Te estábamos esperando | Crítica

¿Y tú, de quién eres?

Una escena de la obra '¿Y tú, de quién eres?'.

Una escena de la obra '¿Y tú, de quién eres?'. / Juan Ayala

Entre neblinas y olor a incienso buscamos asiento en el Teatro Cómico Principal para una cita especial que invita a reconocernos sobre la escena. Dos siluetas humanas surgen de la oscuridad para convertirse en instrumento y espejo. Ellos nos estaban esperando.

La creación de Antonio L. Pedraza y José Andrés López es un ejercicio de reflexión sobre una de las tres necesidades que según McClelland, psicólogo estadounidense especialista en motivación humana y emprendimiento, formuló en su teoría: La necesidad de afiliación.

Esta necesidad de sentirse partícipe de algo común, crear buen clima, entablar relaciones interpersonales, compartir ideas e identificarse con ellas, etc., debe mantener un equilibrio con otras necesidades (fisiológicas, afectivas, de logro, influencia) también imprescindibles para vivir en armonía con el entorno y sobretodo, con uno mismo. ¿Qué ocurre cuando este equilibrio es precario?

Cuando pertenecer a un colectivo supone el sacrificio o abandono de la identidad propia, nuestra existencia corre el riesgo de transformase en sectaria. Toda la gente conoce el término. Te estábamos esperando nos habla de cómo, a veces sin darnos cuenta, podemos ser parte de ese mundo que tanto identificamos en los demás.

Para llevar este mensaje al público, la pareja de intérpretes dotan a la escena de un enfoque orientalista de estética visual y sonora atractiva. El vestuario llamativo, uso de elementos mínimos y buen trabajo de luces se conjuga a la perfección. El contraste a este modo zen adquiere mayor fuerza cuando entra en juego la palabra y acción de los actores.

Sus soliloquios, diálogos y movimientos son rompedores. Esta crítica mordaz y llena de humor ácido por momentos no deja títere con cabeza, incluida las de ellos mismos, en un acto introspectivo que también les dignifica como profesionales. El público respondió con un generoso y extenso aplauso al dúo y su original espectáculo.

¿Quién soy? ¿Cómo me veo y me ven los demás? ¿Me siento parte de algo? ¿Merece la pena estar así? Eternas preguntas que surcan nuestra mente, sobre todo en momentos de crisis. De difícil respuesta, ya que implica una mirada interior y lo que encontremos puede que no nos guste. Sin embargo, son reflexiones útiles para que nuestra vida tenga significado, ayudando a reafirmarnos o cambiar. De una forma u otra, lo queramos o no, estas cuestiones siempre nos estarán esperando.

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