Autoescuela Séneca: la consciencia de la seguridad vial
Comercios con historia
Desde su primera sede en el Centro en los años 70, el negocio ha crecido expandiéndose por distintos barrios de la ciudad
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Córdoba/La Autoescuela Séneca fue fundada en los años 70 por Rafael Cruz, si bien más de medio siglo después sigue latiendo con la misma fuerza en la ciudad. La primera sede de esta entidad se situó en pleno Centro de Córdoba, en la calle Cruz Conde, desde donde comenzó una expansión que le llevó primero a la avenida Rabanales; actualmente, ejerce en zonas como la avenida de los Almogávares, Cañito Bazán o Carlos III.
Cruz tuvo tres hijos, pero fueron dos los que cogieron el relevo de una empresa que ha crecido muchísimo, tanto que ahora no solo se dedica al mundo de la seguridad vial, sino que también ofrece un amplio catálogo de formación de diferentes modalidades, desde cursos para desempleados a diseño de páginas web o docencia. Una diversificación del negocio con la ampliación de servicios, pero sin desprenderse del sello con el que nació.
Cuenta uno de sus actuales gerentes, descendiente del fundador, que la Autoescuela Séneca fue de las primeras en abrir una sede en un barrio, ya que al principio todos estos establecimientos estaban situados en el Centro de la ciudad, siguiendo la tendencia de la época. Una vía de negocio que continuó con el paso de los años llegando a más barriadas gracias al impulso de Rafael Cruz, que se mantuvo al frente del negocio hasta hace apenas una década.
Echando la vista atrás, en sus primeros años, la autoescuela recibía alumnos de toda la provincia. Eso, según recuerda Rafael Cruz, uno de los hijos del fundador, originaba un vínculo tal que, cuando las personas conseguían aprobar, te obsequiaban con productos tradicionales de su localidad. Y es que por entonces, con la tecnología no tan presente como ahora, el negocio era descrito como "bonito" y sacarse el carné de conducir se volvía algo muy especial.
Todo, en unos tiempos en los que “en las autoescuelas la gente aprendía a leer y a escribir haciendo los test", convirtiéndose además en una herramienta más contra el analfabetismo de parte de la población en aquellos años. “Se permitía antiguamente que la gente que no sabía ni leer ni escribir hicieran los test por vídeo, eran los neolectores”, explica el gerente, que valora que la educación vial podía ser un antes y después en la vida de mucha gente, ya que también les aportaba en otros ámbitos.
Cruz piensa que la autoescuela es un negocio muy familiar. “Nosotros, aparte de que nos hemos transformado mucho, creemos que el negocio está basado en tener una clientela bastante familiar. Ahora están viniendo terceras generaciones. Nosotros hemos fomentado eso en los barrios en los que estábamos”, comenta.
“Se han perdido mucho las clases teóricas y una de las cosas que pedimos las autoescuelas es que haya clases teóricas obligatorias, que las hay en todo Europa menos en España, pero el sistema no ha cambiado", sostiene Rafael Cruz, que entre las novedades de hoy en día apunta que gracias a la tecnología "ahora utilizamos muchas clases online".
Y hace referencia también a que "los libros siempre van actualizándose, porque con dos años están ya desfasados", adaptándose a los cambios que se producen en cuanto al cinturón de seguridad, la sillita para los bebés, el uso de casco, que "era solo obligatorio en carretera", los carriles bici...
Para Cruz, obtener la licencia de conducir “te da una independencia brutal; yo no concibo no tener carné”. Si bien recuerda que antes era mucho más fácil sacarte la licencia porque no había rondas, glorietas, circunvalaciones... construcciones que han hecho más díficil la vida de los conductores y que hacen que "el índice de suspensos sea mayor". De hecho, hubo un tiempo donde los exámenes de Córdoba estaban reducidos a unas áreas muy concretas, pues "salían del Sector Sur y el polígono de la Torrecilla”.
Además de estar al frente de autoescuela Séneca, Rafael Cruz también es presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Córdoba (APAC) y de la Unión Federal de Autoescuelas Andaluzas, e indica que “para el tema de las autoescuelas, en el año 1992 un carné valía más caro que ahora. El sector de la autoescuela ha entrado en una dinámica de guerra de precios, competencia brutal, donde estamos por debajo de los precios de ese año".
Ahora el sector está en un estado delicado, aunque Córdoba tiene una mentalidad muy buena porque, según Cruz, tenemos un nivel de autoescuelas "buenísimo”. “En Córdoba se puede aprender bien porque te entra de todo; se aprende muy bien porque es muy completa”, insiste. Aunque sigue pendiente de su problema más latente, “hemos cambiado de año y todo sube, pero la autoescuela no cambia sus precios".
“Lo que nosotros pedimos es que la gente asista a la autoescuela, la seguridad vial no es solo enseñar, es concienciar a la población. Yo te puedo hablar a ti del alcohol, pero es en los cursos de puntos donde viene el chaval en silla de ruedas y te habla del problema”, continúa Rafael Cruz. Una forma de divulgar información de calidad, donde los usuarios sean cada vez más conscientes de la responsabilidad que tienen al coger un vehículo. Una consciencia social que no entiende de años.
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