Ayuda internacional

Los bomberos de Córdoba regresan del epicentro del terremoto de Turquía: "Hemos dado todo lo que hemos podido"

Regreso a Córdoba de los tres bomberos cordobeses

"Eres mi superhéroe favorito". Esa es la frase que, escrita sobre un globo, daba la bienvenida a los tres bomberos de Córdoba que se desplazaron el pasado 6 de febrero al epicentro del terremoto que ha provocado más de 35.000 muertes en Turquía y Siria. Y es que Antonio Caballero, Salva García y José Gregorio Martín, los tres profesionales del Consorcio Provincial de Bomberos de Córdoba, descansan desde la tarde del lunes en su tierra tras seis días de colaboración en suelo turco rescatando a supervivientes de la catástrofe.

A las 17:57 llegó el AVE a la estación de Córdoba y decenas de familiares y compañeros de profesión  recibieron entre aplausos, con los brazos abiertos y emocionados, a los tres bomberos pertenecientes a los parques de Baena, Puente Genil y Priego de Córdoba, acompañados de los dos perros especialistas en rescate de personas, Bolo y Harpo, que también han sido muy importantes en la misión de rescate.

Una calurosa bienvenida de lo más emotiva que Antonio Caballero ha agradecido después de "una experiencia my fuerte" en una ciudad de unos 150.000 habitantes en la que, como apunta el bombero, "el 100% de la población está fuera de su casa porque el 80% de las vivendas están derruidas". Un hecho que los ha dejado "impactados", sobre todo porque allí "las viviendas no son las habituales de aquí y han colapsado totalmente por el terremoto". 

Como ha explicado Caballero tras su recibimiento, los tres bomberos, como miembros del grupo de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras (BSUF), recibieron el pasado lunes 6 de febrero la llamada pidiendo ayuda internacional ante el terremoto acontecido. Ellos acudieron en el primer vuelo disponible y, una vez llegaron a Turquía, se pusieron en manos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que les asignaron la ciudad de Elbistan. Una vez allí, los bomberos cordobeses actuaban donde las autoridades turcas les pedían.

En total, el trabajo duró casi una semana y fue de "día y noche, sin descanso": "No hemos dormido, no hemos descansado ni comido apenas. El primer día no dormimos nada y luego, hemos tenido una media de dos horas de sueño al día cuando nos podíamos echar en el saco en el suelo un rato. El bajón nos dio cuando las autoridades turcas dijeron que terminaban las labores de búsqueda y que volviésemos a casa. Ahí fue cuando nos vino el cansacio de todos estos días", ha señalado el bombero del parque de Baena.

Los bomberos de Córdoba que viajaron a Turquía junto a sus familias en la estación. Los bomberos de Córdoba que viajaron a Turquía junto a sus familias en la estación.

Los bomberos de Córdoba que viajaron a Turquía junto a sus familias en la estación. / Juan Ayala

"Hemos dado todo lo que hemos podido día y noche en unas condiciones climáticas adversas", ha añadido el profesional, quien ha hecho hincapié en que las circunstancias fueron muy difíciles por la dureza del clima, con temperaturas que llegan a los 20 grados bajo cero por las madrugadas con crueles heladas, mientras que, como máximo, se registraban temperaturas de menos cinco o menos seis grados. Pese a ello, Caballero ha destacado que la ayuda tras la catástrofe estuvo "muy bien organizada" y que el pueblo turco les ha "arropado y mimado".

Ya ha pasado lo peor de la tragedia y con lo que se queda este equipo de bomberos es con el rescate de una chica de 25 años que llevaba tres días sepultada bajo los escombros. Fue "muy complicado y laborioso", pues duró 14 horas desde la localización de la afectada hasta su rescate, ya que "estaba totalmente atrapada, no era ni visible ni accesible". Pese a ello, pudieron sacarla por una pequeña galería que construyeron. "La detectamos con una llamada escucha primero y luego confirmamos gracias a los perros que había vida bajo los escombros", ha precisado Caballero, quien ha admitido que fue "impactante" y que están "contentos porque la chica se está recuperando en el hospital".

Así, y tras seis días lejos de casa salvando vidas en condiciones extremas, los bomberos Antonio Caballero, Salva García y José Gregorio Martín han podido regresar sanos y salvos a sus casas y ya descansan en Córdoba junto a sus familiares, quienes ya en la estación de trenes y con lágrimas en los ojos, se ha encargado de demostrarles que son unos auténticos superhéroes.

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