El juez acusa formalmente al hermano Manolo pese a retirarse dos acusaciones

El Juzgado de Instrucción número 6 ha dado un nuevo paso adelante en la causa abierta contra el exresponsable de la Cruz Blanca en Córdoba, el hermano Manuel Ortiz, pese a que dos de las cuatro acusaciones iniciales se han retirado del procedimiento. Fuentes judiciales informaron de que el magistrado acaba de dictar el auto de apertura de juicio oral, mediante el que acusa formalmente de abusos sexuales y maltrato al exdirector de la residencia, otro religioso y un trabajador nocturno.

El juez, además, mantiene la orden de alejamiento de 500 metros contra los procesados, que no podrán comunicarse con los internos del centro ni con trabajadores, detallaron las fuentes consultadas. El nuevo auto se emitió la semana pasada y el procedimiento ha sido ya enviado a los abogados defensores para que presenten sus informes de conclusiones. Es el último paso antes de que el juzgado remita la causa a los penales para que señalen la fecha de la vista oral.

La Fiscalía Provincial de Córdoba solicita 20 años y seis meses de cárcel para el hermano Manuel Ortiz por supuestos abusos sexuales a tres incapaces y por utilizar un "rigor innecesario" para "corregir las conductas" de los internos. Le imputa, en total, nueve delitos de maltrato no habitual y uno de maltrato habitual.

En la causa había presentes otras dos acusaciones: dos en nombre de sendos internos y la última por parte de la Sociedad Andaluza de Tutela, que representa a otros afectados. La sorpresa ha llegado por que, lejos de respaldar la línea del fiscal, dos de los letrados han solicitado la absolución y el sobreseimiento del procedimiento al entender que durante la investigación no ha quedado acreditado que en la residencia de frailes hayan tenido lugar los episodios relatados por el fiscal. Estas acusaciones defienden los intereses de dos de las supuestas víctimas, informaron fuentes judiciales.

Todos los hechos de la acusación se produjeron supuestamente entre los años 2007 y 2010. A uno de los internos, diagnosticado de oligofrenia en grado medio y con una discapacidad del 90%, el hermano Manuel Ortiz le propinó supuestamente "de forma reiterada guantazos en la cara", mientras que a otro varón con retraso mental moderado -con una discapacidad del 70%- solía levantarlo cuando se tiraba al suelo con "tirones de pelo", hasta el punto de "hacerle calvas en el cuero cabelludo".

El fiscal acusa al religioso de dar tirones de pelo a otro residente con un grado de discapacidad del 75% y de propinarle un puñetazo en el ojo a otro varón con una discapacidad del 71% durante una discusión. Otro de los episodios violentos se produjo cuando, según el fiscal, el procesado salió de la cocina con una espumadera "y comenzó a pegar por todo el cuerpo" a otro residente, lo que le ocasionó "hematomas por todo el cuerpo". En otra ocasión, a un residente diagnosticado de parálisis cerebral mixta y alteración de la conducta le dio con una muleta, y a una mujer con una discapacidad del 85% "la introdujo en la cámara frigorífica" un día que no quiso comer.

La segunda parte de la acusación se refiere a "actos de contenido sexual con claro ánimo libidinoso" supuestamente protagonizados por el fraile. El fiscal pide seis años de cárcel por dos delitos continuados de abusos sexuales, más dos años y seis meses de internamiento por un abuso. Uno de estos se produjo supuestamente en julio de 2007; estando el acusado de vacaciones en Torre del Mar, le pidió por la noche a uno de los residentes que se metiera en su cama.