Las Moreras y su lucha contra la marginalidad: "Los vecinos están cada vez más cansados y todo va a peor"
Radiografía de la Córdoba más pobre
Vecinos y asociaciones denuncian el "abandono" de esta zona que está siendo escenario de trágicos sucesos y exigen a las administraciones una reforma integral
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Las Moreras lleva meses siendo un foco de atención negativo entre los cordobeses. Son diferentes los sucesos trágicos que han tenido lugar en la zona desde el año pasado. Entre ellos, dos incendios que le han costado la vida a dos hombres, uno de 60 años en un bajo en el mes de octubre y otro en un primero en diciembre. El pasado 27 de junio, tres menores fueron atendidas por otro fuego en un domicilio. Y el 3 de abril, una persona perdió la vida tras ser apuñalado en una reyerta. Diferentes altercados y trágicos sucesos que son fruto de la enorme precariedad y vulnerabilidad que sufren los vecinos de esta zona que, pese a su cercanía al Centro de la capital, contrasta con el nivel de vida de los barrios de alrededor, correspondientes a zonas de las más caras de Córdoba.
"La gente, cuando culpabiliza y criminaliza al barrio por algún suceso que ocurre, pone en conflicto a una persona mala que está al límite en su día a día. Hay criminalidad en todos los barrios y centrarse en Las Moreras es injusto porque aquí se parte de un escalón mucho más bajo que otros lugares". Así explica la situación Virginia Ruiz, vecina de la barriada de toda la vida. A sus 28 años y con trabajo estable actualmente, lleva años involucrada con la plataforma Moreras Se Mueve, que lucha por la dignidad del barrio.
En los casi 30 años que lleva viviendo en Las Moreras, Virginia está "orgullosa" de ser de ahí. Sin embargo, reconoce que "la gente está cada vez más cansada, las viviendas más deterioradas y entonces, todo va a peor". Además, admite que el barrio es ahora "más inseguro que otros años", pero "no por los vecinos, sino por el aumento de la inseguridad general, mientras que cada vez las personas son más pobres". Las Moreras es el cuarto barrio más pobre de Córdoba, con una renta anual de 9.740 euros por persona de media (dato engañoso porque las estadísticas juntan la zona con los salarios de Huerta de la Reina) según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2024.
Virginia, que ha tenido que luchar como muchas de sus amigas para conseguir un trabajo que no la discrimine por ser de Las Moreras, recuerda que hace años todo era mejor, cuando por iniciativa del Ayuntamiento "se hacían excursiones programadas con los niños del barrio a la Feria o a diferentes actividades". Ahora, los vecinos se enfrentan a infinidad de problemas que "se agravan y los llevan a una marginalidad cada vez más grande": "No dan suficientes recursos para estudios ni para sanidad. Ellos también tienen que ir al dentista y al psicólogo y no pueden. La marginalidad los aísla en este barrio y, como no hay actividades de ocio ni cultura aquí, entran en un bucle de precariedad", añade la miembro de la plataforma.
Por no tener, como denuncian los vecinos de la zona, no cuentan ni con viviendas dignas. El barrio de Las Moreras lo componen cerca de 2.000 viviendas sociales construidas en la década de los 70 y que en una gran mayoría son propiedad de la Agencia de Viviendas y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) de la Junta de Andalucía. Como denuncia la plataforma, la mayoría tienen infinidad de desperfectos en forma de goteras, humedades, cocheras inundadas, techos y paredes podridos, buzones reventados, entradas sin accesibilidad y, por supuesto, ninguna con ascensor. Muchos locales, de hecho, se han convertido en infraviviendas.
"Hace unos años denunciamos la mala calidad de los hogares y no nos han hecho caso. A algunos van los técnicos de la Junta, pero son demasiadas las demandas. Las viviendas están llenas de humedades, ahora en verano hay muchas cucarachas. Los bloques están desprotegidos y llenos de obstáculos que son peligrosos, y menos accesibles para personas con discapacidad. Hace poco tiempo la policía tiró abajo la puerta de un portal con una radial y nunca la han repuesto", lamentan varios de los vecinos afectados en dicho portal.
