Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La vía es (por ahora) andaluza
Prolongada negociación de los acuerdos laborales de la nueva Cajasur. Los responsables de BBK, la entidad vasca a la que pertenece el nuevo BBK Bank Cajasur, avisó a los sindicatos de que la tarde se convertiría en noche cerrada y así fue. El encuentro comenzó a las 16:00 y sólo se detuvo a las 21:00 para un receso. A los 45 minutos se reanudó la reunión y se mantuvo hasta la 01:10. Fuentes sindicales señalaron ayer a El Día que la negociación "está encarrilada" y que existe un principio de acuerdo por el que el recorte afectaría a 668 trabajadores, de los que 428 saldrían de la empresa mediante prejubilaciones conservando el 87% del salario y 240 mediante bajas incentivadas y otras medidas de ajuste, según confirmaron a El Día fuentes sindicales. Tras cerrar estas premisas, los sindicatos esperan que la empresa ponga hoy negro sobre blanco con más concreción esta propuesta de partida y a las 16:00 hay una nueva convocatoria de la mesa laboral. Se aguarda además que la contraoferta sea definitiva y a falta de algún fleco pueda cerrarse la mesa laboral. Así, anoche, aparte del mutismo de las partes, no había nada cerrado porque los sindicatos esperan a ver qué responde BBK. Sí se pudo saber ayer que buena parte de las conversaciones giraron en torno a las prejubilaciones, que se han convertido en el "meollo" de la cuestión laboral en la caja, según aseguraron fuentes sindicales cuando aún no había terminado el encuentro. Y es que los recortes en el nuevo banco tienen dos vías: las medidas estructurales, que son aquellas que afectan al necesario recorte de plantilla en números para que Cajasur sea viable a medio y largo plazo, y las medidas coyunturales o aquellas que se tomarían de carácter temporal y que adelgazarían la masa salarial mientras las cuentas de Cajasur se recuperan y al mismo tiempo se produce la recuperación de la economía.
Pero el primer apartado es el que más guerra da por la dimensión y por el coste que tendría prejubilar a un paquete elevado de trabajadores. Aparte de las bajas incentivadas, una medida a la que todo apunta que no se sumarán muchos trabajadores, las prejubilaciones se miran con lupa porque si se consigue finalmente elevar la edad de prejubilación a los 53-54 se podría acometer el 65% del recorte previsto, cifrado en una horquilla que ayer se cuantificaba entre los 43 y los 45 millones. Además, los sindicatos exigían ayer en la negociación que se elevara el porcentaje salarial que quedaría a quienes acojan a la medida en un entorno del 85%, cifra que un principio no era satisfactoria para los sindicatos y que estaría un 5% por debajo de las pretensiones iniciales de sindicatos como CCOO y fuera de lo que pretende Aspromonte, que aspiraba ayer a incrementar ese porcentaje. Y es que las prejubilaciones en el sector de las cajas se están yendo a una media del 89% y los representantes de esta última central siempre han abogado por seguir la senda de lo que se está haciendo en otras entidades. Al final todo apunta que el porcentaje quedará en el 87%. Este sindicato, mayoritario en la empresa, propuso además lo que denomina como prima social, que consiste en que todo empleado prejubilable sin hacer distinciones de edad, antigüedad o nivel salarial cobrará de forma lineal, con lo que se beneficia a aquellos que ganan menos y a los que están más cerca de la jubilación definitiva".
Las esperanzas de los sindicatos por tanto residen en que la empresa confirme hoy la concreción de las prejubilaciones y dé una respuesta para avanzar además en el apartado de las bajas incentivadas -se espera que sean atractivas para que surtan efecto-. Sin embargo, fuentes de la negociación señalaron que el proceso, pese a estar encarrilado entró a final de la tarde "en un compás de espera" debido a que son "muchos los apartados los que se tienen que negociar", señalaron fuentes sindicales. Y es que también se esperaban respuestas acerca de las suspensiones temporales de contrato y de las reducciones de jornada, medidas estas de ahorro coyuntural que quedaron en un segundo plano con respecto a las prejubilaciones.
Las prejubilaciones son la clave de la negociación no sólo por el hecho de que supondrían la medida no traumática y voluntaria estrella de todo el recorte, sino porque este recorte se tiene que cerrar ya sí o sí debido a que el Gobierno tiene previsto aprobar la reforma de las pensiones a final de este mes y no llegar a tiempo sería fatal para la reconversión prevista en Cajasur. En cualquier caso, ayer nadie era tan pesimista como para pensar que los acuerdos se dilatarán tanto, ya que está previsto que todo el paquete de acuerdos esté listo para el lunes de la semana que viene, cuando se producirá la visita del presidente de BBK, Mario Fernández, quien desembarcará en Córdoba para celebrar el que sería primer acto oficial de BBK en Córdoba, mediante el que la entidad vasca pretende que se visualice la nueva etapa de Cajasur. Está previsto además que el mismo lunes se designe a los patronos de la Fundación Cajasur y que se presente su consejo asesor, que tendrá un marcado carácter cordobés, según explicó la propia entidad bilbaína cuando comunicó los nombramientos del consejo de administración de BBK Bank Cajasur.
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