Demografía

Los matrimonios disueltos en Córdoba tienen una duración de 17,7 años

Una pareja intercambia sus anillos durante su matrimonio.

Una pareja intercambia sus anillos durante su matrimonio. / Leo La Valle (Efe)

Aquello de casarse "para toda la vida" o "hasta que la muerte nos separe" se ha convertido en poco menos que una liturgia propia de la ceremonia del matrimonio. Porque la realidad en la calle es bien distinta, más aún en un mundo cada vez más individualizado. Basta con echar un vistazo a los datos oficiales de disoluciones, que de manera anual ofrecen distintos organismos, para darse cuenta de que los abogados mantendrán su cuota de trabajo en cuanto a divorcios, separaciones y nulidades se refiere.

En Córdoba, la cifra de disoluciones está estabilizada en torno a las 1.500 desde hace una década -los registros anteriores a 2013 no son extrapolables porque los procesos de estimación y elevación eran distintos-, con la excepción de 2020, cuando cayeron por debajo de esa barrera por las condiciones particulares provocadas por la pandemia.

En el último ejercicio, cuyos datos ha hecho públicos este miércoles 16 de agosto el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), fueron 1.498, de los que el 98,5% correspondieron a parejas de distinto sexo. Esto supone un incremento del 5,6% respecto a 2021, cuando la cifra se quedó en 1.518. De ese total, el grueso tuvo como desenlace un divorcio (1.391, con 1.375 de sexo diferente y 16 del mismo) y apenas 107 separaciones (102 y 5), mientras que no se produjo ninguna nulidad matrimonial en la provincia.

En el global de la comunidad autónoma, y según los datos de la Estadística de Divorcios, Separaciones y Nulidades en Andalucía, durante el año 2022 se produjeron 15.596 disoluciones matrimoniales (un 8,9% menos que en el año anterior). Del total de disoluciones, 14.814 fueron divorcios (95,0%), 776 separaciones (5,0%) y 6 nulidades (menos del 0,1%). Por otro lado, 302 de las disoluciones fueron de matrimonios entre personas del mismo sexo (1,9%).

Con esos guarismos, la tasa bruta de disoluciones en Andalucía queda establecida en 1,8 por cada 1.000 habitantes, un par de décimas menos que en 2021 (2,0), coincidiendo en esta ocasión con la tasa nacional. En la desagregación provincial, Córdoba marca el paso junto a otras dos zonas de mayor población, Cádiz y Málaga, con la mayor tasa (1,9 por mil), mientras que Jaén fija la menor (1,5 por mil).

También queda por encima de la media autonómica la provincia cordobesa en cuanto a la duración de los matrimonios disueltos. En este caso, el promedio andaluz se establece en 16,8 años, mientras que en el caso de Córdoba sube hasta los 17,7 años. Es la segunda provincia con mayor estabilidad matrimonial, solo por detrás de Jaén (18,9 años), y bastante por encima de Málaga (16,2) y Almería (16,1) que cierran la lista.

El 18% de los matrimonios dura cinco años o menos

Con todo, y según las sentencias de divorcio de la región, las duraciones matrimoniales más frecuentes fueron las de 5 años, seguidas de las de 4 (4,5% en ambos casos). El 17,5% correspondió a matrimonios con 5 años o menos de duración, y el 2,1% tuvo una duración de un año o menos. En el caso de Córdoba, la situación es similar: las disoluciones más frecuentes fueron a los 5 y 4 años de contraer nupcias, junto a los que llevaban 15 años casados. El 18% del total de las disoluciones fue antes de llegar al lustro, y hasta un 5,5% de parejas decidieron poner fin a su relación tras superar los 40 años juntos.

Pero más allá de la evidencia, hay que reseñar que la cifra de disoluciones mantiene una tendencia a la baja desde 2014 -hubo 1.825-, aunque en este caso hay que tener en cuenta que también las parejas que optan por formalizar su alianza han caído en los últimos años. Así, la cifra más alta de divorcios en la provincia durante los últimos 20 años se dio en 2007, con 1.854, y el número más bajo se registró en 1999, con 383.

Otro dato reseñable que refleja la estadística del IECA es que los matrimonios duran más ahora en Córdoba que en ningún otro año desde 1998 -ese es el primero que aparece en el balance- y que la barrera de los 17 años de duración no se rebasó hasta 2017, tras años como 2007 y 2013, en los que esa caducidad de los matrimonios bajó hasta los poco más de 15 años.

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