Condenado un veterinario de Córdoba por la muerte de un perro por una negligencia en una esterilización

El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Córdoba ha condenado a un veterinario como responsable de una negligencia que se saldó con la muerte de un perro durante una operación de esterilización. El profesional deberá indemnizar a los propietarios de la mascota con una cantidad de 5.875,84 euros en concepto de gastos y daños morales. La abogada que ha llevado el caso, la cordobesa Dulcenombre Aguilera, ha explicado que se trata de la cuantía más elevada impuesta hasta el momento por un caso de este tipo, en el que un togado ha tenido en cuenta los daños morales que supone la pérdida de una mascota.

La sentencia, a la que ha tenido acceso El Día de Córdoba, declara la responsabilidad del veterinario "por actuación contraria a la de sus deberes profesionales y a su obligación de medios", por lo que le impone la citada condena.

La letrada, referente en bienestar animal, ha explicado que Homer "era un perro completamente sano, cariñoso, tranquilo, bueno y entrañable". Tras acudir a ser esterilizado por recomendación veterinaria a sus casi 10 años de edad "y tras una actuación completamente negligente murió" a consecuencia de una "mala praxis" por haber cosido la vejiga de la orina. El órgano quedó necrosado, seccionada la uretra y con un catéter cortado.

La familia solicitó al juez que declarara "el error en el procedimiento y tratamiento de Homer, así como que producto de este error se produjo la pérdida de oportunidad de salvar su vida". Por ello, pedía una condena por los gastos y daños morales sufridos como consecuencia de la pérdida de vida de la mascota. El profesional veterinario asumió la responsabilidad, aceptando el pago de la indemnización, según se explica en la sentencia.

Una negligencia veterinaria se refiere a la falta de cuidado, habilidad o diligencia que el titulado debe aplicar en el ejercicio de su profesión, lo que resulta en daño o sufrimiento para un animal. Esto puede incluir errores en el diagnóstico, tratamiento inadecuado o falta de atención adecuada, entre otros.

Cómo actuar ante una negligencia veterinaria

Los expertos explican que, ante una sospecha de negligencia, en primer lugar y de forma no excluyente se puede interponer una queja ante el Colegio Oficial de Veterinarios, para que los mismos interpongan las acciones que estimen procedentes.

Igualmente, el procedimiento se puede iniciar por vía extrajudicial, acudiendo directamente al veterinario en cuestión o a la clínica para llegar a un acuerdo económico y así evitar el cauce judicial para ambas partes. De ser infructuoso, existe la vía judicial; en este caso, será el juez quien determine la existencia de la negligencia veterinaria y la cuantía de la indemnización, teniendo en cuenta el valor patrimonial del animal, los gastos veterinarios y el daño moral sufrido.