Los padres apoyan la lucha contra la Lomce pero piden que se asista a clase

El jueves, es decir, en apenas dos días, hay otra huelga convocada en el sector de la enseñanza. La razón de este nuevo paro educativo -que llega de la mano de sindicatos del área y de estudiantes- es la misma que las que se sucedieron a lo largo del año pasado, es decir, mostrar el rechazo a la Lomce. Lo que también se repite en esta ocasión es el argumentario de las asociaciones de padres y madres de colegios de la escuela pública (FAPA-Ágora), que han vuelto a mostrar su apoyo a la protesta, aunque al mismo tiempo demandan que los niños acudan a clase. La federación remitió ayer un comunicado en el que muestra su apoyo "a todos los argumentos contra la Lomce que están detrás de la convocatoria de huelga del 9 de marzo, y anima a las familias a defender la educación pública, sin que por ello el alumnado deje de asistir a los centros, ya que el derecho a la educación es un derecho de nuestros hijos, que desde el ámbito familiar no debemos vulnerar".

La organización mostró su rechazo a "cualquier iniciativa que pueda tener un impacto negativo en los estudiantes", si bien reconoció que son "partidarios y apoyamos las manifestaciones, protestas y cualquier otra actuación que se lleve a cabo para mostrar el descontento de las familias y de toda la comunidad educativa con la controvertida ley".

Por ello, pidió que se llegue a un "pacto educativo definitivo" y mostró su reparo al hecho de que "a la vez que se habla de ello, se mantenga una negativa a la derogación de la Lomce". "Si apostamos por un pacto educativo duradero en el tiempo, es necesario partir de cero y no con leyes aprobadas unilateralmente sin contar con la comunidad educativa", añadió. En esta misma línea, la federación animó a "las familias a defender la educación pública y de calidad frente a los recortes y la Lomce, una ley injusta que no aborda ni soluciona los problemas de la enseñanza y que ataca frontalmente a la escuela pública".

La huelga está convocada para todas las enseñanzas, incluidas las universitarias. Sin embargo, el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Córdoba (UCO) tampoco la apoya porque cree que todas las huelgas "tienen un fin político y nosotros somos apolíticos". No obstante, aseguran que esta decisión "no quita que cada alumno haga lo que quiera".