Córdoba

El naranjal que se hizo hospital

  • Una investigación ahonda en los orígenes de la parcela del Reina Sofía

Muchos edificios tienen un pasado que contrasta con la actualidad: sedes de instituciones públicas que antes eran palacios de los poderosos, iglesias convertidas en salas escénicas... por no hablar de esas casas de las películas de terror construidas sobre antiguos cementerios indios. Otros, sin embargo, eran en tiempos pretéritos sitios menos terroríficos como es el caso del Hospital Universitario Reina Sofía, situado en lo que desde la Edad Media era conocido como el Naranjal de Almargo.

Este apunte es uno de los aspectos que ayer se dieron a conocer durante el desarrollo de la conferencia titulada Evolución urbana del territorio del hospital: el Naranjal de Almagro, actividad que se ha desarrollado en el marco de las actividades sociales y culturales del 40 aniversario del complejo sanitario.

La conferencia fue impartida por Antonio Paniagua, jefe de servicio de la Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, y José Moreno, arquitecto de la delegación, como resumen de nueve meses de trabajo de ambos expertos en cuestiones urbanísticas. La directora gerente del complejo sanitario, Marina Álvarez, y el director de Servicios Generales del hospital, José Luis Gómez de Hita, presentaron a los ponentes en un acto celebrado en la sede de Cajasur de Ronda de los Tejares.

Esta actividad permitió hacer un recorrido por la evolución urbanística y patrimonial de los terrenos en los que se asienta el hospital, parajes como la huerta del Fontanar, el camino del Vado, el fontanar de Cobanos y el Naranjal de Almagro. Así, el trabajo de Paniagua y Moreno dio pie a hacer un viaje por la historia del patrimonio, entorno, localización y desarrollo territorial del hospital y la ciudad en su conjunto.

Desde la Edad Media, la parcela sobre la que se edificó el hospital era un territorio próximo a la ciudad, conocido como ruedo, donde se alternaban los cultivos de secano y las huertas que abastecían a Córdoba, como el Naranjal de Almagro, regado con los numerosos manantiales existentes, entre ellos el Fontanar de Cabanos. Las reformas llevadas a cabo a principios del siglo XX como consecuencia de la construcción del canal del Guadalmellato dieron lugar a una incipiente transformación en regadío que quedó paralizada por la Guerra Civil.

A comienzos de los setenta, el Instituto Nacional de Previsión (INP) adquirió los terrenos donde se construyó la ciudad sanitaria Reina Sofía, precisamente en las fincas conocidas como Naranjal de Almagro y Fontanar de Cabanos. Para ello, el INP compró estas dos parcelas de 12,5 hectáreas de superficie a la Caja Provincial de Ahorros. La edificación de la Escuela de Enfermería también figura por estas fechas, así como otros edificios que albergaría la universidad.

En la década de los ochenta se fueron completando los edificios de equipamiento y se construyeron la Facultad de Medicina, el Edificio de Gobierno del hospital y el Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Córdoba.

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