Música Urbana

¿Quién es el cantante que se mete en la piel de Luis Miguel en las calles de Córdoba?

Toni Rivas interpreta uno de sus temas en la calle Cruz Conde.

Toni Rivas interpreta uno de sus temas en la calle Cruz Conde. / Juan Ayala

La interpretación que hace de la canción melódica en las calles de Córdoba no deja indiferente a nadie y no solo de la canción melódica. Lo mismo asume la voz de Luis Miguel para ofrecer la balada Por debajo de la mesa, que un día firmara Armando Manzanero, que se mete en la piel de José Manuel Soto para hacer suya Por ella, o en la de Julio Iglesias para también hacer suya Quijote -firmada por el propio Julio Iglesias junto a los componentes del Duó Dinámico y Giovanni Belfiore-; incluso realiza unas interpretaciones magistrales de Agárrate a mí MaríaPero a tu lado y Ojos de gata, que inmortalizara el gran Enrique Urquijo en los discos de Los Secretos.

Su nombre es Toni Rivas, nació en Córdoba en 1965 y se presenta como un músico que, dados estos tiempos tan difíciles que corren para la lírica, ofrece hasta serenatas y conciertos a domicilio. "Si la música me llama, voy", defiende. Lo suyo no es realizar imitaciones de los distintos artistas de los que interpreta versiones, sino llevar esos temas a los registros que mejor maneja, los suyos propios.

Empezó a cantar a los 12 años en un grupo formado con amigos que recorrían actuando la ciudad y distintos pueblos de la provincia con unas guitarras, grupo al que dieron en bautizar como Los Sultanes Cordobeses. En aquella época interpretaban esas canciones que asegura que "nunca mueren" como son los pasodobles, las rumbas, las sevillanas. Luego formó parte de Oro y Plata, con el que grabó un par de discos y recorrió parte de la geografía española, en un tiempo en el que buena parte de la músico se movía al son de la BBC, "bodas, bautizos y comuniones". Y su último proyecto fue Los de Sierra Morena, del que ya está desvinculado.

"Hubo un momento, hace unas dos décadas, en el que me salían galas una después de otra, pero mi hijo se puso muy mal con una enfermedad muy grave y abandoné la música para dedicarme a él", refiere. Su hijo, Alberto, un enamorado también de la música como su padre, tenía cinco años cuando quedó finalista en el programa de televisión Veo, veo, de Teresa Rabal, con la canción Bailar pegados, con la que Sergio Dalma compitió en el festival de Eurovisión. Tres años más tarde volvió a quedar finalista en ese programa, al que ya acudía a grabar con dolores de cabeza, meses después -con nueve años- le detectaron un tumor cerebral. "Ahora, mi nene, aunque con secuelas y limitaciones, porque sufre un daño cerebral, sigue adelante, que es lo importante, y me he animado a volver a la música", insiste. 

Este "músico callejero", como él mismo se define, no rehúye ningún estilo, incluso se atreve con las sevillanas que marcaron su vida, que, como el resto de su música, interpreta, al igual que sus baladas o rumbas, o en la calle Cruz Conde, en la Ribera e incluso en el mismo Puente Romano. Toni tiene su particular sistema de promoción. Sus interpretaciones en la calle las graba y luego las sube a sus redes sociales. En ellas se le ve como entre verso y verso les da las gracias a quienes le muestran lo bien que lo hace, a quienes premian su arte, entregándole algunos céntimos o euros.  "Los cordobeses cada día más generosos. Me siento agradecido y bendecido viendo como los cordobeses disfrutan de mi música en las calles más emblemáticas de Córdoba", sostiene.

Toni Rivas interpreta uno de los temas de su repertorio en la calle Cruz Conde. Toni Rivas interpreta uno de los temas de su repertorio en la calle Cruz Conde.

Toni Rivas interpreta uno de los temas de su repertorio en la calle Cruz Conde. / Juan Ayala

Uno de los últimos vídeos que ha subido lo ha grabado una chica que pasaba caminando por la calle junto a la Mezquita-Catedral mientras él cantaba uno de esos inmortales temas que incluye en su repertorio, entre los que tampoco falta Por el amor de una mujer, de Danny Daniel. "Ella hablaba en inglés y yo con gestos le hice entender que cuando tuviera tiempo me pasara el vídeo por WhatsApp. Me encanta el idioma universal de los gestos...", relata.

Para él, que es comercial de cosmética coreana, ser un músico callejero es una forma de seguir manteniendo su sueño de interpretar música sea bajo el estilo que sea. "Hace unos días, mientras cantaba en el Centro de Córdoba noté que a muchas personas que estaban pasando por allí les gustaba el pasodoble que entonces estaba interpretando, por lo que me arranqué con La morena de mi copla", refiere. Tampoco falta en su repertorio el clásico Soy cordobés y una de las canciones que se siente más orgulloso a la hora de interpretarla es Libre, que inmortalizara Nino Bravo. Todo ello entre los a veces "bravo" que le lanza un siempre bien agradecido público; porque uno de sus méritos es el de convertir a los transeuntes que pasan por delante de él en parte de su público.

Últimamente uno de sus escenarios más frecuentados es la calle Cruz Conde; sin embargo, Toni, que empezó ya en "esto de ser músico callejero" en Córdoba hace unos años y cuyo sueño por cumplir es el de dar la vuelta al mundo cantando, ha ofrecido sus conciertos en lugares de la ciudad que van desde la zona del Vial Norte hasta la Puerta del Puente, pasando por los aledaños del Bulevar o La Judería.

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