Infraestructuras

Urbanismo aprueba la última fase de obras de la carretera de Trassierra de Córdoba

Obras en la carretera de Trassierra.

Obras en la carretera de Trassierra. / Juan Ayala

El Consejo Rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) ha aprobado este martes el proyecto de la que será la última fase de las obras de urbanización de la carretera de Trassierra, así como la obtención anticipada de suelo dotacional público necesario para la ejecución de dicho proyecto. Este trámite es necesario dado que la avenida Santa María de Trassierra se encuentra en su práctica totalidad adaptada al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), salvo un tramo intermedio comprendido entre las calles Francisco de Toledo y Doña Berenguela.

Al respecto se ha emitido un informe por el Servicio de Proyectos de la GMU en el que se pone de manifiesto "la urgente y necesaria adaptación de este tramo de avenida a las determinaciones del PGOU, culminando la ejecución del Sistema General Viario Avenida Santa María de Trassierra". Esta actuación pertenece a la segunda fase de la urbanización de la carretera de Trassierra, diseñada para completar la urbanización pendiente del sistema general viario de conexión entre Renfe, la glorieta Amadora y la Ronda Oeste de Córdoba. 

Tal como destaca el Servicio de Contratación y Patrimonio de la GMU en un documento elevado al Consejo Rector, la sección transversal de la avenida se encuentra adaptada a lo prescrito en el PGOU en la totalidad del tramo que discurre entre el PP O-5 (Camino de Turruñuelos) y la calle Río Névalo. "El tramo entre la calle Río Névalo y la calle Francisco de Toledo se encuentra en obras, que finalizarán a principios de 2024 y el tramo entre la calle Doña Berenguela y la glorieta de las Tres Culturas está adaptado al PGOU desde la construcción del Plan Renfe", sentencia el documento. "Resta, por tanto, un tramo intermedio, comprendido entre la calle Francisco de Toledo y la calle Doña Berenguela, de una longitud aproximada de 160 metros", añade.

El Servicio de Contratación y Patrimonio insiste en que en todos los tramos renovados de la avenida de Trassierra las aceras disponen de anchura suficiente y se encuentran adaptadas a la normativa de accesibilidad. "El carril bici es continuo, unidireccional en ambas márgenes, y la calzada de vehículos permite la circulación de dos carriles en cada sentido de circulación, existiendo además vías de servicio de un carril de circulación y aparcamientos de línea en cada margen", relata el documento, en el que también se advierte que "esta situación singular, de un tramo de calle con sección diferente, sin adaptación a la normativa de accesibilidad y sin continuidad en el carril bici, provocaría situaciones de inseguridad, en la circulación de vehículos, peatones, bicicletas y monopatines".

Para continuar reseñando que la falta de homogeneidad en las secciones de acerados y calzadas así como una diferente iluminación viaria, sin duda provocaría situaciones que mermarían la seguridad vial. "No olvidemos que los acerados y calzadas del tramo comprendido entre la calle Francisco de Toledo y la calle Doña Berenguela, sin remodelar, se encuentran en un estado de pavimentación irregular y que éste cuenta con una sección reducida a la mitad en el caso de la fachada principal respecto de los tramos anterior y posterior, por donde circulan además de los vehículos a motor, las bicicletas y los monopatines", destaca el documento.

El Servicio de Contratación y Patrimonio considera, "por lo anteriormente expuesto", la urgente y necesaria adaptación de este tramo de avenida a las determinaciones del PGOU en cuanto a distribución del espacio público, culminando la ejecución del Sistema General Viario Avenida de Santa María de Trassierra en su longitud total. "Esta determinación de urgencia y necesidad viene motivada por la próxima apertura del tramo actualmente en obras, puesto que con la puesta en servicio al tráfico rodado del mismo se incrementará la circulación de todo tipo de vehículos en el tramo sin remodelar y con sección precaria y reducida, agravándose la problemática expuesta", insiste.

El proyecto para la remodelación de este último tramo está redactado y cuenta con financiación en los presupuestos de la GMU. "Se trata de un proyecto que garantiza la funcionalidad viaria sin afectar a las construcciones existentes, que serán objeto de demolición en el marco de la gestión y ejecución del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del PGOU", recalca el órgano de la GMU.

El tramo de la calle Francisco de Toledo y calle Doña Berenguela, de una longitud aproximada de 160 metros, tiene una superficie a remodelar de 4.655 metros cuadrados, de los que 3.445 son de titularidad municipal por corresponderse en su trazado a la actual carretera de Trassierra y 1.210, a suelo incluido en el ámbito del PERI MA-5, es decir, en un ámbito de transformación urbanística. De éstos 1.210 metros cuadrados 184 serían viarios públicos (dominio público local consistente en las calles Llano de Meras, Rosvita y Pintor Peñalosa ) y el resto, es decir, 1.026, suelo de titularidad privada correspondiente a los propietarios de las fincas registrales afectadas incluidas en el PERI MA-5.

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