Entrevista

Rocío Luna, cantaora: "Defender la Lámpara Minera es una gran responsabilidad; ahora hay que ir a por todas"

  • La artista cordobesa acaba de ganar el máximo premio del Festival del Cante de Las Minas de La Unión, uno de los más prestigiosos del mundo

Rocío Luna, en una de sus actuaciones en el Festival del Cante de Las Minas.

Rocío Luna, en una de sus actuaciones en el Festival del Cante de Las Minas. / Efe

A pesar de su juventud, Rocío Crespillo Luna, conocida como Rocío Luna (Cañada del Rabadán, 1998) tiene una larga trayectoria en el mundo flamenco que ahora se ve amparada por la Lámpara Minera que acaba de conseguir en el Festival del Cante de Las Minas de La Unión, uno de los más prestigiosos del mundo. Hace unos meses quedó finalista en la última edición del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, algo que ya superó sus expectativas. Ahora, vive un "sueño" que tenía desde pequeña: que su nombre figure junto a los de grandes cantaores que han ganado el máximo galardón del certamen unionense.

-¿Cómo ha sido el día después de ganar la Lámpara Minera?

-Muy intenso, no me lo creo aún. Todavía lo estoy asumiendo. Lo típico, con muchas llamadas, muchos mensajes, muchas felicitaciones... Estoy muy contenta, súper feliz.

-¿Qué sintió cuando escuchó su nombre?

-Uf, una emoción indescriptible. Es un sueño cumplido. Llevo desde los ocho años cantando y siempre he tenido muy claro que a lo que quería dedicar mi vida era al cante. Este premio es el empujón que necesito para seguir luchando y avanzando en lo que más me gusta.

-En el último Concurso Nacional de Córdoba se quedó muy cerca y ahora por fin ha conseguido uno de los grandes premios del flamenco.

-Ya haber sido finalista del Nacional me dio un buen empujón y el haber ganado este... Imagínate. Estoy súper contenta, para mí es un año fantástico.

-Todo el que gana este premio suele recibir un impulso muy grande en su carrera. ¿Qué expectativas tiene?

-Claro, esto es un impulso y te da mucha visibilidad, pero una no se puede relajar porque es una responsabilidad muy grande el defender lo que conlleva ser Lámpara Minera, ahora hay que ir a por todas. Tengo que seguir trabajando mucho, no dormirme, no relajarme y seguir luchando con la gran ayuda que supone este premio.

-¿De dónde le viene esta pasión por el flamenco?

-En mi casa siempre se ha escuchado flamenco y me llevaban a la peña La Alondra de mi pueblo. Además, mi tía es muy aficionada, le gusta cantar y desde chiquitilla me ponía a mí a cantar. Me decía que lo hacía muy bien y eso me encantaba. Poco a poco, mi familia me fue animando y así empecé. 

Rocío Luna recibe la Lámpara Minera de Miguel Poveda y Joaquín Zapata. Rocío Luna recibe la Lámpara Minera de Miguel Poveda y Joaquín Zapata.

Rocío Luna recibe la Lámpara Minera de Miguel Poveda y Joaquín Zapata. / Efe

-¿Qué cantaores y cantaoras tiene como referentes?

-Tengo muchos, por ejemplo una gran referente para mí es La Niña de los Peines. También Fosforito, Isabelita de Jerez, Mairena... 

-Tira más por la tradición.

-Sí, soy más del cante ortodoxo, aunque también admiro y me gusta el flamenco más actual. Me gusta todo, aunque siempre me he centrado en lo puro, como se suele decir.

-¿Se animaría a innovar?

-Pues sí, ¿por qué no? Pero hasta ahora me he centrado mucho en asentar bien las bases del flamenco y estudiarlo a fondo. Es lo que he estado haciendo, además de porque me llena mucho, por que quería asentar esas bases. Más adelante quién sabe por dónde tiraré... De momento, estoy con el flamenco puro.

-Se ha formado en el Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco. ¿Qué le han aportado estos estudios?

-El Conservatorio de Córdoba, aparte de aprender la parte teórica, me ha abierto mucho la mente en la música y no solo con el flamenco. Me ha hecho conocer aún más el flamenco y qué hay más allá de él. He notado una apertura en la mentalidad.

"Mi plan A es el cante, a mí me gusta cantar y me encantaría dedicarme a ser cantaora"

-¿Sigue estudiando el flamenco a nivel académico?

-Estoy terminando el Máster en Análisis e Investigación del Flamenco, me falta el último empujón, el trabajo de final de máster (TFM). Eso es todo por ahora.

-En un futuro, ¿le gustaría dedicarse en exclusiva a actuar o se ve como profesora en un conservatorio compaginando ambas cosas?

-Mi plan A es el cante, a mí me gusta cantar y me encantaría dedicarme a ser cantaora pero claro... Es verdad que la docencia, enseñar a cantar, también me gusta. Entonces, no sé si en un futuro lo compaginaré, según cómo vayan surgiendo las cosas. Si veo que con el cante voy tirando para delante, de lujo.

-Pertenece a una generación de jóvenes que está teniendo mucho éxito y ha despuntado dedicándose al flamenco. ¿Se puede decir que el relevo está garantizado?

-Es una alegría que haya tantos jóvenes dedicándose al flamenco y además muchos de ellos haciendo las cosas muy bien. Eso quiere decir que el flamenco no se acaba, sino que va a más. 

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