El azahar conquista el mundo

Abril ha venido este año cargado de sorpresas en un inicio de primavera en que la principal protagonista ha sido la flor de azahar. Desde los primeros días de este mes, la ciudad de Córdoba ha sido testigo de un evento original y alegre: el reparto de flores de azahar en pequeños sobres, que los voluntarios de Rurápolis han distribuido en diferentes puntos de la capital para que visitantes y cordobeses hiciesen "un regalo muy especial". "Abre el azahar es un evento de ciudad que busca en un hecho tan inseparable de la identidad de la provincia de Córdoba, como es la apertura de la flor del naranjo", explica Francisco Gordejo, socio director de la División de Turismo de Rurápolis. Es un proyecto que tiene como objetivo el de aumentar la visibilidad de la capital cordobesa en el Turismo de la Cultura de la Flor, una idea original que ha tenido como referente otras zonas de España, como el Valle del Jerte, y otros países como Japón que conmemoran, en este caso, la floración del cerezo. Córdoba, comenta Gordejo, "es una ciudad que tiene muy presente la llegada de la primavera en sus manifestaciones populares, entre las cuales cuenta con las Cruces y la Fiesta de los Patios, considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2012 por la Unesco". Estas fiestas propias de Córdoba y su provincia componen el segundo pilar del turismo de la capital y el objetivo principal del evento de Abre el Azahar es la de elevar la cultura de la flor e impulsar su arraigo en la sociedad y asentar así la floración del naranjo como motivo de celebración y reclamo turístico.

Este programa, apoyado por el Ayuntamiento y la Diputación, se ha enmarcado en tres pasos principales: la distribución de sobres con flores de azahar para su envío a cualquier punto del planeta, un ciclo de cursos y actividades -entre ellas un concurso de fotografía-, y un congreso en el Real Jardín Botánico que pondrá el broche final, el 22 de abril, con una serie de charlas y una exposición de dibujos realizados por alumnos de los colegios de la provincia.

Quizá lo más llamativo de este proyecto haya sido la entrega de los sobres plegables con flores de azahar en su interior. Para conservar el aroma natural de la flor hasta la llegada a su destino, ésta se mantiene protegida por un filtro. "Las flores proceden de una finca de naranjos, propiedad de una fundación cordobesa para la integración laboral de personas discapacitadas, y han sido recolectadas con mucho cariño por sus integrantes", explica Francisco Gordejo.

Cada visitante que se acercó a los puntos de distribución pudo hacerse con uno de estos sobres, en cuya la solapa interior hay un espacio reservado para escribir un mensaje personalizado. Estas cartas han sido enviadas a los cinco continentes, a lugares tan dispares como Alaska, Singapur, Hawai y Moscú, con mensajes emotivos y conmovedores, tales como: "Si nosotros no vamos a Córdoba, que Córdoba venga a nosotros". Casi todos los participantes coinciden en que, con esta iniciativa, se está logrando enviar "un trocito de la ciudad" de la Mezquita, de la Judería y del Puente Romano. Una ciudad con "gran legado histórico y cultural" del que el azahar siempre fue testigo mudo. Muchos de estos sobres, por tanto, han sido recibidos en el extranjero "entre lágrimas de alegría y añoranza", indica Gordejo. Ejemplo de esto, son las palabras que han compartido los participantes del evento que mandaron los sobres. Otro de los mensajes reza así: "Aquí te mando la esencia de tu tierra en primavera y la fragancia que nos invade para que no la olvides".

En total, el número de sobres enviados asciende a 20.000, cifras que han superado las expectativas de sus organizadores. "Esta iniciativa ha calado en la ciudadanía", afirma el director de Rurápolis. "El éxito de este proyecto es resultado de la implicación de los visitantes y cordobeses en este evento tan novedoso y lleno de buena voluntad". Y es que, en palabras de Gordejo, "Córdoba se ha enamorado de esta idea". Y, a pesar de la dificultad que supone abrir camino en cualquier proyecto, "el cariño y la participación de los ciudadanos ha hecho que esta iniciativa haya sido posible". Con todo esto, Rurápolis no duda en continuar en un futuro con "este acto de hermandad" que tiene como símbolo el aroma de la flor del naranjo. La celebración de las flores como evento cultural "repercutirá además de forma muy positiva" en el sector del Turismo durante la primavera. Gordejo concluyó expresando su deseo de "potenciar en nuestra ciudad la cultura entorno a la flor".