De San Calixto a San Miguel

Abre un nuevo establecimiento en el centro que ofrece exclusivamente artículos elaborados por las religiosas de clausura del cenobio de la aldea de Hornachuelosl detalles Los motivos campestres y relacionados con la caza son habituales en los trabajos de las religiosas, que solían vender entre los cazadores que practicaban monterías en la zona.

La letrada Magdalena Pericet, en su establecimiento del centro de Córdoba.
La letrada Magdalena Pericet, en su establecimiento del centro de Córdoba.

A una veintena de kilómetros de la localidad de Hornachuelos, en el sector central del parque natural, rodeada de alcornoques, quejigos, jaras y encinas, se sitúa la aldea de San Calixto, un núcleo de población cuya historia se remonta al siglo XVI, cuando el hermano Mateo de la Fuente, un ermitaño discípulo de San Juan de Ávila, decidió asentarse en aquellos pagos para dedicarse a la vida contemplativa. Una quincena de monjas de clausura pertenecientes a la orden de las carmelitas descalzas residen ahora en el cenobio, dedicadas a la oración y al trabajo. "No tienen teléfono ni correo electrónico. Se dedican a la vida contemplativa, así que es muy complicado contactar con ellas", explica Magdalena Pericet, que a partir de ahora compaginará su labor como abogada con la de empresaria en el establecimiento que acaba de abrir en la plaza de San Miguel para ofrecer los productos que elaboran las religiosas de manera artesanal.

Desde jabones naturales a mantelerías tejidas y bordadas a mano, desde figuras sacras a cristalería y objetos de decoración de todo tipo, el establecimiento San Calixto acerca a un amplio público artículos "exclusivos" que hasta ahora sólo se podían adquirir en una visita al convento. "Cada vez las visita menos gente y el monasterio necesita apoyo económico para su supervivencia", razona la empresaria.

Vinculado a los marqueses de Salinas, el paraje donde se ubica ha sido históricamente muy cotizado para la celebración de cacerías. Tal es su riqueza que aristócratas y príncipes se han sentido atraídos por la zona, como lo atestigua una placa que conmemora la visita de los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica con motivo de su luna de miel. "Antes se celebraban muchas monterías, pero ahora el negocio está cayendo y las religiosas necesitaban una ayuda. Por eso decidimos abrir la tienda", explica la abogada.

Muchos de los artículos que ofrece San Calixto tienen motivos campestres y relacionados con la caza, como las bandejas trenzadas, que pueden adquirirse a partir de 15 euros. También son típicos de este cenobio las lámparas elaboradas con cuerna. En los últimos años, además, las religiosas han empezado a fabricar ropa de bebé: "Son prendas exclusivas diseñadas por una profesional. Casi podrían llevar número de serie, porque hay muy pocos iguales", subraya Pericet.

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