Balance sanitario

Córdoba entra a la fase 3 con la pandemia del covid-19 controlada y apenas 93 casos activos

Vecinos del barrio de la Viñuela.

Vecinos del barrio de la Viñuela. / Juan Ayala

Camino de los tres meses desde que aquel primer contagio conocido en un ciudadano italiano hizo estallar la crisis del coronavirus en Córdoba, siguiendo los pasos de otras muchas latitudes y abriendo camino a las que llegaron después, la provincia empieza a vislumbrar ya la ansiada (nueva) normalidad con cierto optimismo. No confundir con confianza -ni en la lectura ni en las actuaciones-, pues si algo ha quedado claro en este tiempo es la imprevisibilidad de un virus que mide a todos por igual, sin distinción, y que durante su dañina expansión ha dejado una huella imborrable en la memoria y los corazones de todos.

Los cordobeses, como el resto de andaluces y más de la mitad de los españoles -hasta un 52%, en el que no tienen cabida la Comunidad Valenciana, parte de Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Castilla y León y parte de Cataluña- avanzan este lunes a la fase 3 de esta pausada desescalada. Por delante, apenas un par de semanas más para divisar, con notables cambios, el mundo que dejamos encerrado tras nosotros durante el pasado mes de marzo. Y Córdoba se puede decir que llega a este punto con la pandemia controlada, a tenor de los números, que entre su habitual frialdad, también transmiten abrazos en forma de positivos datos.

En estos momentos, la provincia sólo mantiene 93 casos activos. O lo que es lo mismo, apenas 93 personas de las que han sido contagiadas mantienen signos del covid-19 en su organismo con capacidad para transmitirlo a otras. Lejos quedan aquellas cifras cercanas al millar que acompañaron los días más duros de la crisis sanitaria en la primera quincena de abril, con un tope marcado en rojo: 945 el miércoles 15. Desde entonces, la mejoría de las cifras ha sido una constante, con varios puntos clave, coincidentes con el avance de la desescalada programada por el Gobierno central y el resto de autoridades sanitarias.

De esta manera, la provincia alcanzó la fase 0, el pasado 4 de mayo, con 426 casos activos. La cifra sufrió ya una primera reducción en esa primera semana que condujo a la fase 1 (342), disminución que se ha ido reflejando de forma más notable cuando el trayecto entre uno y otro corte ha pasado a ser de 14 días: 184 al inicio de la fase 2, el pasado 24 de mayo, lo que suponía casi la mitad (47,2% para ser exactos), y ahora 93 (49,45%) para dar la bienvenida a la fase 3 que tiene como meta la nueva normalidad.

En lo que ha durado la fase 2, Córdoba ha experimentado un claro control de la situación, que se refleja en los números que ha venido ofreciendo la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Entre el lunes 25 de mayo y este domingo 7 de junio, en la provincia apenas si se han detectado nueve contagios -contando el resultados de las pruebas serológicas y los PCR-, que han quedado contrarrestados de sobra con casi un centenar de curados (97). Para completar la ecuación, y en lo que es un dato también de alivio, los fallecimientos apenas sin han sido tres en este sector, para dejar el total en 117.

Todo esto ha provocado una reducción de 91 casos activos que dejan la cifra en 93, que pese a todo no es la mejor de la serie. El dato más positivo llegó el pasado miércoles 3 de junio, cuando la cifra se quedó en 90. El aumento de estas tres personas desde entonces se fraguó en los dos días siguientes, cuando se notificaron hasta cuatro contagios más, mientras que en los últimos cuatro días no ha habido novedad ni en cuanto a las altas ni en cuanto a los decesos, cuya serie es mucho más larga aún. Porque desde el pasado jueves 28 no ha habido que lamentar ningún fallecimiento en Córdoba, según los datos que aporta el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta y que, en su lectura global, reflejan claramente que la provincia camina hacia el final de la desescalada con la firmeza que denotan los números.

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