La Junta insta a sus colegios a no colaborar con las Ampas en la venta de libros
Educación envía una circular a los directores de centros sostenidos con fondos públicos ante las denuncias presentadas por Aplico


La Delegación de Educación de la Junta de Andalucía ha decidido tomar cartas en el asunto de la venta de libros de texto por parte de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampas) y ha enviado a los directores de los centros sostenidos con fondos públicos una circular en la que los insta a "abstenerse de fomentar y colaborar" con ellas en esa actividad. Además, Educación especifica que no se "utilicen las instalaciones y dependencias del centro para el desarrollo de estas actuaciones".
Esta medida llega tras las denuncias presentadas por la Asociación de Papelerías y Librerías de Córdoba (Aplico) sobre la "supuesta venta desleal de libros de texto y material escolar por determinadas Ampas", indica la Junta en esta nota, firmada por la delegada provincial del ramo, Manuela Gómez.
La circular aclara a los directores que deberán velar "para que no se utilice al profesorado ni al alumnado como vehículo de transmisión de información y de comunicación del AMPA con sus asociados" y advierte de que los centros "no podrán aceptar recursos provenientes de las actividades llevadas a cabo por las Ampas en cumplimiento de sus fines".
Educación manifiesta que las asociaciones de padres son una "entidad autónoma de naturaleza jurídico-privada que disponen de sus propios medios y recursos para el desarrollo de sus fines", y sus actividades y responsabilidades están "fuera del ámbito de actuación del centro y de sus órganos de dirección y coordinación pedagógica".
Sin embargo, la nota asevera que a la inspección educativa "no le corresponde valorar si la actividad denunciada se ajusta a la legislación comercial, fiscal, mercantil o laboral; no siendo la encargada de controlar el cumplimiento de los requisitos legalmente establecidos para la venta de libros de texto".
La presidenta de Aplico, Hermenegilda Moreno, manifestó el pasado mes de junio que las editoriales son las que directamente se ponen en contacto con las Ampas de los centros educativos para venderles los libros y material escolar, y "a los colegios les ponen un margen comercial del 30% mientras que nosotros tenemos un 25%".
Moreno explicó que en mayo los libreros se reunieron con la delegada, que mostró una actitud de incredulidad ante este hecho de sobra conocido en el ámbito educativo. Ya en ese momento algunos asociados de Aplico se planteaban tomar medidas legales contra colegios y editoriales.
La Delegación de Educación explica en su nota las principales finalidades que tienen las Ampas, el procedimiento del programa de cheque-libro y señala brevemente el proceso reglado para la selección de libros en los centros docentes públicos andaluces.
Respecto a las Ampas, Educación indica que, al margen de las finalidades que se establezcan en sus estatutos, entre sus tareas están asistir a padres, madres o representantes legales del alumnado en lo que concierna a la educación de sus hijos o menores bajo su tutela; colaborar en las actividades del centro y promover la participación en la gestión del mismo.
Por otra parte, la nota manifiesta que para la mejora de la calidad educativa, los centros públicos "podrán obtener recursos complementarios previa aprobación del director, dentro de los límites que la normativa vigente establece". Estos recursos "no podrán provenir de las actividades llevadas a cabo por las Ampas en cumplimiento de sus fines y deberán ser aplicados a sus gastos".
La circular de la Junta recuerda que las denuncias presentadas por Aplico se amparan en el artículo 2 de la Ley 10/2007 de la lectura, del libro y de las bibliotecas, "en el que se define la persona natural o jurídica del librero como la que se dedica exclusiva o principalmente a la venta de libros al cliente desde establecimientos mercantiles de libre acceso al público o por otro procedimiento de venta a distancia".
La venta de libros y material escolar por parte de las Ampas afecta de forma directa a la economía de las librerías ya que, tal y como comentó la presidenta de Aplico, "no vendemos nada, no es la crisis, son cosas como ésta. Y se suceden un año tras otro".
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