Protesta

Nueva marcha de los agricultores y ganaderos cordobeses con sus tractores por la N-432 en la Campiña Este y el Guadiato

Columna de tractores que ha salido desde Fuente Obejuna por la N-432.

Los agricultores y ganaderos cordobeses han vuelto a salir a la carretera este sábado con sus tractores para mostrar su oposición a las políticas verdes que les impone la Unión Europea, pedir unos acuerdos comerciales más justos y ayudas para afrontar crisis como la de la sequía. 

De nuevo, la N-432 ha sido el centro de sus protestas, con dos marchas lentas en la Campiña Este y el Guadiato. Una de las columnas de vehículos ha salido desde Castro del Río en dirección Baena y la otra desde Fuente Obejuna, provocando ambas retenciones en el tráfico.

Antes de llegar a Baena, los agricultores, alrededor de una treintena, han parado en un antiguo surtidor para dejar que el tráfico fluyera y hablar con la Guardia Civil para comunicarle su intención de cruzar el municipio, algo que ha ocurrido sobre las 12:00.

La columna de tractores ha entrado en la localidad por la penúltima entrada en dirección Luque, en el cruce de Albendín, pasando por el hipermercado Carrefour y el Cuartel de la Guardia Civil en dirección al cementerio

Luego, han iniciado la vuelta por la N-432 hasta Castro del Río, desde donde han partido esta mañana. La Guardia Civil los ha acompañado durante todo el recorrido, que ha transcurrido "sin incidencias y con cordialidad".

Por su parte, la columna de Fuente Obejuna se ha dividido en dos grupos: uno ha salido en dirección Badajoz y el otro en dirección Córdoba con la intención de girar en una especie de circuito cerrado para ocupar los dos carriles de la N-432.

La marcha, formada por una veintena de tractores y unos 30 vehículos personales (coches y todoterrenos), ha acabado con una concentración a la altura del Hotel Romero Torres, en Fuente Obejuna.

Joaquín León, uno de los participantes en la marcha de la Campiña Este que se dedica al movimiento de tierras y arreglos de fincas, ha explicado que su intención no es "molestar a los demás". "Es triste estar harto de trabajar para no llegar a fin de mes y no haber disfrutado de nada en la vida", asevera en relación al duro trabajo de la gente del campo.

"Todo el mundo dice que nos entiende, pero no es así", señala León. "No tenemos vacaciones, no tenemos tiempo de nada, vemos cómo se pasa la infancia de nuestros hijos sin disfrutar de ellos", añade para después confesar que se acuesta "muchos días con ganas solo de llorar" porque su hija le "pida algo, ir a algún parque, un regalo o simplemente tiempo, y pocos saben qué se siente al tener siempre la misma excusa: No hija, no puedo, mañana trabajo, no hija, hoy llegaré tarde.... Y así siempre".

"Ves pasar la vida sin disfrutar de tu familia ni de nada, y viendo cómo lo que más nos gusta, nuestro trabajo, el campo, nos quita la vida", concluye.

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