Economía

El precio de la cesta de la compra vuelve a subir en Córdoba y es un 10,6% más caro que hace un año

Imagen de archivo de frutas y verduras en el puesto de un mercado.

Imagen de archivo de frutas y verduras en el puesto de un mercado.

El precio de la comida y las bebidas no alcohólicas sigue subiendo en Córdoba, de forma que el pasado mes de julio era un 10,6% más caro que hace un año. Con ello, para las familias cada vez es más complicado llenar la cesta de la compra incluso en lo referente a alimentos básicos.

Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumo (IPC) es un 2,2% más alto que en julio de 2022 y un 2,4% más que en enero, mientras que no ha habido variación con respecto a junio.

En comparación con julio de 2022, el ámbito en el que más han subido los precios ha sido el de los alimentos y bebidas no alcohólicas, un 10,6%, mientras que es un 6,1% más caro que a primeros de 2023 y un 1% más que en junio.

El segundo mayor crecimiento ha sido para el de las bebidas alcohólicas y el tabaco. En este caso, un 7,7% con respecto a hace un año; un 4,1% en comparación con enero y un 0,4% más que en junio.

Salir a comer a un restaurante o alojarse en un hotel también tiene un precio más elevado que hace un año. En concreto, un 6,4% más; un 4,8% más que a comienzos de año y se mantiene con respecto al mes anterior.

En el último año, también se ha encarecido el ocio y la cultura un 5,8%, siendo el incremento desde comienzos de año de un 4,2% y de un 2,3% con respecto a junio. Le siguen en esta escalada de precios los muebles, artículos del hogar y artículos para el mantenimiento corriente del hogar, que ahora valen un 5,6% más que en julio de 2022 y un 2% más que a comienzos de año.

Las comunicaciones también se han encarecido, en su caso un 4,2%, bajando levemente desde que comenzó 2023, cuando su coste era un 4,6% más alto. 

Por su parte, la variación interanual del precio de la sanidad es de un 3,1%, manteniéndose así en los últimos meses; mientras que el de la enseñanza se ha incrementado un 1,9%.

Ese mismo porcentaje es el que ha aumentado el precio del vestido y el calzado con respecto a julio de 2022, aunque echando la vista atrás hasta enero se ha producido una bajada considerable del 11,7% y de un 9,8% con respecto a junio directamente relacionado con el periodo de rebajas.

Según los datos del INE y teniendo en cuenta los precios que había hace un año, la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles es el ámbito en el que más han bajado los gastos de las familias, un 17,7%. También ha habido un descenso con respecto a enero, un 5,9% menos. 

También se ha abaratado el transporte: en este caso, es un 5,1% más asequible que en julio de 2022, aunque sí es un 3,9% más caro que en enero.

Críticas de los sindicatos

El sindicato CCOO destaca que, aunque ve "con buenos ojos" la moderación del IPC general, es más un reflejo de "la incapacidad de gasto de las familias y una retracción del consumo que realmente una estabilización de la situación económica".

En este sentido, CCOO llama la atención sobre la nueva subida del grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas en un punto respecto a junio, acumulando una subida del 10,6% en el último año, un 6,1% en lo que llevamos de año. Por ello, el sindicato vuelve a insistir en la necesidad de arbitrar medidas para, en el marco de sequía en el que nos encontramos, controlar los precios de los alimentos, que son uno de los principales gastos de las familias junto a la vivienda y los combustibles.

Igualmente, y para evitar una mayor pérdida de poder adquisitivo, "es imprescindible que el empresariado asuma de una vez por todas el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que sindicatos y patronal firmaron el pasado mes de marzo y que establece una subida salarial mínima del 4% para este año".

Para CCOO, en una provincia con un tejido productivo muy "atomizado en micropymes y pymes, para las que el consumo local es primordial, mantener la capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras debería ser un compromiso de las empresas si quieren mantener sus niveles de negocio".

"Ya se ha demostrado que la subida del SMI no ha perjudicado a las empresas y la subida de salarios tampoco lo hará", insiste el sindicato quien remarca que "ya es hora de repartir los beneficios empresariales con quienes ayudan a conseguirlos, los trabajadores y trabajadoras".

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