Nueva protesta de médicos contra las agresiones: "No se puede permitir que un profesional vaya a trabajar con miedo"
Sanidad
Los facultativos alertan desde el centro de salud de Azahara que este tipo de hechos "erosionan la salud física y emocional de quienes sostienen la sanidad"
Así ha sido la concentración
Los médicos de Córdoba se han vuelto a concentrar este viernes, 5 de diciembre, en protesta por el aumento del número de agresiones que reciben. En esta ocasión, la concentración ha tenido lugar en el centro de salud de Azahara, después de que el Sindicato Médico de Córdoba denunciase que tres profesionales sanitarios fueron agredidos en apenas una semana mientras pasaban consulta. A la convocatoria han acudido numerosos profesionales del centro, representantes de la Junta de Personal del Distrito Córdoba y la dirección gerencia del Distrito.
Inmaculada Granados, vocal de Primaria del Sindicato Médico ha alertado de que las agresiones constituyen ya "una realidad que se repite cada vez con más frecuencia". "A veces pensamos que se normaliza y se puede estar normalizando de una forma peligrosa", ha señalado. Además, ha lamentado que estas agresiones están "erosionando la salud física y emocional de quienes sostienen nuestra sanidad. La violencia nunca es parte del trabajo".
Granados ha alertado también de que las agresiones se dirigen ya todos los integrantes del ámbito sanitario, si bien, ha recordado que "desgraciadamente, los médicos, enfermeros y administrativos están muy expuestos a este tipo de actitudes en los centros de salud". "No sabemos qué es lo que está pasando", ha reconocido.
A su juicio, "las carencias del sistema sanitario pueden ser una fuente que esté alimentando la escalada de agresiones". Es por ello que subrayado el hecho de que "la Administración es la que tiene la obligación de garantizar y adoptar medidas concretas que conviertan los lugares de trabajo, los entornos laborales, en unos entornos seguros para todos los profesionales. No se puede permitir que un profesional vaya a trabajar con miedo".
En esta misma línea, ha insistido en que "no podemos aceptar ningún tipo de insultos ni de amenazas. Cualquier tipo de relación en una sociedad normal y cualquier tipo de relación médico-enfermo debe estar basada en el respeto mutuo. Así que, tolerancia cero".
Tres formas de agresión
Desde la organización sindical, además, han recordado que en el ejercicio de la medicina, los profesionales se enfrentan cada día a tres formas de agresión: la verbal, con insultos, amenazas y descalificaciones; la física, que pone en riesgo la integridad del profesional; y la agresión invisible, pero no menos dañina: la sobrecarga asistencial extrema, la penosidad y la exposición constante a situaciones de presión y riesgo."Todas ellas generan un impacto directo sobre la salud del profesional y, en consecuencia, sobre la calidad de la atención que recibe la ciudadanía", han expuesto.
El Sindicato Médico también ha hecho un llamamiento a que las agresiones sean declaradas y denunciadas. "Solo así pueden activarse las medidas legales y disciplinarias que correspondan como sanciones económicas, procesos penales y órdenes de alejamiento, cuando proceda", ha concluido.
Las agresiones suben un 21,8% desde 2022
El Sindicato Médico hizo público la semana pasada un balance de las agresiones registradas por los profesionales sanitarios en la provincia de Córdoba desde 2022, que se han incrementado un 21,8%, Y es que hace ahora tres años, las agresiones contabilizadas fueron 133 -7 físicas y 126 no físicas-, mientras que en 2024 se elevaron a 162, de las que 36 fueron físicas y el resto no. De todas ellas, entre 48 y 57 fueron hacia médicos.
Además, recoge que la solicitud de protección jurídica aumentó hasta 93 médicos de Córdoba a lo largo del año pasado. En lo que va de 2025 y, según los datos aportados por la Delegación de Salud en Córdoba, ya se han registrado 119 agresiones, de las que 23 han sido físicas y el resto no.
Otro de los datos que incorpora este balance es que el 46,5% de las agresiones son cometidas por pacientes programados, un 32% pacientes no programados y un 19,8% acompañantes. El documento también recoge que "la violencia no es exclusiva de urgencias, ya que ocurre en consultas normales, durante actividad asistencial ordinaria".
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