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Casas patio sin patio, viviendas que no te esperarías en el Casco Histórico de Córdoba, estructuras de formas rompedoras, chalés que se integran en la Sierra sin importunar a la naturaleza. La arquitectura más vanguardista deja su huella en la provincia en edificios púbicos y plazas, en bibliotecas y teatros, en la mayor parte de las ocasiones financiada por las administraciones, como da cuenta la recién publicada C-Guide de arquitectura contemporánea, en la que la provincia se codea con ciudades punteras como Londres, París o Los Ángeles. En este especial, sin embargo, entramos a doce viviendas particulares que muestran el buen hacer de los arquitectos en un ámbito en el que Córdoba empieza a destacar. De la capital a Pozoblanco, de Iznájar a Cabra, aquí van doce viviendas de portada de revista.
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Construida por Canales Lombardero en 2008, esta Casa Patio sin Patio fue premio Félix Hernández del Colegio de Arquitectos de Córdoba. Ubicada en la calle Roma, en El Brillante, recoge los elementos más destacados ofrecidos por la tipología tradicional de la casa patio a través de una sensibilidad contemporánea, según la propia descripción de sus creadores. Aquí, el patio es sustituido por el conjunto de efectos que produce, por la atmósfera de un lucernario curvilíneo. La planta baja flota ligeramente sobre el suelo con grandes cristaleras que introducen fragmentos vegetales del jardín en la propia casa. En su salida por la cocina, la vivienda se encalla en la tierra y hace descender una cubierta salpicada de terrones y pedruscos que se desarrolla desde los ventanales de los dormitorios, con vistas a la Sierra, sobre todo el salón.
Alfonso Rodríguez Herrero firma esta vivienda terminada de construir en 1999 en los Llanos de Arjona, en la Sierra Morena cordobesa, en una parcela de 2.500 metros cuadrados. El arquitecto quiso respetar la vegetación existente, de manera que "la edificación se implanta sin suprimir ni un solo árbol y adaptándose al terreno". El resultado es que, en palabras del propio arquitecto, "cada árbol justifica un quiebro y la pendiente, los escalonamientos". Y, sobre todo, "la parcela se mantiene virgen, con la vegetación autóctona". El problema surgió en la cubierta, pues unas "absurdas ordenanzas" obligaron a emplear tejas y prohibían cualquier proporción horizontal con la finalidad de que el resultado fuese impostadamente pintoresco. El autor le da un inesperado giro a este requisito y coloca cubiertas "de pabellón, tradicionales, de teja, pero invirtiendo el sentido de la pendiente hacia adentro, a manera de parodia". El agua de lluvia se reaprovecha en la piscina y, gracias a la bomba de la depuradora, el agua se eleva hasta la cubierta y permite mantener una temperatura fresca.
Construida por Rafael Alcántara en 2014, la gran peculiaridad es que el solar se encajona entre dos parcelas con cotas más elevadas. En la margen izquierda, se crea un pequeño jardín privado, en torno al cual se dispone una pieza de planta baja y completamente acristalada buscando la mejor orientación para recibir luz natural. Esta estructura alberga las estancias diurnas. Sobre la planta baja se apoyan tres cajas: la principal alberga la zona de dormitorios y dibuja un gran porche, y las otras dos configuran una biblioteca y un dormitorio independiente. La configuración de estas piezas hace que se generen espacios aterrazados o tipo patio que aportan gran riqueza espacial al conjunto y con la que el arquitecto, según su propia descripción, busca en todo momento que cada estancia disponga de alguna manera de una prolongación hacia el exterior.
En la provincia también hay formidables ejemplos de viviendas unifamiliares de estilo contemporáneo. La llamada Casa Lopera (2017) de Pozoblanco es obra de David Ruiz Molina y saca el máximo rendimiento a tres ideas fundamentales: la luz natural, la entrada a través de un jardín y la relación abierto-cerrado. El autor proyecta una planta en forma de H, mientras que la geometría "pura y limpia" potencia la privacidad de la propuesta. A la vivienda se accede por un pequeño patio con un jardín vertical como una interpretación de la tradición andaluza. Las estancias se estructuran en torno a dos patios; en la planta baja están el garaje, la cocina, el comedor, el aseo, el almacén y la zona de lavado, mientras que en la planta alta se ubican los dormitorios y un estudio-biblioteca. Todo en este proyecto está pensado al milímetro, de manera que el mobiliario se integra con la arquitectura para generar espacios limpios y funcionales.
Chip&Chop House, de 2021, es otro de los grandes ejemplos de arquitectura contemporánea que jalonan las calles de Pozoblanco. También la firma David Ruiz Molina y su inclusión en la C-Guide está en el interior, tras la sobria fachada de cal blanca. Es un edificio en forma de U que se estructura en torno a un patio central, al que dan las distintas habitaciones y que distribuye la ventilación a todos los espacios. La planta baja consta de entrada, salón-cocina-comedor, dormitorio principal, baño, tocador, instalaciones y área de lavado; el nivel superior consta de un estudio-biblioteca con terraza y baño. El autor, según describe él mismo, persigue un carácter "puro y radical" en el que la "geometría de líneas simples crea un volumen masivo". Las superficies interiores son todas blancas, con la idea de crear un espacio minimalista para el "pensamiento contemplativo".
