Manuel Tena-Sempere lidera un proyecto para identificar los factores de riesgo de la obesidad con inteligencia artificial
Investigación
La iniciativa, que coordina el catedrático cordobés, se va a prolongar durante cinco años y cuenta con diez millones de euros de presupuesto
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Científicos de 18 centros de investigación de nueve países europeos, entre ellos el catedrático de Fisiología de la Universidad de Córdoba Manuel Tena-Sempere, se han involucrado en un proyecto dotado con diez millones de euros para tratar de identificar, gracias a la inteligencia artificial (IA), los factores de riesgo asociados a la obesidad desde las etapas más tempranas -desde la preconcepción y el desarrollo temprano de la infancia hasta la adolescencia-.
El proyecto Prevención de la Obesidad a lo largo de la vida mediante la identificación de factores de riesgo, pronóstico e intervención en etapas tempranas (EprObes) se va a prolongar durante cinco años y va a ser coordinado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) del Instituto de Salud Carlos III dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Sus responsables han incidido este martes, durante la presentación de este proyecto de investigación, en la importancia de conocer todos los factores de riesgo que pueden ser determinantes durante las primeras etapas de la vida -incluso antes de la concepción- para el desarrollo posterior de la obesidad: como los hábitos de vida, la dieta, actividad física, el contexto socioeconómico, los factores ambientales o los indicadores de salud mental.
Y han incidido en la importancia de que el proyecto involucre a investigadores de muchos países (participan centros de España, Alemania, Dinamarca, Francia, Polonia, Turquía, Bélgica, Lituania y Estonia) en los que muchos de esos factores (la dieta, el clima o el contexto socioeconómico) son muy diferentes.
Manuel Tena-Sempere, coordinador del proyecto, ha destacado la importancia de conocer todo lo que pasa en las etapas más tempranas de la vida para conocer cómo se produce la obesidad y afrontarla de una forma más personalizada, y ha insistido en que a pesar de los grandes esfuerzos de investigación que se hacen los tratamientos para las formas más comunes de obesidad han demostrado tener una eficacia muy limitada.
Entre los aspectos más novedosos del proyecto destaca la utilización de la inteligencia artificial para incorporar el análisis de datos y el recurso a algoritmos de aprendizaje automático que permitan diseñar herramientas de apoyo para ayudar a las administraciones y los profesionales de la salud a tomar decisiones para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad.
El investigador Alex Bravo, experto en el uso de la inteligencia artificial en el ámbito de la biomedicina, se ha mostrado hoy convencido de la utilidad de esta tecnología para descubrir patrones "escondidos" que estén relacionados con el desarrollo de la obesidad y que sin embargo no pueden ser detectados mediante el uso de las técnicas más tradicionales para abordar esta enfermedad.
La inteligencia artificial va a permitir analizar los datos de series temporales de todos los grupos (en todos los casos de varios miles de personas) que se utilicen en la muestra y realizar predicciones sobre el riesgo de cada persona de desarrollar obesidad, con el fin último de poder personalizar las medidas contra la obesidad y todas las comorbilidades que lleva asociadas.
El estudio incluye además una perspectiva comparativa entre sexos para comprender mejor cómo las hormonas, el metabolismo, los roles de género o las disparidades sociales pueden contribuir de una forma específica al sobrepeso en cada sexo.
Tena-Sampere ha destacado la trascendencia de esta perspectiva, y ha observado que muchos de los tratamientos farmacológicos que se utilizan contra la obesidad se han desarrollado a partir de estudios previos en los que los modelos animales (ratones en su mayoría) que se utilizaron eran masculinos.
El proyecto tratará de identificar los mecanismos causales subyacentes a la obesidad, tanto a nivel genético como ambiental, e incorpora también el análisis de factores psicológicos y socioeconómicos, especialmente la salud mental y los trastornos de la conducta alimentaria como aspectos que inciden e incrementan el riesgo de obesidad.
Todos los investigadores que han intervenido durante la presentación del proyecto han coincidido al subrayar que la obesidad y todas las enfermedades asociadas al sobrepeso van mucho más allá de la dieta o del ejercicio físico de la persona, y en la importancia de contar con una visión "de 360 grados" para comprender mejor todos esos factores de riesgo y afrontarla con mayores garantías de éxito.
Y han destacado la trascendencia de un proyecto de esta envergadura ante el cada vez mayor envejecimiento de la población europea y del progresivo aumento de la obesidad y de todas las enfermedades asociadas a ella, y la importancia de destinar recursos económicos para la investigación en este campo ante el creciente problema de salud pública que supone.
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