La Policía investiga el incendio que calcina una discoteca en Chinales

Un gigantesco armazón de hierros y chapa lleno de hollín era lo único que, ayer por la mañana, quedaba de la sala Silos. La enorme discoteca, ubicada en el polígono industrial de Chinales, quedó reducida prácticamente a cenizas después de que un incendio la devastara por completo ayer por la madrugada. El fuego se originó, por causas que se desconocen, sobre las 02:15, y un cuarto de hora más tarde -en concreto, a las 02:34- el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) 112 recibía la primera llamada telefónica advirtiendo del suceso. Fuentes del Ayuntamiento informaron de que fue el servicio de vigilancia del propio polígono el autor de ese primer aviso.

En pocos minutos, las llamas se propagaron y devoraron las instalaciones de la enorme discoteca, una de las más grandes y de mayor capacidad de la capital. Hasta el lugar del suceso -en la parcela 59 del parque empresarial- se desplazaron efectivos de la Policía Local, del Cuerpo Nacional de Policía y del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), que se emplearon a fondo para que las llamas no se traspasaran a las empresas colindantes.

En el dispositivo participaron, en total, una decena de especialistas y dos mandos, que usaron un vehículo ligero, dos cisternas y una escala de grandes dimensiones. En el momento del suceso, el recinto se encontraba vacío, por lo que los agentes no tuvieron que desalojar el lugar. Las causas que originaron el voraz incendio aún se mantienen en la incógnita. Una patrulla de agentes de la Policía Científica de la Comisaría se trasladó por la mañana hasta las ruinas de la discoteca para investigar el origen de las llamas y averiguar si pudo ser provocado. Los agentes permanecieron en el lugar de los hechos hasta el mediodía en compañía de los propietarios del lugar, que no quisieron hacer comentarios. Más allá del esqueleto metálico al que quedó reducida la sala, la normalidad fue la tónica general en Chinales tras el descanso del fin de semana.

La discoteca Silos se había convertido en los últimos años en uno de los focos más populares de la movida nocturna en la capital. Conocida por sus sesiones de música electrónica que se prolongaban hasta altas horas de la madrugada durante los fines de semana, los empresarios de Silos fueron de los primeros en abrir un negocio relacionado con el ocio nocturno en Chinales, donde hasta este fin de semana compartían su hegemonía con Gurú, antigua Maná. Con los años, los empresarios de la zona se han acostumbrado a convivir con los botellones y con la actividad de una decena de locales, entre ellas Metrópolis o Podium.