El Palacio de Viana tiene a sus espaldas más de cinco siglos de historia y, este viernes ha sumado un hecho sin precedentes: la celebración del último Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del año. Algo que, hasta la fecha, no había ocurrido en este emplazamiento de Córdoba -la última vez tuvo lugar en 2008 y estuvo presidido por Manuel Chaves- y que, a pesar de los anuncios hechos por parte de la Administración autonómica en la última semana, cogió a más de uno desprevenido.

Eso sí, no a una señora de mediana edad que se plantó en el acceso de esta casa señorial vinculada desde los siglos XV al XIX al señorío y posterior marquesado de Villaseca, que bien sabía quién venía y qué se iba a celebrar. Aunque en el interior del palacio ya estaban algunos de los delegados de la Junta en Córdoba, con sus respectivos responsables de prensa y resto de personal que no falta en este tipo de eventos, la señora bien sabía que por allí también estaría el alcalde de Córdoba, José María Bellido. Nada más llegar, la mujer no ocultó su alegría y al verle no tuvo tampoco reparo alguno en exclamar: “Mi alcalde, mi alcalde”. Y, claro, nobleza obliga o, simplemente por respeto, Bellido no tuvo más remedio que saludar a la mujer, que siguió a lo suyo cuando por Viana apareció el consejero de Salud, Jesús Aguirre. “A este también le conozco”, espetó. También pasó por allí la titular de Agricultura, Carmen Crespo, pero la señora no hizo ningún tipo declaración.

Y, mientras tanto, en la plazuela de acceso al Palacio de Viana –propiedad de la Fundación Cajasur– se fueron ubicando de manera estratégica los consabidos efectivos policiales y también los medios de comunicación a la espera de que llegara el presidente de la Junta, Juanma Moreno. Pero, minutos antes, llegaron varios representantes de la asociación de vecinos La Palabra, del barrio de Las Moreras, para denunciar el estado en el que se encuentran el 90% de las viviendas de esta zona. Iban armados con tres pequeñas pancartas, que no superaban el tamaño de una cartulina del clásico trabajo escolar, pero que tuvieron que ocultar por orden de laPolicía Nacional.

El despliegue de agentes policiales hizo, además, que más de un vecino de la zona se extrañara de su presencia, al igual que el trasiego y la llegada de vehículos oficiales. Más de uno no dudó en preguntar aquello tan clásico como eso de “qué pasa aquí o qué famoso viene”, otro clásico de este tipo de eventos.

La espera para que Juanma Moreno llegara a Viana apenas duró unos minutos sobre la hora prevista y, nada más bajar del coche, la mujer volvió a decir: “Mi presidente”, mientras que algunos de los integrantes del Consejo de Gobierno de laJunta llegaron a presentar a esta mujer al presidente como la “nueva consejera” entre sonrisas. Tras ello, el primero en saludar a Moreno, el alcalde, y tras él, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y todos los consejeros de la Administración autonómica.

Los medios gráficos pudieron obtener algunas imágenes de los prolegómenos del Consejo de Gobierno y, tras ello, comenzó esta sesión, la última del año, en la que se aprobaron numerosas propuestas. A su término y en el patio de Recibo del Palacio de Viana, gran parte de los consejeros, además del delegado del Gobierno en Córdoba, Antonio Repullo, y José María Bellido se sentaron para escuchar la rueda de prensa, que comenzó casi una hora más tarde de lo previsto para desesperación de los medios de comunicación citados.

Sin duda, una sesión en la que celebrar un nuevo hecho histórico en Córdoba, pero que para las próximas no estaría de mal que se dieran cuenta en la Junta –lo dijo hasta el propio Juanma Moreno– que a pesar de lo benévolo del tiempo de estos días, es diciembre, hace frío y un patio, por mucho que esté en Viana, es un patio.