Década y media después, el mercado inmobiliario en Córdoba vuelve a estar de enhorabuena. Los datos de la venta de viviendas se acercan cada vez más a los niveles registrados en el lejano 2008, cuando el boom del ladrillo que fue de la mano de la última gran crisis financiera conocida en España. Sin embargo, ahora la situación es muy diferente y, con la lección aprendida, es difícil pensar en "un calentamiento" de un sector en pleno auge, con numerosas promociones en las zonas de expansión, sobre todo de la capital cordobesa.

Según los datos publicados este viernes 4 de agosto por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el primer semestre de este 2023 mantiene la tendencia iniciada ya un año antes, con la salida de la pandemia, con un número de transacciones de viviendas superior a las 4.000. Concretamente, los primeros seis meses de este ejercicio han dejado 4.504 operaciones, un 3,78% más que en el mismo periodo de tiempo de 2022, cuando se anotaron 4.340. Estos dos años son los únicos que han pasado de la barrera de las 4.000 desde 2008.

Durante esta travesía hasta la recuperación que ahora demuestra el sector, hay que anotar que entre 2009 y 2017 solo en una ocasión las ventas pasaron de 3.000 al ecuador del año (3.015 en 2010), mientras que hubo dos balances en los que quedaron por debajo de las 2.000: 1.941 en 2014 y 1.837 dos años antes, en 2012. Desde hace un lustro, el crecimiento ha sido continuo y continuado, con la única anomalía del 2020 marcado por la irrupción del Covid en marzo que desmontó la tendencia, pues el semestre cerró con 2.678 operaciones realizadas.

"Digamos que hablamos de cifras normales, no de situaciones de incremento de ventas que puedan suponer un calentamiento del sector, porque entre otras cosas la situación no es comparable a aquel boom del ladrillo porque lo que había en el trasfondo era una situación financiera, sobre todo de las cajas", comenta a El Día Francisco Carmona, secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Construcor).

Así, aunque las cifras "no llaman especialmente la atención", Carmona se detiene en que "son favorables" a un sector que, en la provincia y fundamentalmente en Córdoba capital, "mantiene ritmo de venta a pesar del incremento de los tipos de interés de los préstamos hipotecarios". Al respecto, aporta un dato, que pasa por que en los últimos meses, y sobre todo con la compra de viviendas de segunda mano, "los préstamos han caído porque la gente ha preferido tirar de ahorros" por la incertidumbre que genera la incesante subida de los tipos de interés.

Carmona insiste en su discurso de que, aunque la cifra de ventas se esté acercando a las de aquel 2008 que "ya anticipaba un cambio de ciclo, aunque no imaginábamos que fuera de una crisis financiera como aquella, que estaba inducida por el sector", en estos 15 años la situación ha cambiado notablemente. En primer lugar porque hay una normativa "estricta" en la financiación para la compra de vivienda y "todo el producto que sale al mercado de nueva construcción" lo hace con análisis de viabilidad, a los que luego se suman los que las propias entidades realizan a los compradores sobre renta y capacidad de pago.

A eso hay que añadir que en estos momentos la especulación en el mercado inmobiliario, que en aquellos años antes del boom del ladrillo estaba en auge, "ya no se da". "Todas esas condiciones que se introdujeron como consecuencia de aquella crisis financiera de 2008 y el hecho de que el precio se ajuste a condiciones de mercado, hace que todos los procesos especulativos que se dieron entonces, hayan desaparecido", dice Francisco Carmona, que recuerda que hay gente que sigue invirtiendo en vivienda para dedicarla al alquiler.

De esas 4.504 viviendas transferidas en los primeros seis meses de este 2023, el 84% son de régimen libre, hasta sumar 3.785 inmuebles, mientras que el resto son de Protección Oficial (VPO). Sin embargo, mientras las primeras sufren un ligero descenso -3.854 hubo en el semestre inicial de 2022-, las segundas aumentan respecto al pasado 2022 en casi un 48%, pasando de 486 a las 719 operaciones de lo que va de ejercicio.

Una situación similar ocurre entre la vivienda nueva y la usada. Esta última, la vivienda de segunda mano, es también mayoritaria (3.637, lo que supone un 80,7% del total), si bien su incremento es de apenas el 0,75%, ya que en el pasado año las ventas fueron 3.610. Sin embargo, la vivienda nueva, que apenas representa el 20% de las transacciones realizadas en el primer semestre (867), han crecido un 18,7%, pues en el balance anterior apenas se hicieron 730 operaciones.

Según los datos publicados por el INE, el mejor mes en cuanto a ventas de lo que va de año fue el pasado mayo, con 882 transacciones, aunque junio ha aportado también 838 al balance global. Los más flojos, por le contrario, fueron los dos primeros, enero y febrero, en los que la cifra se quedó rondando las 650.

La situación de la provincia de Córdoba, con esa subida del 3,78% de las ventas de vivienda, contrasta con la arrastrada tanto en el global de Andalucía como en España, pues ambas sufren caídas en estos primeros  seis meses de 2023.

En el caso de comunidad andaluza, pasa de 67.947 ventas de viviendas a 64.245, lo que supone un descenso del 5,45%, mientras que en el total del país se queda en el 4,6%, pues hace un año se llegó a la cifra de 330.938 transacciones y ahora se han quedado, hasta el mes de junio, en 315.783 operaciones.