Ca7riel y Paco Amoroso transportan a Córdoba a su universo

Los argentinos apuestan por un show lleno de luces en el Córdoba Live

Las mejores imágenes del concierto

Ca7riel y Paco Amoroso incendian el Córdoba Live, en imágenes / Miguel Ángel Salas

Era miércoles, pero el verano es para fundir los planes y da igual el día de la semana que sea a estas alturas de julio. Un plan que empezaba a las 21:00 con los argentinos Ca7riel y Paco Amoroso en el Festival Córdoba Live. Antes de pisar las tablas, dos lonas gigantes adornan el escenario, en las que se podían ver las caras de los artistas, con sus mejores y característicos posados.

En primera fila mucho cartel y abanicos, como complemento estrella siempre. También gafas de sol de todos los colores. Pantalones largos hay pocos, todos apuestan por unos shorts cómodos que no impidan saltar al ritmo de la música. Cuando un operario intenta colocar los instrumentos, el público lo recibe con gritos, gritos que intentan llamar a los argentinos para que dejen todo y salgan a entonar sus éxitos. “Ay he visto a uno”, dicen por la pista.

Tiene un ojo en el escenario y otro mirando a la trasera de la plataforma. Fuegos introducen a los chicos al escenario mientras que con sus looks bien trabajados se posan en escena. De negro entero uno, y con un pantalón azul y camiseta de tirantes con pañuelo rojo al cuello, otro. A las 21:30 la gente ya salta en la pista, los argentinos son como un viento de aire fresco que les introduce en este miércoles de festival. Es Dumbai lo que suena en Córdoba y los móviles inmortalizan hasta los tatuajes que los artistas llevan en su cuerpo. Luego suena Baby Gansta, mientras el dúo sigue sentado en esas sillas que les posiciona como reyes de la escena. La batería de los asistentes parece eterna, incluso los graban mientras imitan instrumentos y se balancean sin perder el control de la música.

Ca7riel y Paco Amoroso incendian el Córdoba Live, en imágenes / Miguel Ángel Salas

Llega el turno de Impostor mientras ponen una guitarra verde pistacho bocabajo y se posan como un bastón, luego la sostiene mientras deleita a su público como si dominara las cuerdas desde que nació “quien ha venido con ganas de bailar esta noche”, dice el Ca7riel. Los looks de la pista llaman más que la atención, gorros de invierno para protegerse de la nieve en pleno mes de julio en Córdoba se combinan con sombreros de pescador, vestidos estampados y camisetas del dúo, que también estaban invitadas.

Este espectáculo es un gozo creativo, que sabe fusionar la música, la moda y la puesta en escena. Es más, la comunicación de estos pilares se mimetiza con el ambiente, donde tantos los asistentes como el dúo ponen su granito de arena. “De Córdoba a Buenos Aires”, exclaman. Luego, llega Mi Deseo.

Mientras que el sol se esconde en la ciudad, el público se relaja y se une con el espectáculo. Cambios de ritmos, sonidos, pero mismo ambiente. Los artistas posan, se abanican con sus manos y miran al público con sus gafas negras. Paco sigue con su instrumento color pistacho hasta retorcerse en escena.

Luego, le chilla al público “como la están pasando ahí, en esta calurosa tarde. Gracias a todos por venir en serio”, dicen con su acento más característico. Seguro que estos fans nacieron "para bailar pegaíto" cuando cantan Cosas ricas. También saben como llegar al corazón de los asistentes “esta canción habla de cuando te deja tu novia”, introducen. Empieza la letra un poco más triste, más nostálgica. Con Pirlo los espectadores encienden la linterna del móvil, aun la noche no ha llegado al recinto, pero los sentimientos, sí. Un minuto antes de ser la 22:00, el recinto nostálgico se acuerda de esos amores que parten hacia otro destino.

Ca7riel y Paco Amoroso incendian el Córdoba Live, en imágenes / Miguel Ángel Salas

Nueva hora, nuevo registro. Las sillas desaparecen del escenario y ya pueden bailar. Es que para cantar el exitoso tema La que puede, puede no se puede hacer de otra forma. Hasta burbujas salen en de la primera línea del foso cuando Paco empieza a rapear el público se desconoce y lo da todo. En parar y posar son expertos sacados de una revista. Las luces discotequeras y un poco futuristas se combinan con sus gafas, forman parte de la escena y van al ritmo de sus canciones.

Con la noche llegan sonidos más intensos, mientras Paco escucha que gritan su nombre se coloca la mano tras el oído. En la siguiente canción el look negro de Paco se completa con un sombrero de vaquero mientras que las luces y el fuego continúan a juego con Mcfly y luego llegan Ouke y Cono hielo.

Gente de todas las edades disfrutan de esta entrega del festival. Miran a los ojos a sus acompañantes mientras los argentinos dicen esa estrofa que suena así: “Tú eres mi amigo”.

Córdoba sabía lo que toca ahora, uno de sus éxitos más pegadizos, llega El único sobre las 22:34. El estribillo se lo saben de memoria, los instrumentos se callan para que solo se escuche al público. El concierto se apaga, pero del fuego y las luces, aún queda mucho poder.

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