el que nos encontramos en la mayor parte de países de occidente en los que hay una creciente polarización, este es un escenario propicio para ambos tipos de terrorismo. 

-¿Hay en España algunas zonas que sean menos hostiles para que se establezcan organizaciones terroristas?

-La cuestión es que el mundo está globalizado, las redes sociales e internet crean comunidades sin necesidad de haber coincidido con ellos físicamente, con lo cual esto supera barreras o realidades sociales concretas. Por lo tanto yo diría que el riesgo de radicalizarse no depende del sitio donde uno reside o de las características del lugar. A nivel simbólico, y esto si hablamos de objetivos, pues está claro que las grandes ciudades tienen lugares que son más susceptibles de ser atacados porque la propaganda extremista los ha señalado reiteradamente. Si hablo de Cataluña, la Sagrada Familia es un objetivo que hay que proteger especialmente. 

-En ese sentido, Córdoba es un lugar simbólico señalado por la propaganda yihadista.

-La realidad de la amenaza de Córdoba, no puedo profundizar porque no sería prudente por mi parte, pero es cierto que en la retórica yihadista existe este objetivo de la recuperación de Al-Ándalus, es algo relativamente habitual, como también es la Torre Eiffel un objetivo a batir porque los franceses. Tenemos una singularidad relativa en este sentido, estamos amenazados sobre todo porque formamos parte de Occidente y parte de Europa y menos, o subsidiariamente, porque tenemos unos elementos simbólicos que nos hacen especialmente interesantes. 

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