El Papa Francisco y su relación con Córdoba: La llamada a las monjas de Lucena que se hizo viral
"¿Qué andarán haciendo las monjas que no pueden atender?" es el mensaje que dejó el Pontífice en el contestador de las Carmelitas Descalzas lucentinas
El Vaticano se prepara para la sucesión: así se elige al nuevo Papa

Córdoba/"¿Qué andarán haciendo las monjas que no pueden atender? Soy el Papa Francisco, las quería saludar en este fin de año, veré si más tarde las puedo llamar, que Dios os bendiga". Este es el mensaje que dejó el Pontífice, que ha fallecido este Lunes de Pascua a los 88 años, en el contestador automático del convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Lucena el 31 de diciembre de 2013 a las 11:45. Como no obtuvo respuesta, el entonces obispo de Roma esperó a ponerse de nuevo en contacto con las religiosas y las llamó a 19:15 hasta que logró conversar con ellas: "No se dejen quitar la esperanza", señaló.
El Papa mantenía una estrecha relación con esta comunidad religiosa, a quienes pedía que rezasen por él y por todo el mundo. Además, en este convento vivían tres monjas argentinas a quienes conocía cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires. La del último día de 2013 fue la primera vez en la que Francisco se puso en contacto con estas monjas, que cada vez que las llamaba les sorprendía dentro de su ordenada y reglada vida de clausura. Durante su pontificado, hizo tres llamadas desde el Vaticano al convento lucentino; al menos, tres fueron públicas.
Aunque no visitó nunca Córdoba, Jorge Mario Bergoglio, que se convirtió el 13 de marzo de 2013 en el primer Papa latinoamericano, sí que tuvo cierta relación con la provincia y la Diócesis cordobesa a través de sus llamadas y nombramientos. Por ejemplo, otra de estas llamadas fue la realizó el Lunes de Pascua de 2019, cuando telefoneó a una familia de Montilla las 16:45. En este caso, fue el cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, quién participó en la apertura del Año Jubilar de San Juan de Ávila. En aquel acto, en la basílica homónima, un montillano de 47 años saludó a Stella y le entregó una carta dirigida al pontífice en la que le explicaba su voluntad de llegar a conocerlo y relataba cómo es su vida cristiana.
A pesar de tener una parálisis cerebral, sus limitaciones no le impidían ser conocido en su entorno como un hombre entusiasta y comprometido con la Iglesia católica. La respuesta de Francisco no se hizo esperar y el Lunes de Pascua de 2019, a las 16:45, telefoneó a Montilla. Al escuchar la voz del Papa, la mujer corrió hacia su hijo y activó la función de manos libres del teléfono. Él, que no puede hablar, sí pudo celebrar con gestos la llamada, ya que espera el momento de "poder ser abrazado por el Papa", según dijeron entonces sus familiares.
Siempre según su testimonio, el Papa Francisco le transmitió vía telefónica que rezaba por él y su familia, mientras pidió a madre e hijo que también rezaran por su pontificado. Como curiosidad, durante la conversación, la mujer pudo hablarle al Papa de la relación que une a la familia con la madre Adriana, de las Hermanas Carmelitas de Lucena.
"Un hombre santo por su práctica"
El Papa Francisco es "un santo por su práctica". Así definió el ahora administrador apostólico de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, a Bergoglio justo el día en el que se convirtió en obispo de Roma. En aquella comparecencia del 13 de marzo de 2013, el entonces prelado cordobés aseguró que con el nuevo Pontífice "la Iglesia demuestra que está viva".
En aquella intervención, el obispo de Córdoba consideró que el Pontífice "está preparado, es sencillo y accesible". Fernández no tuvo reparos en asegurar que la elección del nuevo Papa fue toda una sorpresa, por la rapidez en su nombramiento, por el acuerdo de los cardenales y por el nombre elegido por el argentino Jorge Mario Bergoglio al frente de la Iglesia católica.
Es más, reveló que ya conocía al nuevo Pontífice, al indicar que el entonces obispo bonaerense fue el encargado de dirigir los ejercicios espirituales en Madrid en 2007, donde mantuvo una reunión durante una hora. "Allí vi que era un hombre de Dios y que presenta un perfil de santo", aseguró e insistió en que Francisco "es un hombre de Dios al frente de la Iglesia".
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