Sin "un techo digno", el paso de los años está "deteriorando las viviendas". Los últimos precedentes son prueba de ello, pues se están dando muchos casos de incendios en pisos. El problema, según denuncian las asociaciones vecinales, se encuentra en "el mal estado y la falta de inspecciones, que provoca cortes eléctricos". De hecho, desde Moreras se Mueve aseguran que "los vecinos en Las Moreras tienen peor salud" que en los alrededores del barrio: "Solo hay que pasearse por las zonas comunes para comprobar la insalubridad que también está en las casas. En los patios, donde se hace vida de vecinos, no hay mantenimiento, ni papeleras, ni zonas deportivas. Nos comen los mosquitos porque las cocheras están inundadas. La sensación de dejadez es tan grande que esto a veces parece la selva llena de hierbajos y basura", explica Virginia Ruiz.
"La gente debe entender que no es lo mismo un niño que estudia con el estómago vacío que uno que lo tiene lleno. Cuando un barrio es marginal, puede que haya unión o mucho individualismo. Aquí por mala suerte, la gente no confía y se han dejado de hacer cosas buenas porque ya están los vecinos cansados de pedir y que la gente no se mueva porque no hay esperanzas. Las personas no le ven salida a esta situación y no se movilizan. El sentimiento que hay es que el barrio es marginal porque es malo, pero realmente es malo porque es marginal", argumenta la joven vecina de Las Moreras, quien denuncia que, "ante la marginalidad, aparecen prestamistas que se aprovechan de la necesidad y personas que se ganan la vida como pueden".
Pese a todo, Virginia Ruiz asegura que se siente "muy segura en este barrio". Lo único que lamenta es que apenas haya servicios y ocio. Caminando por sus calles se encuentran tiendas de alimentación, bares, peluquerías, farmacias y poco más. La pista deportiva está destrozada y los parques y jardines, "descuidados". Eso sí, hay un punto que a ella, como a muchos otros vecinos, les alegra la vida. La esquina de la calle Músico Tomás Luis de Victoria siempre tiene una decoración adaptada a la época del año. Se tira meses decorada por movilidad vecinal, en estas fechas con su Cruz de Mayo todavía y su maniquí vestido de flamenca, aunque ya estamos en pleno verano.
"Nadie pasa por aquí y lo rompe. No hay vandalismo como se dice. Aquí vive mucha gente trabajadora y humilde, por eso tengo orgullo de barrio, pero el día de mañana me tendré que ir por motivos de salubridad si quiero tener una vida más sana", confiesa Virginia. ¿La solución a esta problemática? Desde Moreras se Mueve lo tienen claro: "Que las instituciones no esperen a que los vecinos pidan y que actúen ya. Queremos una reforma integral del barrio".
Desde la asociación vecinal La Palabra también llevan años exigiendo un consenso entre administraciones para llevar a cabo esa reforma integral que termine de una vez con "el terrible abandono" que sufre el barrio. "Hace 30 años empezamos a resurgir como comunidad, pero se nos echó la pata por lo alto administrativamente y desde entonces vamos a peor. Todo se ha ido agravando y la sensación es que cualquier día todo sale ardiendo porque están los patios y las viviendas cada vez más estropeadas y sin mantenimiento", denuncia la presidenta de la institución, Ana Sánchez.
Gran parte de la degradación del barrio la tienen, como critica la asociación vecinal, las administraciones, ya que, por ejemplo, "quitaron el centro de día de adultos, trasladaron la biblioteca y el centro cívico a las afueras del barrio y para los casi 10.000 vecinos que lo habitan, solo hay un centro cívico". De hecho, lamentan "la falta de escucha" a los vecinos, que tiene propuestas como "utilizar las naves (junto al centro de servicios sociales, en la glorieta Rafael Bernier) sin uso para realizar cursos de FP y talleres que den formación a los jóvenes para que puedan trabajar y ganarse la vida".
"Que organicen un taller de manicura no arregla nada. O profundizamos en el problema, o no vamos a ninguna parte. Y para ello deben contar con los vecinos, porque hay muchos jóvenes que no pueden trabajar por los estigmas del barrio. Parece que si eres de Las Moreras, eres ladrón o traficante y eso no es así. Hay quienes se lo creen por haber nacido aquí, por eso necesitamos promoción, que se estimule el deporte y la educación", insiste Ana Sánchez, quien pide también compresión a la sociedad por la situación que atraviesa el barrio y recuerda que "es fácil culpabilizar a los vecinos cuando las administraciones no dan ninguna solución".
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