Una Nochevieja de lo más inhumana
Miles de personas desafían con muchas ganas de fiesta al frío y se concentran en la plaza de las Tendillas en un encuentro al que pusieron banda sonora los éxitos de los 80.

Córdoba despidió 2016 con una Nochevieja de lo más inhumana. Porque inhumano fue el frío que tuvo que soportar quien se atrevió a salir a la calle para decir adiós al año y dar la bienvenida a 2017; y también fue inhumano el ambiente de sonidos de guerra que se escuchaban por las calles de la ciudad gracias a una lluvia intermitente de horas de petardos que más que parecían bombas.
Pero, apreciaciones aparte, lo que está claro es que, una vez más, las ganas de fiesta de los cordobeses pudieron a ese ambiente inhumano. La jornada comenzó en las Tendillas -el centro neurálgico de la Nochevieja en Córdoba- por la mañana con mucho azúcar para endulzar la despedida del año de los más pequeños, que dieron su hola prematuro a 2017 doce horas antes de la cuenta ingiriendo una docena de gominolas a modo e uvas. Los pequeños disfrutaron de un parque infantil de estructuras hinchables y de un pasacalles con muñecos móviles que discurrió por la zona Gondomar-Tendillas-Cruz Conde. La fiesta terminó pasadas las 14:00 con el musical infantil La Pandilla de Drilo. Tras ese prólogo infantil y a partir de las 22:30, en las Tendillas comenzó una Gran Fiesta de Fin de Año con sabor ochentero. Un disc-jockey pinchó éxitos de esa década en la que estaban de moda las hombreras y los cabellos enlacados teloneando a Los Inhumanos, grupo musical originario de Valencia y fundado en 1980 por 12 amigos en la playa de El Saler. Los Inhumanos saltaron al escenario tras la ceremonia de las 12 uvas para recordar que les duele la cara de ser tan guapos y que es muy difícil hacer el amor en un Simca 1.000, entre otros surrealistas consejos, además de volver a advertirle a Manué que es mejor que no se arrime a la pared, porque se va a llenar de cal.
Entre el frío y el petardeo las ganas de fiesta continuaron hasta bien entrada la mañana de Año Nuevo. Emergencias 112 Andalucía detalló ayer que en esas horas se registraron en Córdoba 146 incidencias, lejos de las 504 de Sevilla o las 297 de Málaga. El 112 refirió que la Nochevieja de Córdoba fue "tranquila", término que también acuñaron desde el Ayuntamiento por boca del teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Emilio Aumente, quien ayer también relató que se habían producido "escasas incidencias". Respecto a las incidencias informó de que sobresalieron casos como la atención a tres menores por intoxicación etílica -dos en la calle Málaga y uno en la discoteca Nomak- cuyos progenitores fueron llamados por la Policía Local y los servicios sanitarios para informarles de la situación en la que se encontraban. Los taxistas sufrieron también los efectos de pasajeros a los que había sentado mal el consumo de alcohol -acabaron vomitándoles en el coche, según denunciaron- y el parte de incidencias de la Policía Local también recoge denuncias a locales que incumplieron la prohibición de utilizar los equipos de música fuera de hora. Fue el caso del Wok Sakura y también el de una cafetería de la Plaza de la Oca. El resto de inspecciones realizadas a fiestas autorizadas se saldó sin ninguna anomalía. Además, hubo que apagar un fuego en la vía pública, en concreto una candela hecha con dos palets en la Libertador Carrera y O'Higgings, que requirió la intervención del SEIS y la Policía Local. Por último, en la barriada de Cerro Muriano se produjo un vuelco de seis contenedores, frente a la calle La Mina, haciéndose cargo de la actuación una unidad que por sus propios medios retornó los contenedores a su lugar y eliminó el peligro creado para la circulación.
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