Sanidad

Los enfermos de diabetes de Córdoba, en alerta por la falta de insulina

Caja de insulina Fiasp, de la que resulta casi imposible encontrar en Córdoba.

Caja de insulina Fiasp, de la que resulta casi imposible encontrar en Córdoba. / El Día

La insulina es básica para las personas que sufren diabetes, en el caso de la diabetes tipo 1. Es decir, si no se la inyectan pueden sufrir graves consecuencias. La de la diabetes es una enfermedad crónica, sin cura y que requiere una medicación diaria y muy controlada; es decir, que es imprescindible para los pacientes.

Sin embargo, la población diabética de Córdoba está sufriendo la falta medicamentos para su día a día desde hace más de medio año. Se trata de una situación que afecta a toda España, ya que actualmente a las farmacias no llega la insulina ultrarrápida Fiasp -de la farmacéutica danesa Novo Nordisk- por desabastecimiento y tampoco el glucagón inyectable. Se trata de una situación confirmada por la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios y por el propio Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba, según ha podido confirmar El Día.

En el caso del primer medicamento, se administra a la hora de las comidas con un rápido efecto de disminución de azúcar en sangre; en concreto, se debe inyectar desde los dos minutos antes de empezar a comer, con la posibilidad de administrarse hasta 20 minutos después del inicio de la comida. Este tipo de insulina alcanza su efecto máximo entre una y tres horas después de la inyección y el efecto dura entre tres y cinco horas.

Por su parte, el glucagón inyectable es un tratamiento médico de emergencia para tratar niveles muy bajos de azúcar, es decir, cuando el paciente sufre una hipoglucemia. En el caso de las personas con diabetes, su páncreas tampoco libera esta hormona cuando los niveles de glucosa bajan en el torrente sanguíneo.

Glucagón inyectable. Glucagón inyectable.

Glucagón inyectable.

Sin embargo, encontrar ambos medicamentos en las farmacias de Córdoba se ha convertido en una auténtica odisea, tal y como ha podido comprobar este periódico -que ha visitado más de una decena de farmacias de la capital- y de la que también ha alertado la Asociación de Diabéticos de Córdoba (Adicor).

Su presidenta, Claudia Medina, es tajante respecto a esta situación y ha considerado que "es un desastre que no haya esta medicación". El problema del desabastecimiento de ambos medicamentos, ha continuado, comenzó a mediados del año pasado "pero no era tan generalizado". Ahora, ha subrayado, "no se le ve el final".

Desde Adicor se está haciendo un seguimiento de la situación y han llegado a un acuerdo de colaboración con Luda Partners, una red digital de farmacias para localizar medicamentos, de forma inmediata, con el objetivo de ayudar a sus asociados en la localización de la medicación que les permita mantener la adherencia a sus tratamientos. En el conjunto de la provincia de Córdoba, según sus cálculos, hay 120.000 personas que sufren diabetes.

Ante esta situación, el endocrinólogo del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba Rafael Palomares ha asegurado a El Día que "no existe ningún riesgo para las personas con diabetes por cambiar la insulina de la que existe desabastecimiento en estos momentos, en el caso de Fiasp, por otro análogo".

En concreto, ha continuado, "hay tres -insulinas- en el mercado: Apidra, Humalog y Novorapid". Palomares ha recordado que se trata de insulinas que se administran de forma simular, es decir, antes de las comidas y las mismas dosis. "Resulta prudente, como siempre cuando se hace una modificación del tratamiento, que el primer o segundo día se intensifiquen los controles de glucemia", ha insistido. Para hacer este cambio de medicación es necesario acudir al médico y que se encargue de hacer la modificación en la tarjeta sanitaria para poder acudir a la farmacia y retirar la nueva insulina.

No obstante, el facultativo también ha reconocido que la insulina Fiasp "no es la misma que el resto". A pesar de ello, ha insistido en que "es seguro hacer el cambio para el paciente, ya que el problema de desabastecimiento se soluciona con el cambio y no hay riesgo ninguno". "Al tener tener un desabastecimiento se recurre a las otras teniendo las precauciones citadas", ha subrayado. 

A pesar de esta recomendación, la presidenta de Adicor ha puesto de manifiesto que en el caso de la insulina Fiasp es ultra rápida, mientras que las otras tres no lo son.

Problemas de suministro reconocido

El Colegio Oficial de Farmacéuticos en Córdoba, por su parte, ha reconocido el problema de suministro con ambos medicamentos. Fuentes de la organización colegial han explicado a este periódico que, en el caso del glucagón inyectable, "se puede solicitar si no hay en España como medicación extranjera".

Así las cosas, el paciente tiene que indicárselo a su médico, que realizará un informe preceptivo que en el que se hace la solicitud del medicamento al correspondiente distrito sanitario  que, a su vez, lo suministra al centro de salud. 

En el caso de la insulina Fiasp, las mismas fuentes han destacado que hasta fin de año, si se cumplen las previsiones, habrá problemas de suministro. No obstante, han aclarado que la distribución de esta insulina básica está controlada "al existir unidades limitadas". 

Es por ello, que las farmacias de Córdoba disponen de una herramienta interna para consultar en qué boticas puede haber existencia o no de este o de cualquier medicamento, con lo que ayuda a la persona enferma que lo necesita. No obstante, han reconocido que otra opción que dan es que se hable con el medico para un cambio de la insulina porque "van llegando con cuentagotas". 

La revolución Ozempic

Un farmacéutico muestra una caja de Ozempic. Un farmacéutico muestra una caja de Ozempic.

Un farmacéutico muestra una caja de Ozempic. / E. P.

Gran parte de este problema de suministro se debe a Ozempic, un fármaco indicado para la diabetes que, sin embargo, se utiliza de manera masiva para adelgazar. Es decir, que en lugar de utilizarse para tratar una enfermedad crónica como la diabetes, se usa para perder peso en personas sanas y no enfermas.

En concreto, se utiliza para tratar a adultos (a partir de los 18 años de edad) con diabetes tipo 2 cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes y funciona mediante la imitación de una hormona que regula el apetito y crea la sensación de saciedad, ante lo cual se ha demostrado que puede producir una reducción promedio del 6 al 15% del peso corporal en un año. 

Es por ello, que las personas diabéticas se están quedando sin el tratamiento imprescindible para su vida porque la insulina está ahora siendo utilizada por otras personas para perder peso y sin estar enfermas.

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