El plan de movilidad propone crear un permiso de entrada al Casco Histórico
El informe es muy crítico con el estado de la red de Aucorsa, que asegura que sólo usa quien no tiene más remedio · El documento no hace referencia alguna a la peatonalización completa de Cruz Conde
El documento extendido del avance del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, la que pretende ser la biblia municipal en asuntos relacionados con el transporte, se estudiará hoy en la comisión municipal de Seguridad y, mañana, en el Pleno del Consistorio, para su toma de conocimiento. Su presentación ha quedado un tanto eclipsada por la decisión de peatonalizar la calle Cruz Conde. Sin embargo, el documento, por sí mismo, es lo suficientemente jugoso como para contar con una explicación meditada. Su filosofía puede resumirse con una medida de las que se proponen para contener la presencia de vehículos en el Casco Histórico: establecer un limitado número de permisos de acceso al centro, en un sistema similar al que funciona en ciudades como Sevilla o Santiago de Compostela.
El documento prevé que, a corto plazo (no más allá de 2015), exista una especie de permiso de circulación por la zona patrimonial de Córdoba, en estos momentos dividida por una suerte de zonas Acire reguladas por pilona, de difícil comprensión para el usuario y gestión complicada e impopular. La diferencia del sistema es que se crea un permiso único al que tienen acceso los residentes, los operadores de carga y descarga y los negocios turísticos o de alquiler de vehículos que lo tramitan para sus clientes. Para que el sistema funcione, necesariamente tiene que restringir el número de permisos en circulación.
El documento, elaborado ante la frialdad de los colectivos preocupados por la movilidad, tiene más relevancia por lo que trae de radiografía del estado de la cuestión de una ciudad apegada a su automóvil. Un 44% del casi millón de desplazamientos se hacen en coche. El objetivo es que ese porcentaje se reduzca, en 2030, al 28,15%. Los que se hacen a pie o en bici son hoy el 42%. El objetivo es que se alarguen hasta el 47%. Quien va en transporte público constituye hoy un bajísimo 8,66%. El plan es llevarlo a un 11,56%. Los métodos: poner más difícil la circulación en vehículo privado, blindar el Casco y apostar por las bicis y los peatones.
La memoria del plan de movilidad, que no ha sido puesta a disposición de conocimiento público, establece una serie de problemas severos derivados de la gestión del servicio de Aucorsa. De hecho, el documento es toda una moción de censura al estado actual de Aucorsa. Dice el plan que hay pocos autobuses, con una red ineficiente y que la frecuencia de paso es, en casos, disuasoria. La empresa pública de autobuses sólo la usan los "usuarios cautivos", dice el plan, quienes no tienen más remedio porque no disponen de otra alternativa.
Aucorsa ha reconocido parte del problema y ha anunciado que va a realizar una reforma integral del diseño de las líneas tras alcanzar un récord a la baja de usuarios. El futuro, parece, radica en una red que no sea radial (del centro a los barrios) sino transversal. Nada se dice de establecer un transporte nocturno. Sin embargo, los estudios realizados para el Plan Municipal de Movilidad van más allá. Consideran que existe un problema que afecta a la flota, al número de vehículos, a la velocidad comercial. Alerta, por ejemplo, de la escasísima cobertura de la zona norte con centros sanitarios de atracción.
El informe advierte, por ejemplo, de que existen líneas -como la 14 o la 16- que tienen una frecuencia de paso de 30 minutos. A partir de 15 minutos, asegura el documento, "el servicio se convierte en disuasorio". Además, alerta que los buses tienen una media de nueve años y que en las empresas del entorno no se superan los cinco o seis. Advierte de que cerca de un 25% de la flota no está preparada para personas con movilidad reducida.
Las propuestas para solventar el problema son diversas. Pide más presencia de carriles específicos, con multas más severas para quien lo invada. Propone lanzaderas para los polígonos industriales, absolutamente dependientes del coche, y cambiar el sistema de líneas de la periferia por un proceso bajo demanda: autobuses más pequeños que paran donde hay usuarios y es posible concertar el viaje previamente por internet. El método se ha probado ya en municipios pequeños del País Vasco.
El asunto de la peatonalización llama poderosamente la atención. La calle Cruz Conde no figura en el plan municipal como zona a peatonalizar totalmente sino como "semipeatonalizar". El hecho de que aparezca así alimenta las teorías de que se ha producido una decisión de último momento, basada en criterios electorales.
La cuestión de la restricción aparece de la mano de cambios en la mentalidad de determinados aspectos que hoy parecen argumentos inapelables como que cada coche a de tener su cochera. Se proponen más zonas de aparcamiento regulado, iniciativas de estacionamiento combinado con otros métodos de transporte, un nuevo sistema público de licitación de bicicletas que cambie la situación actual, con algo menos de 40 vehículos disponibles y cuatro zonas de recogida de los mismos. El informe no deja en buen lugar el estado de la red de carriles bici: mal cuidados, nunca vigilados para evitar intrusiones, con barreras creadas por las grandes infraestructuras de transporte.
Y el tren. El plan de movilidad no hace referencia alguna al tranvía, vendido por la propia IU como promesa electoral en 2007. Sí está el cercanías para el que se proponen tres líneas metropolitanas hasta el año 2030 que cambien el actual sistema basado en el autobús.
3 Comentarios