Córdoba

El comedor social de los Trinitarios retoma la actividad el lunes 8 de junio

  • La entidad prestará el servicio de comida desde el centro de día de la calle Sagunto

  • La Fundación Prolibertas destaca que "cuando aumenta la demanda, la ayuda también crece" 

Trabajadoras del comedor social de los Trinitarios.

Trabajadoras del comedor social de los Trinitarios. / El Día

Antes de que comenzara la pandemia del coronavirus, en el comedor social de los Trinitarios de Córdoba no atendían a familias completas y la media de comidas superaba levemente el centenar al día. La actividad en este espacio ha sido constante desde que se decretó el estado de alarma por la crisis del covid-19 y no se ha visto apenas interrumpida, a pesar de todas las medidas de restricción de movilidad.

Durante todo este tiempo, han seguido con el reparto de comida "y nos hemos adaptado a las exigencias del estado de alarma", según ha explicado a el Día el delegado de la Fundación Prolibertas en Córdoba, Eduardo García, "para no dejar desatendidas a las personas". Una de esas exigencias, ha recordado, fue el cierre del propio comedor -que en 2019 cumplió tres décadas de vida- el pasado 13 de marzo y, desde entonces, "repartimos la comida en tápers desechables, bocadillos y leche dos veces a la semana".

Lo que no se cerró fue el servicio de ducha, es más, se amplió el horario, aunque tras la apertura del colegio mayor Séneca para acoger a personas sin hogar se clausuró. Y allí es donde también han llevado en todos estos días hasta 160 comidas cada jornada.

Justo cuando Córdoba estrena su paso a la fase 3 de la desescalada, la actividad volverá al centro de día, ubicado en la calle Sagunto. Desde el patio de este centro de la Fundación Prolibertas se repartirá la comida siguiendo un sistema mixto. 

Así, según ha detallado, se entregará bolsas con la comida en tápers desechables a quienes tienen un domicilio y pueden comer en sus casas mientras que aquellas personas que "están en situación de calle podrán comer el centro". 

Para ello, ha anotado, se ha habilitado un espacio en el centro de día de la calle Sagunto, que tiene capacidad para 26 personas, donde podrán comer y donde también está garantizado el cumplimiento de las medidas de distancia social establecidas para evitar contagios por covid-19.

Ahora que la pandemia va poco a poco ralentizándose en Córdoba, García ha aprovechado para hacer un pequeño balance y también ha reconocido que las peticiones de alimento "crecieron durante las primeras semanas del estado de alarma". "Al principio estábamos sobrepasados y la crisis se ha visto agravada", ha subrayado.

La crisis del coronavirus, además, ha provocado que hasta el comedor hayan acudido nuevos perfiles de personas que "no venían antes, como personas que se han quedado en el paro o quienes se han visto afectadas por un expediente de regulación de empleo temporal". 

Otro de los aspectos a los que ha aludido es que a pesar de la situación financiera que hay en Córdoba, "la solidaridad durante la pandemia no se ha detenido". Es más, "cuando aumenta la demanda, la ayuda también crece", ha considerado. 

García, además, ha mostrado su agradecimiento a todas las personas y entidades que durante estos más de dos meses han colaborado con ellos para poder seguir prestando este servicio de atención y también los voluntarios, al tiempo, que reconoce que la mayor parte de las personas que colaboran con ellos de manera desinteresada tienen más de 60 años, por lo que durante la crisis del coronavirus han sido población de riesgo. 

Otro de los aspectos a los que ha hecho referencia es que el espacio del que disponen es insuficiente para poder seguir llevando a cabo su trabajo. "Las instalaciones no dan para más y nos urge contar con unas instalaciones acorde a ello", subraya. 

No en vano, la entidad espera la ampliación de la cesión del antiguo cuartel de Lepanto para trasladar allí su comedor social, que ha prestado más de 210.000 servicios de alimentación desde 2007.

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