Prima Facie | Crítica de teatro

Ley vs. Desamparo

Vicky Luengo en 'Prima facie'.

Vicky Luengo en 'Prima facie'. / Rafa Alcaide / IMAE

El blanco cubículo en perspectiva perfectamente delimitado por líneas led y con plafones rectangulares en su techo. Mesa y silla a juego con el tono de las paredes que ocultan en sus trampillas algún que otro utensilio o prenda. Sobre el vacío de la escena una actriz se prepara para entregarse a la palabra y transformarla en acción. Prima Facie comienza y el público se convierte en testigo privilegiado.

El magnífico monólogo de Suzie Miller nos presenta a Tess, una abogada litigante de prometedora carrera que ha conseguido el éxito por mérito propio. Su profesión lo es todo: cada defensa en la que participa se convierte en una carrera excitante donde lo da todo para llegar siempre la primera.

Aunque admite que solo es un juego no es de las que le gusta perder. Tampoco cuestiona si su cliente es culpable o inocente y mucho menos si la parte demandante tiene razón, ya que en un juicio la “verdad real” poco importa si no coincide con la “verdad legal”. Sobre esa delgada línea ella camina como virtuosa funambulista y encontrará cualquier recoveco para salir victoriosa.

Toda esa vida gratificante se desmorona cuando el affaire con un compañero de trabajo en una noche de borrachera, el sexo consentido pasa a convertirse en agresión sexual. El estado de shock bloquea su raciocinio y la precipita a realizar acciones que abrirán un hueco irremediable entre realidad y legalidad.

La jurista depredadora vivirá en su propia carne el camino desolador de la víctima que ella misma ha despedazado sin piedad en multitud de juicios. Todo ello, en un proceso lento, como obliga la justicia, donde por desgracia y para muchas mujeres como ella no hay final feliz.

Juan Carlos Fisher firma la dirección con mano firme y eficaz, marcando tiempos y ritmo con precisión justa para que la obra no decaiga en ningún momento. Lua Quiroga en la escenografía, la iluminación de Ion Aníbal López y el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo nos regalan una ambientación que con un mínimo de variaciones nos lleva de un espacio a otro magistralmente. Luego está Vicky Luengo. Desbordante. Sobre las tablas se convierte en una criatura escénica fabulosa capaz de entrar en comunión perfecta con el público, que no la pierde de vista en noventa minutos de vértigo absoluto.

Prima Facie, traducido como “a primera vista” o “en principio”, se utiliza en lenguaje jurídico para dar a entender la apariencia de una situación o un derecho sin entrar en prejuzgar el mismo. Presunción de inocencia, derecho de la parte acusada a no declarar o no decir la verdad, obligación de la víctima a demostrar con pruebas irrefutables los hechos… formularios sobre los que nuestra sociedad confía para que la justicia prevalezca. Fácil de aceptar sus sentencias cuando somos espectadores y difícil para las mujeres que por innumerables circunstancias no han podido recurrir a su amparo

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