Córdoba

Las muchas posibilidades del vidrio

  • El Ayuntamiento inicia una campaña para concienciar de la importancia de reciclar este materiall buena práctica Los cordobeses reciclan un total de 2.500 toneladas al año gracias a 700 los contenedores de la capital.

Si alguna persona cree que la vida de un botellín de refresco termina cuando se bebe su contenido, está muy equivocado. Si se echa en el contenedor adecuado, se puede utilizar tantas veces como se quiera, sin que pierda ninguna de sus cualidades. Pero de nada sirve que un envase sea fácilmente reciclable si se mezcla con otros recipientes o con los residuos orgánicos.

Precisamente para concienciar a la población sobre las miles posibilidades del material del que están hechas muchas de las bebidas que se consumen a diario, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba pusieron ayer en marcha una campaña divulgativa para fomentar la práctica del reciclaje. El encargado de difundir esta iniciativa ayer en el Bulevar del Gran Capitán fue el delegado de Medio Ambiente del Consistorio, Francisco Cobos, quien puso el dedo en la llaga sobre la cantidad de energía que se derrocha cuando no se recicla. Sin embargo, si se depositan los envases de vidrio en el contenedor verde se permite que la cadena del reciclado se complete, se ahorran recursos y se reduce de forma importante la contaminación del aire.

A lo largo de los 12 días que la campaña se desarrollará en Córdoba para difundir la necesidad y la importancia del reciclaje del vidrio , dos técnicos ambientales repartirán alrededor de unos 13.000 folletos informativos por toda la ciudad, tal y como precisó uno de los monitores, Francisco Espinosa.

La teoría expuesta por Cobos explica que hay que entender el vidrio -que tiene compuestos diferentes del cristal de los vasos, las botellas o las bombillas, por ejemplo- como una materia prima y no como un residuo. De esta manera, concretó el delegado de Medio Ambiente, se "evitaría la necesidad de extraer sílice de la naturaleza, ahorrando energía eléctrica, ya que para extraer este material hay que separarlo de otros elementos incorporando una gran cantidad de calor".

Cobos hizo a su vez hincapié en la necesidad de diferenciar el vidrio del cristal, pues "podemos reciclar las botellas, o los frascos de cristal de la cocina, mientras que las tazas de porcelana, los platos, vasos, bombillas, o el cristal de las ventanas no deben ser reciclados al no ser vidrio puro". En Córdoba se reciclan cada año unas 2.500 toneladas de vidrio, aunque el objetivo es que se recupere el 100% de este material mediante los más de 700 contenedores verdes que se encuentran distribuidos por toda la capital.

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