Coronavirus en Córdoba

Medina Azahara propone pasatiempos y juegos para hacer en familia con motivo del Día de los Monumentos

Recreación de una ceremonia celebrada en al Salón Rico de Medina Azahara.

Recreación de una ceremonia celebrada en al Salón Rico de Medina Azahara.

Medina Azahara ha querido celebrar el Día Internacional de los Monumentos y Sitios de forma virtual acercando parte de su historia y patrimonio a través de su página web. El estado de alarma está fomentando que la ciudad palatina se acerque más a la ciudadanía y para ello ha desarrollado una serie de juegos y pasatiempos dirigidos a toda la familia.

La primera de estas pruebas -que se pueden hacer con niños- es un test para que los jugadores comprueben cuánto saben de la ciudad califal, mientras que la segunda es una sopa de letras en la que hay que encontrar términos relacionados con el patrimonio omeya.

Otros de los juegos plantean encontrar parejas de imagen y texto sobre materiales utilizados en Medina Azahara, adivinar una palabra escondida, montar un puzle con la Casa de Yafar o guiar a Ricardo Velázquez Bosco, el arquitecto que realizó las primeras excavaciones del yacimiento, por un laberinto para que llegue hasta él.

Además, por el Día Internacional de los Monumentos y Sitios -que se conmemora este sábado 18 de abril-, el conjunto arqueológico ha compartido un interesante vídeo que recrea una ceremonia palatina desarrollada en el Salón de Abderramán III o Salón Rico que refleja la diversidad y dinamismo de Medina Azahara "como punto de intersección de culturas compartidas, a veces en conflicto, a veces en cooperación".

En esta recreación, que se puede ver también en el Museo de Medina Azahara, el califa Alhakén II recibe en el año 962 a Ordoño IV de León, que viene a reclamar, en vano, el apoyo omeya contra su primo Sancho I, puesto en el trono de ese reino unos años antes por el padre del califa, Abderramán III. "La corte omeya es el referente político, cultural, social y económico de toda la península y más allá, trascendiendo fronteras y credos", explica el conjunto arqueológico.

La ciudad palatina era en esos momentos el escenario de encuentro entre gentes de culturas y religiones diversas. A ella llegaban embajadas de muy diversos lugares: unas de Europa y Bizancio para relaciones políticas e intercambio cultural, otras para fomentar el comercio con tierras lejanas como Egipto e Irán Oriental, pero también había relaciones epistolares con el Cáucaso a través de la correspondencia mantenida por el visir judío de la corte califal, Hasday ibn Saprut, con el rey de los Jázaros.

"Todas ellas prueban que Córdoba y Medina Azahara fueron, y deben seguir siendo, ese crisol permanente de encuentro, aprendizaje, participación y comunicación, en definitiva, de culturas compartidas y de corresponsabilidad", señalan desde el yacimiento.

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