Los pasos subterráneos que existen bajo las vías del tren de alta velocidad que conecta Madrid con Sevilla a su paso por la barriada periférica de Villarrubia, en Córdoba capital, son motivo de controversia casi desde su construcción, en los años 90. La edificación respondió en su momento a la necesidad de mantener conectadas las dos zonas del barrio, que fueron separadas por la vía férrea. Sin embargo, los pasos no cumplen con las normas de movilidad y accesibilidad, son considerados "inseguros" por los vecinos, tienen barreras arquitectónicas y no cuentan con ascensores.

Para intentar resolver el problema y, además, dar una opción más de movilidad a sus vecinos, el Consejo de Distrito de la barriada lleva años pidiendo la construcción de un paso elevado en las vías, con ascensores, mientras se ejecutan también obras de mejora en los pasos subterráneos existentes. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) descartó recientemente esta solución en una respuesta parlamentaria al diputado Andrés Lorite (PP) en la que además indicaban que, al ser un paso de ciudad, debía estar cedido al Ayuntamiento.

La realidad actual es que el Consistorio nunca recepcionó la obra, que data de 1992, por petición de los vecinos, que siempre han considerado que estaba mal ejecutada y no cumplía con los requisitos mínimos de seguridad. Según explica el presidente del Consejo de Distrito, Juan Miguel Caballero, a este periódico, el acuerdo que alcanzaron con el Ayuntamiento fue de no recepcionar los trabajos para que Adif se hiciera responsable de la mejora de los mismos. 

Desde Adif defienden, sin embargo, que en el año 2014 se acometieron obras de mejora en los pasos subterráneos, pactadas con el Ayuntamiento y tras la celebración de un Pleno para desatascar las mismas, que estaban siendo paralizadas por los propios vecinos en protesta. Así, la administración local colaboró económicamente y sí recepcionó esos trabajos, que incluían iluminación, toldos, pintura o pavimentación. Con todo ello, consideran que "el Ayuntamiento tiene responsabilidad" sobre esta vía y que, por ello, asumió parte de esas obras, pues "es un vial destinado a la conexión pública y forma parte del viario municipal". 

"Nos están condenando" 

Mientras el Ayuntamiento y Adif se derivan la responsabilidad, los vecinos sufren las consecuencias y se plantean acciones legales y de protesta. Caballero ha explicado que están "indignados" con la última negativa de Adif al paso elevado, pero además ha expresado que la indignación viene "desde 1992" porque, según afirman, el paso "no cumplía la normativa europea ni andaluza".

"Nos están condenando, a los mayores, a los padres con niños pequeños, a las personas con movilidad reducida y a todos los vecinos a no poder ir de una parte a otra", ha afirmado el presidente del Consejo de Distrito de Villarrubia. Y es que en la parte Norte de la barriada se encuentran todos los servicios: tiendas, restauración, farmacias, el médico, mientras que en la parte Sur está el instituto y la estación del tren, que queda inaccesible.

Para los vecinos "el Gobierno central miente cuando dice que el acceso es adecuado", por lo que exigen, una vez más, que escuchen sus propuestas y piden al Consistorio que sirva de mediador en la situación. Ya el alcalde de la ciudad, José María Bellido, ha asegurado que intentaría impulsar un convenio entre ambas administraciones para "colaborar" en la búsqueda del presupuesto que permita acometer la obra del paso elevado.