El PP gana en la capital pero sufre un fuerte retroceso que compromete la Alcaldía
Elecciones europeas en Córdoba
IU crece pero Podemos se convierte en gran catalizador del malestar y logra una irrupción histórica en la ciudad y la provincia El PSOE logra vencer en la provincia pero sigue instalado en una dinámica negativa
Córdoba no fue ajena a las dinámicas generales que se vivieron en España en lo que se refiere a los resultados de las elecciones europeas de 2014. PSOE y PP, las dos fuerzas políticas que han gobernado este país durante toda la democracia, sufrieron un descenso antológico, mientras que IU subió pero no logró corventirse, como era su intención, en el catalizador perfecto del malestar provocado por los recortes y por la sangría económica. En Córdoba, como en toda España, resultó histórica la irrupción de la formación de izquierdas Podemos, que se convierte de un solo golpe en la cuarta fuerza de la capital y de la provincia y agría el avance de Izquierda Unida.
Difícil se presenta en lo que se refiere a la ciudad el futuro del actual gobierno del Partido Popular que lidera José Antonio Nieto. Cierto que son las europeas, los comicios que menos relevancia social tienen de cuantos se celebran, pero cierto es también que el golpazo de los populares respecto al ciclo que los llevó al Gobierno nacional y municipal es notorio. En Córdoba capital hablamos en concreto de un 17% respecto a las europeas de hace cuatro años, cifra que sube a un 18% si las comparamos con las de las municipales de hace tres años. El PSOE, por su parte, no logra convertirse en la gran alternativa sino que baja en la ciudad un 15%; suben, por contra, dos partidos de izquierdas como IU y Podemos, la primera menos de lo que ansiaba vistas las difíciles circunstaciones por las que pasan los socialistas debido a que la segunda ha llegado mucho más alto de cualquier previsión que se hubiese hecho. Así las cosas, el PP consiguió en la ciudad un 32,49% de los votos (35.265) por los 24.238 del PSOE, que representan un 22,33% del total. IU pega un subidón de casi 10.000 votos, que se traducen en un 10% de crecimiento, mientras que el sorpresón lo vive Podemos, el partido creado por el joven profesor Pablo Iglesias, con 8.921 votos, lo que supone un 8,22% del total. UPyD también crece desde los 3.651 votos de hace cuatro años hasta los 7.951 de ahora, una subida notable pero que desmerece el hecho de que Podemos, con menor trayectoria, haya conseguido adelantarlos con solvencia. Vistos estos datos de la capital, de lo que no cabe duda es de que el PP y José Antonio Nieto quedan en una situación comprometida, aunque sea importante reseñar que a estas elecciones no concurría el segundo mayor partido de la ciudad, UCOR. En el PP ya se sabía desde hace tiempo que cualquier cifra inferior a un 35% los colocaría en una situación muy delicada, por lo que ahora les queda un año por delante hasta mayo del próximo año para intentar mantener una mayoría suficiente que les permita alcanzar el gobierno aunque sea a través de algún tipo de pacto. Las buena noticia para ellos es que el PP gana de nuevo en la ciudad y que la izquierda, pese a crecer, aparece más dividida que nunca.
El PSOE, por su parte, también tiene a lo que agarrarse: al hecho de que vuelven a conquistar la provincia con más de 20.000 votos sobre el principal perseguidor, el PP. Hace cinco años, con Rodríguez Zapatero en el poder, también ganaron, mientras que en las municipales se les escapó la Diputación para sorpresa generalizada. Lo que se puede decir ahí es que el descenso de los dos grandes partidos fue similar en la provincia y menor que en la capital (en torno a un 12%) mientras que la subida de IU, Podemos y UPyD se produjo también pero con una esfervescencia menor que en la ciudad. El PA y Ciudadanos, tanto en la capital como en los municipios, ocupan salvo excepciones limitadas un papel más bien testimonial.
Por municipios se puede decir que los resultados mantuvieron tendencias parecidas, con victorias del PSOE muy estrechas respecto al PP y notables subidas de IU, Podemos y UPyD. La sangría de los socialistas, ganadores pero muy damnificados, les hizo perder hasta un 19% de votos respecto a hace cuatro años en la localidades como Montilla, mientras que el PP también se dejó en torno a 15% en ciudades tan importantes como Lucena. IU y Podemos fueron los grandes beneficados, aunque la división de la izquierda nubla su auge.
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