La Junta cerrará una guardería si el Obispado no la reforma con urgencia
Representantes de la curia cordobesa se reunirán hoy con técnicos de Educación para que la escuela de la parroquia de Belén pueda estar abierta el próximo curso


La Junta de Andalucía cerrará la guardería Jesús Salvador, perteneciente a la parroquia de Nuestra Señora de Belén -situada en el barrio de Levante-, si el Obispado no realiza con urgencia una profunda reforma para adaptar este centro a la actual normativa. De producirse el cierre -esta escuela ni siquiera aparece reflejada en el listado de los concertados para el curso próximo que maneja la Administración autonómica-, los 63 alumnos que hay matriculados en esta guardería tendrían que ocupar alguna de las plazas libres que quedaran en otros centros de la ciudad, lo que se traduce en que la mayor parte de estos niños se desplazarían cada día a un barrio distinto del que le residen. Esta situación ha desencadenado un enorme malestar entre los padres, que exigen a la parroquia, y por ende al Obispado, que mueva ficha con rapidez para que sus hijos permanezcan en esta escuela.
Según las fuentes del centro a las que accedió El Día, las primeras advertencias de la Junta a la parroquia de Nuestra Señora de Belén se remontan a 2002, el año en el que esta guardería fue asumida por la Consejería de Asuntos Sociales -en la actualidad Igualdad y Bienestar Social-. Sin embargo, los titulares del centro han hecho "caso omiso" en los últimos seis años y el único cambio que se ha llevado a cabo ha sido el referente al mobiliario. A este respecto, los padres destacaron que hasta las cortinas de una de las clases fueron pagadas por una de las profesoras de la guardería.
Estas advertencias, sin embargo, se han convertido en exigencias como consecuencia del cambio de competencias dentro de la propia Junta, ya que será la Consejería de Educación la que se encargue de la gestión de las escuelas infantiles en detrimento de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. Según el personal consultado por este periódico, la reforma que debe afrontar el Obispado atiende fundamentalmente a cuestiones de "seguridad". Así, por ejemplo, las cuatro clases del centro deben estar comunicadas mediante puertas para evitar que los niños tengan que salir a la intemperie para llegar al comedor. Al margen de este requisito, también figuran otros como la eliminación de los rodapiés de la solería, la instalación de aseos para el profesorado o la colocación de un material más blando en el suelo.
En el capítulo de los daños colaterales que conllevar el cierre del Jesús Salvador, aparte del traslado de sus alumnos a otros centros de la capital, también destaca el desempleo de las siete personas que trabajan en el centro. Los padres de los alumnos, que también fueron consultados ayer por este periódico, respaldaron la labor de las docentes e incluso llegaron a decir que "es lo mejor que tiene la guardería", de la que dijeron que está en "malas condiciones".
Como consecuencia de este enfrentamiento generado entre los padres, la Junta y la parroquia, en la mañana de hoy se desarrollará una reunión entre representantes del Obispado y técnicos de Educación. Los responsables de la curia local aseguraron que disponen de un proyecto para reformar el centro y que esperan que "haya buen entendimiento" con la Junta, al tiempo que dijeron que deben conocer sus exigencias.
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