Rafael Alcántara firma también esta vivienda unifamiliar ubicada en la calle Santa Isabel, en pleno Casco Histórico de Córdoba. Es una construcción de 2009 de pequeño tamaño con la particularidad de que presenta doble fachada a calles paralelas y que, como es habitual en la zona, cuenta con un patio central. Así pues, la propuesta respeta la disposición original, aunque también innova: por un lado, se rehabilita la crujía de una de las fachadas que se encuentra protegida por el planeamiento urbanístico de la ciudad, y por otro lado dispone una pieza de nueva planta en la fachada opuesta. Todas las estancias de la casa quedan relacionadas visualmente a través del patio.
Otra creación de Rafael Alcántara, en esta ocasión la rehabilitación de una vivienda en la calle Hinojo, muy cerca de San Agustín, fechada en 2018. Las actuaciones se centraron en la consolidación estructural del edificio y la renovación completa de acabados, instalaciones y carpinterías. Dada la estrechez del patio, se opta por situar la zona de día en la planta primera y se incorpora una habitación a modo de solarium, lo que tiene como resultado el disfrute de un espacio semi exterior. Para la escalera, se toma como premisa la necesidad de hacerla lo más transparente posible con el fin de hacer partícipes a las estancias principales del pequeño patio central.
El Chalet San Luis, obra de Juan Cuenca, data de 1979 y es un clásico de la arquitectura contemporánea de Córdoba. Con esta construcción, el autor rinde homenaje a los Five Architects, un grupo muy en boga en aquellos años. Ubicada en la calle Poeta Federico García Lorca, el proyecto se concibe como un volumen unitario al que se le sustraen piezas sencillas. Esta operación permite dejar al aire la estructura porticada de hormigón y dar lugar a una serie de espacios de transición entre el interior y el exterior, lo público y lo privado. La vivienda se desarrolla en dos plantas que se complementan con una cubierta plana para uso y disfrute de sus propietarios y que se extiende a toda la edificación.
Carmen Martínez de Quesada firma esta promoción de 12 viviendas públicas en Iznájar, construidas en 2008 y un ejemplo clarividente de que la buena arquitectura también puede responder a presupuestos más ajustados. La propuesta exprime las exigencias normativas para trascender los modelos al uso de casa social, como subraya la autora, que idea un trazado en L en planta baja para organizar el acceso a través del patio, configurándose como extensión natural del salón. Las características topográficas y paisajísticas lo condicionan todo, problemas que se resuelven con un escalonamiento de cada vivienda. Esta solución permite, además, la contemplación permanente del pantano y de la sierra que envuelve la urbanización.
Cuenta José Amo que la vivienda construida en el año 2000 en el número 8 de la calle Obispo Bacauda, en Cabra, "carece de la idea de una fachada exterior". Y, de hecho, el cerramiento exterior del frente de la parcela se retranquea en el punto de acceso a la propiedad, lo que para el arquitecto es un "gesto para generar un umbral de transición entre lo particular y lo colectivo". Conforme a este mismo propósito dual, la casa tiende a buscar un "paisaje hacia adentro". Así quiere "adelgazar los límites" entre lo que es estar dentro o fuera. A medida que se circula por los ámbitos del jardín, el patio y los porches, cambian las alturas y los ángulos de visión. Y para crear diferentes perspectivas se introducen desniveles a lo largo de los recorridos, siempre evitando grandes movimientos de tierra.
Obra de Caravaca + Suárez, esta vivienda ubicada en el número 7 de la calle Martín de Saavedra de Córdoba capital se construyó en 2003 y fue finalista en la décima edición del Premio Félix Hernández del Colegio de Arquitectos de Córdoba. Se trata de una vivienda unifamiliar aislada en una parcela ubicada en el barrio de El Brillante y consta de dos plantas más sótano. En la planta baja, la zona de día -salón, comedor y cocina- se complementa con un dormitorio; la planta superior presenta los dormitorios principales y el estudio, mientras que el garaje se sitúa en el sótano. La piscina se adosa a la edificación y se concibe como parte integrante de la misma, hasta el punto de que llega a incorporar las instalaciones auxiliares del sistema de depuración de agua en las distintas plataformas que se crean para facilitar el acceso y la estancia.
En el año 2005, en la calle Colombia, en mitad de Huerta de la Reina, surgió Casa Baraka, de fachada rompedora con sus colores amarillo y rojo. Cuenta el estudio Plan 9, autor del diseño, que optaron por "explorar, innovar y experimentar" en esta parcela de 165 metros cuadrados. El resultado es un edificio "joven e informal" que en tres niveles acoge cuatro viviendas, local comercial y garaje para cinco vehículos; como materiales constructivos, elementos prefabricados y diferentes estructuras. Desde el exterior, los huecos de las ventanas ya adivinan el movimiento interior, pues se han particularizado de acuerdo a las demandas de los distintos propietarios: piso de soltero, dúplex, una familia joven y la casa de arquitectos.
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