El obispo, Juan José Asenjo, aseguró ayer que "las rupturas históricas de la unidad de la Iglesia, todavía vigentes por desgracia, son un freno a la evangelización, pues el mundo sólo creará en Cristo y en su Evangelio si los cristianos somos uno".

En su carta semanal con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, Asenjo explica que "en estos días volvemos sobre el drama de nuestras rupturas y divisiones, algo que está en contradicción con la positiva voluntad de Cristo, que, en la víspera de su Pasión, pide al Padre que su Iglesia sea una para que el mundo crea".

El prelado considera que "además del diálogo doctrinal entre las distintas confesiones, la mayor y mejor contribución que los cristianos podemos prestar a la restauración de la unidad es la oración al Padre, siguiendo el ejemplo de Jesús".