IU quiere atar en corto al alcalde

Izquierda Unida aprobó la nominación de Andrés Ocaña como futuro alcalde de Córdoba de forma casi unánime pero con un punto y final sobre las relaciones entre la institución y la organización. El documento aprobado ayer tras un consejo local ampliado -breve y con más caras de lo habitual- es una advertencia: usted será el alcalde, pero la organización tiene el control de materias clave en la conformación del gobierno. Se acabó la etapa de Rosa Aguilar donde a ella se le atribuían todas las decisiones sin contar con nadie más que su equipo más cercano en Capitulares y sin contar con lo que se opinaba en la sede de Ambrosio de Morales.

"Claro que acepto con toda la ilusión", dijo Ocaña, tras la celebración del consejo que terminó sin grandes muestras de alegría por la nueva circunstancia política. IU lanza un mensaje y es que la organización, en adelante, tendrá que ver con asuntos clave como la estructura del gobierno, el reparto de áreas, el nombramiento de concejales no adscritos e, incluso, de los asesores que trabajan para las distintas áreas del gobierno. Todas las veleidades que se le permitían a Aguilar en este sentido se han acabado, se dice. El alcaldable intentó rebajar el tono de la exigencia asegurando que el debate político intenta traer una nueva dinámica a las relaciones partido-institución. La intención con la que trabaja su equipo es recuperar a gente que colaboraba con IU y que, desencantada, se ha ido quedando en casa.

El mensaje orgánico de firmeza, no obstante, fue casi unánime (21 votos a favor, uno en contra, tres en blanco) y salió a relucir en todas las intervenciones, realizadas en un tono casi cordial. Cosa extraña, hubo ediles de la antigua ala rosista en un consejo de este tipo (Francisco Tejada, José Joaquín Cuadra o Rosa Candelario). La edil de Educación y portavoz en la Diputación, Elena Cortés, defendió una mayor implicación de los ediles en la vida orgánica, en las convocatorias que se lleven a cabo desde la dirección de IU. Con ella está en juego la portavocía. Aclarado el asunto de la Alcaldía, el conflicto se encuentra ahí con Ocaña, que ayer decía ser "un hombre de organización".

La dirección de IU ha lanzado un mensaje entre las bases: van a pelear la portavocía para Elena Cortés hasta el final. Tanto, que la impresión general dentro de la organización es que la concejal acabará siendo el segundo cargo político en importancia -pese a que esto es muy matizable- dentro de la estructura política municipal. Sí queda claro que IU aspira a -otra cosa es que lo consiga- llevar a cabo la dirección política del grupo, que hasta ahora pivotaba más sobre los despachos del edificio municipal de la calle Capitulares. ¿Coloca esta decisión a Elena Cortés en el puesto de salida de cara a la candidatura a las municipales de 2011? Otra opinión dentro de la organización es que se trata de un factor más que probable y que ello puede ocurrir cuando a Andrés Ocaña le quede aún un año y pico de mandato. El propio futuro alcalde de Córdoba no quiso ayer matizar si el suyo es un mandato de cortos vuelos o si aspira a encabezar también la lista electoral de 2011.

El futuro alcalde no quiso entrar ayer en las exigencias que ponen en serias dudas la continuidad de que se nombre a uno de los concejales no electos, Alfonso Igualada o Francisco Cárdenas, tal y como avanzó ayer este periódico. Ocaña aseguró ayer que su pretensión es modificar lo menos posible la dinámica de trabajo de los concejales ya que existe un recorrido realizado. El alcaldable apeló al diálogo para que se lleven a cabo los nombramientos. El documento aprobado ayer -leído en una ridícula rueda de prensa sin preguntas- deja claro que se actuará según los estatutos, lo que quiere decir que no se nombra a nadie sin que la dirección de IU así lo autorice.

El consejo local significó el primer pronunciamiento de rechazo expresamente realizado por un órgano de decisión de IU en Córdoba contra Rosa Aguilar tras su salida de la Alcaldía camino del Gobierno de la Junta y su consiguiente expulsión de la federación de izquierdas. El comunicado le dice a Aguilar, cuando ya se ha ido, lo que no hubo valor de decirle durante los diez años que estuvo al frente de la Alcaldía. IU cree que la marcha de la ex alcaldesa "es una agresión política" que "afecta a su propia credibilidad".