Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha celebrado este viernes 5 de mayo su Asamblea General para hacer balance del ejercicio 2022 y celebrar el proceso electoral por el que las entidades asociadas han elegido a sus representantes para los próximos cuatro años. En la votación, que ha contado con una participación del 90%, las cooperativas agroalimentarias de la provincia han renovado su confianza en la candidatura presentada por el olivarero Rafael Sánchez de Puerta Díaz, vinculado a la cooperativa Nuestro Padre Jesús, de La Rambla.

El presidente afronta otra legislatura con nuevas incorporaciones en su Consejo Rector y “con la voluntad de que todas las cooperativas, los sectores productivos y las comarcas se sientan representadas por la nueva junta directiva”. La meta, en palabras de Rafael Sánchez de Puerta, es “consolidar la economía social agraria como modelo económico y poner a las cooperativas en el sitio que les corresponde dentro de los rankings empresariales”.

Para ello, la organización hará hincapié en los próximos años en la necesidad de “avanzar en la industrialización de las producciones cordobesas, generar marca y seguir internacionalizando la actividad de las entidades federadas”, ha destacado el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba. El objetivo es consolidar su peso en la economía cordobesa, a la que en 2022 aportó un volumen de negocio de 1.400 millones de euros, un 2% más que en el ejercicio anterior.

Sin embargo, como ha advertido Rafael Sánchez de Puerta, este logro puede “caer en saco roto” ante la “situación extrema” que vive el campo por la sequía. El presidente cordobés ha insistido en que “el agua es una asignatura pendiente”, especialmente en la provincia, “que se encuentra a la cola en cuanto a superficie regable, con sólo un 17% del olivar bajo este sistema”. Y ha sido contundente ante las voces que niegan la posibilidad de que se amplíen las hectáreas de regadío en Córdoba: “Si no se amplía la superficie de riego en la provincia, el rol en la agricultura y la ganadería va a ser nulo”.

En esta línea ha insistido en que, salvo periodos excepcionales como el actual, “en Andalucía hay agua” y ha lamentado que toda aquella que se regenera en instalaciones municipales no pueda aprovecharse para la producción agraria o, directamente, se tire al mar. Por ello, el máximo representante de las cooperativas cordobesas ha reclamado que el Gobierno central dé luz verde a un nuevo decreto de sequía y trace una hoja de ruta clara en materia hídrica para poder garantizar la producción agraria y la actividad de las cooperativas, empresas que son sinónimo de desarrollo económico, fijan población y crean mucho empleo, “pero que se pueden ver en una situación comprometida si no hay producciones que entregar ni transformar”.

Situación dramática en el sector

Así, ha puesto de ejemplo la situación extrema de la ganadería cordobesa, “con una cabaña en descenso”, y con casos concretos como el del caprino, “que con precios históricos está más arruinado que nunca”, o la inquietud que hay entre los olivareros de la provincia, que prevén encadenar una nueva campaña de pérdidas de producción. También se ha referido a la nefasta campaña cerealista, cuya producción se está derivando a paja, y ha alertado de que pronto se sumarán a esta dramática realidad otras producciones como la aceituna de mesa, el vino, la almendra, los cítricos o el algodón, entre otros.

Ante estas difíciles circunstancias, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha reclamado, además de medidas y ayudas directas para el sector productor y las cooperativas, que se amplíe el plazo de presentación de las subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) y se retrase la entrada en vigor del cuaderno digital para apaciguar la sensación de impotencia que tienen agricultores y ganaderos ante una campaña jamás vista.

La Asamblea General de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha sido clausurada por el delegado territorial de agricultura en la provincia, Francisco Acosta Rosa, quien ha coincidido con el presidente de la organización en la necesidad de impulsar un pacto por el agua, “pero no sólo nacional, sino europeo”.