Testimonio

El infierno de un padre cordobés por recuperar a su hijo, un bebé de 13 meses que su madre se ha llevado a Italia

  • Un juez italiano ha dado la razón a Adrián Martínez y el niño debe volver a Córdoba, pero el requisito es que a la vuelta mantenga económicamente a su expareja

Adrián Martínez, junto a su bebé, Gabrielle Pablo.

Adrián Martínez, junto a su bebé, Gabrielle Pablo.

La última vez que Adrián Martínez abrazó a su hijo Gabrielle Pablo fue en noviembre de 2021, cuando el bebé tenía tan solo tres meses. Desde entonces, este padre cordobés vive un infierno por una separación forzosa del menor provocada por su madre, Anna Ferrara, que se lo llevó a Italia, sin previo aviso y sin dar señales de vida cuando se estableció allí. La siguiente vez que pudo verlo, solo por videollamada, fue el pasado 15 de agosto, un día después de que el bebé cumpliera un año. 

Hasta ese momento, la última vez que había tenido comunicación con su expareja había sido en diciembre de 2021, cuando le mandó un mensaje para decirle que quería ver a su hijo y saber dónde estaba. Le respondió con una foto del niño, le dijo que a partir de entonces sabría de ella a través de sus abogados y si seguía molestándola lo denunciaría por acoso.

Esta historia comienza en noviembre de 2019, cuando Adrián, que trabajaba fuera de España, conoció a Anna en unos días de vacaciones en Córdoba. Ella, italiana de Cerdeña, estaba aquí de Erasmus. Comenzaron una relación, él dejó su trabajo y buscó otro aquí para estar con Anna. Se establecieron en casa de los padres de él y en diciembre de 2020 ella se quedó embarazada.

Gabrielle Pablo nació el 14 de agosto de 2021 en Córdoba y un mes después, según cuenta Adrián, la situación de pareja era tan insostenible que él decidió que lo mejor era dejar la relación. Como ella no tenía ingresos, le alquilaron un piso enfrente de la casa familiar, de forma que ambos pudieran estar cerca del bebé. "El niño estaba siempre en mi casa, conmigo o con mi madre desde el día en que nació", apunta.

En paradero desconocido

Habían llegado a un acuerdo verbal para que el bebé estuviera un día con cada uno pero, dos meses después (a finales de noviembre de 2021), Anna, de 23 años, volvió a su país llevándose al hijo de ambos sin decir al padre donde estaban. De hecho, en estos meses Adrián ha ido varias veces a Italia, "no para ver al niño porque yo no sabía donde estaba, sino para ir a los juicios". Supo donde vivía el menor una semana antes del primer juicio, que fue en abril de 2022.

Ella no le cogía el teléfono ni contestaba a sus correos electrónicos y también intentó que sus padres mediaran en este asunto "porque, por lo que tengo entendido, lo que ha hecho es un delito", pero tampoco obtuvo respuesta de ellos, con los que, al parecer, Anna tiene una relación algo "inestable". Ahora, asegura que su hijo "está desaparecido porque la dirección que ella ha dado no es donde está viviendo".

Adrián, con su bebé, en el Puente Romano antes de que su madre se lo llevara a Italia. Adrián, con su bebé, en el Puente Romano antes de que su madre se lo llevara a Italia.

Adrián, con su bebé, en el Puente Romano antes de que su madre se lo llevara a Italia.

"Psicológicamente he estado fatal; ahora, gracias a Dios, he mejorado dentro de lo que cabe gracias a mi familia y mis amigos", explica Adrián. "La cantidad de dinero que llevo gastado, los viajes que he hecho y el daño interior que tengo no hay nada en el mundo que lo pueda reemplazar; y sobre todo el daño que le están haciendo a mi hijo porque lo están privando de tener una figura paterna", lamenta este cordobés de 28 años. "Yo no quiero que el niño sufra", resalta Adrián.

Después de que los tribunales italianos le hayan dado la razón y hayan dictaminado que el niño debe volver a España, las pegas para ese regreso las ha puesto la Fiscalía, que en Italia es la encargada de ejecutar las sentencias. En su caso, ha impuesto que Adrián debe mantener económicamente a su expareja -a la que no se le conoce oficio- cuando vuelva a España con el hijo de ambos, una decisión "surrealista" pero que cree que es fruto de que "Italia protege mucho a sus ciudadanos". "Los únicos que pueden hacer algo respecto a esta determinación son la Autoridad Central Italiana y la Autoridad Central Española", insiste.

Su abogado en España, Enrique Zambrano, está "moviendo todo" para que las autoridades españolas se impliquen en este caso de sustracción de menores. Sin embargo, a día de hoy la Autoridad Central Española "no nos ha notificado nada". Ahora mismo, su letrado italiano, Serlapo Bardi, "teme que la cosa se frene y que el niño no venga a España". "Ahora mismo, dependemos de la Autoridad Central Italiana y la Autoridad Central Española", asevera.

En España, la madre de su hijo tiene las pertinentes denuncias por sustracción de menores. De hecho, en Córdoba se celebrará un juicio por guardia y custodia para el que no hay fecha porque "la notificación que le mandaron en abril no le ha llegado, ya que la dirección que ella ha aportado no es donde está viviendo". 

Desde agosto, ha visto varias veces a su bebé por videollamada, pero cuando la madre quiere y sin que ella le cuente nada de él, "sin facilitar la relación padre-hijo". Al ser pequeño, Gabrielle Pablo aún no puede comunicarse con su padre, por lo que Adrián le habla y él le sonríe, hasta que aparece su madre delante y "a mí ya no me presta atención, como es normal".

"Solo pido la custodia entera para mí porque ella me está negando ver a mi hijo y eso yo no lo hubiera hecho en la vida porque sé que mi hijo tiene que tener un padre y una madre dejando de lado nuestros problemas", señala Adrián. "Cuando sea mayor, que él decida con quién quiere estar", apunta.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios