Patrimonio

Tabernas Históricas de Córdoba: lugares para la eternidad

  • El Ayuntamiento de Córdoba ha acordado la creación de un distintivo honorífico para aquellos establecimiento con más de 75 años de actividad

Tres hombres toman vino en la Taberna La Fuenseca.

Tres hombres toman vino en la Taberna La Fuenseca. / Juan Ayala

El Ayuntamiento de Córdoba lleva años detrás de las tabernas históricas en un afán por reconocer “la particular forma de relación humana que representan” y su “indudable interés cultural y turístico”

El pasado mes de octubre se acordó en el Pleno, con unanimidad de todos los grupos políticos, la creación del distintivo de Taberna Histórica para aquellas que superen los 75 años de actividad ininterrumpida, con la intención de proteger estos espacios relevantes en la cultura y en la tradición cordobesa. La redacción de la ordenanza es confusa porque alude a tabernas con 100 años en otro capítulo, aunque en cualquier caso no varía sustancialmente el número de negocios que puedan solicitarlo.

En principio, el título tendrá un carácter meramente “honorífico, de prestigio y sin derecho a ningún beneficio económico”, establece la norma, aunque el Consistorio se reserva la posibilidad de ofrecer ciertas ventajas, como “medidas fiscales” o ayudas económicas para el mantenimiento de los espacios, o también la posibilidad de participar en iniciativas de promoción y difusión.

El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) presentó esta misma semana una alegación para que el Ayuntamiento amplíe este sello en otros barrios, más allá del Casco Histórico, o que sea suficiente con 50 años de antigüedad, siempre que se cumplan el resto de requisitos.

Además, el colectivo suma otra petición para que las tabernas desaparecidas sean homenajeadas mediante alguna placa indicativa de su situación, que contenga una reseña de su historia, así como imágenes de la misma.

La propuesta ha sido bienvenida por los propietarios de estas tabernas, aunque reconocen todavía cierto desconocimiento sobre la ordenanza y las repercusiones que tendrá. En cualquier caso, "era una asignatura pendiente con estos negocios centenarios", califica Rafael López Acedo, de Casa El Pisto, a este periódico. Para Jesús Murillo, de la Taberna Santa Marina, esta ordenanza podría ayudar a las tabernas históricas en su misión de conservar la idiosincrasia y el patrimonio y que, como sucede en su caso, tienen la exigencia -por ley- de preservar las fachadas y estructuras haciendo frente a los costes. 

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