"Señoras y señores, con todos ustedes, mis hijos, los Hombres G". El gran director de cine Manuel Summers da al pistoletazo de salida a un concierto en el que la banda va a celebrar en Córdoba sus 40 años en la música y que ha colgado el cartel de no hay billetes en la Plaza de Toros de los Califas. Manuel Summers es el último en aparecer en un vídeo proyectado en las pantallas del show por el que han desfilado antes que él históricos de la comunicación en España, como Jesús Hermida, presentando no menos históricas actuaciones en televisión de David Summers (bajo), Dani Mezquita (guitarra), Rafa Gutiérrez (guitarra) y Javi Molina (batería).
Tras ese vídeo aparece en el escenario Javi para, a modo de tenor, arrancarse con las primeras estrofas de Venezia. Con Venezia empezó todo; esa canción es el primer corte del primer disco oficial de Hombres G que, publicado en 1985, se llama como la banda. Mejor comienzo, imposible, el público, intergenaracional, empieza a dar saltos poseído nada más iniciarse los acordes de batería de este clásico. Una posesión que continúa con el siguiente tema, El ataque de las chicas cocodrilo, de quizás, como ha destacado David en más de una ocasión, el mejor disco de Hombres G, La cagaste...Burt Lancaster (1986). De hecho, el setlist del concierto, compuesto por 28 canciones, incluye ocho de las diez de este álbum, el más vendido de la banda.
Ese setlist dicta que la siguiente canción sea una quizás menos conocida, Solo otra vez, del álbum Estamos locos...o qué (1987), para regresar, como si de un viaje musical en el tiempo se tratara, a 1985 con Lawrence de Arabia y Vuelve a mi. En medio de todo ello, el saludo de David: "¿Cómo estáis, Córdoba? Estamos muy contentos de estar aquí. Lo vamos a pasar de puta madre". La primera parte del show ha concluido. La segunda comienza con la proyección de otro vídeo en el que los Hombres G reciben las felicitaciones por los 40 años de compañeros de profesión como Dani Martín, Ana Torroja (Mecano), Antonio Carmona (Ketama), Luz Casal, Mikel Erentxun o Los Secretos.
Nada mejor para volver a poseer a un público entregado que iniciar esta segunda parte con Voy a pasármelo bien (1989) y continuar con Nassau (1988), Suéltate el pelo (1988) -con lanzamiento de sujetador al escenario, incluido-, Una mujer de bandera (1987), Chico tienes que cuidarte (1989), Si no te tengo a ti (1988) -con una legión de móviles inmortalizando el momento-, Un par de palabras y Dos imanes, estas dos últimas de La cagaste...Burt Lancaster.
"Esta canción que viene ahora, que es una de nuestras favoritas y que no hemos dejado de tocar desde 1986, se la vamos a dedicar a todas las niñas cordobesas; la va a introducir mi amigo Dani", relata David. Los punteos de guitarra de Dani con los que comienza Te quiero -también de La cagaste...Burt Lancaster- vuelven a poseer a ese público intergeneracional que lo está dando todo desde los primeros compases de la que va a ser una cita de cumpleaños inolvidable. Fin de la segunda parte del concierto.
Las videopantallas gigantes vuelven a proyectar mensajes de felicitación de compañeros del gremio, esta vez a modo de mensajes de whatsapp. Por esas videopantallas desfilan Andrés Calamaro, antes de que Loquillo les de los parabienes sentenciando que "sois un referente muy importante de la cultura popular de este país y os respeto". Tras él, aparecen, deseándoles también lo mejor, entre otros, Leiva, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Bunbury, Manolo García o Joaquín Sabina.
Comienza la tercera parte del que está siendo un gran show con entrega absoluta mutua de Hombres G y el público. Y lo hace incorporando al escenario a una sección de cuerda -la de viento ya se había incorporado en la segunda parte-. Suenan los primeros acordes de Esta es tu vida, un tema antibelicista de 1990 incluido en el álbum del mismo nombre. Después llegan Te necesito (1989), ¿Que soy yo para ti? (2005), Lo noto (2002) y Rita (1990). David hace una pausa musical para recordar lo que le une a Córdoba. "Aquí vive mi tío Enrique, hermano de mi padre, y sus hijos, algunos están en el concierto", relata antes de dedicarle el siguiente tema, "que compusimos con la intención de que todo el mundo se sintiera un poquito mejor", a toda su familia cordobesa, a todo el público asistente, "por lo bien que nos lo estáis haciendo pasar esta noche", y "al también cordobés [y productor musical] Paco Martín, nuestro descubridor, quien creyó en nosotros y sin el que hoy no estaríamos aquí".

Un público intergeneracional llena el Coso de los Califas.
Esa canción es Me siento bien (2007), tras la que regalan No te escaparás (2003) -que no sonó en sus conciertos previos-, antes de que se escuchen los primeros acordes de Marta tiene un marcapasos, con la que el entregado público se vuelve a sentir poseído y en la que Rafa Gutiérrez demuestra, a lo Jimi Hendrix, lo magnífico guitarrista que es, aunque lo lleva haciendo durante todo el recital, convirtiendo con su espectacular manera de tocar lo difícil en fácil. Una canción que David invita a ese entregado público a cantar como si de un karaoke se tratara.
Llegó la hora de los bises o los encore, que dirían los de habla inglesa. Bises que comienzan con la bellísima Temblando, de Estamos locos...¿o qué? (1987), con infinitas luces de teléfonos móviles, como si se tratara de una legión de luciérnagas poniendo aún más ternura a la voz de David solo acompañada solo por el piano o teclado de Jason Paradise. "Es una de las mejores personas que hemos conocido nunca, un músico de diez, que lleva con Hombres G desde 1987, desde que era un niño prácticamente", le relata David al público sobre Jason Paradise. "También con casi 40 años de amistad, de buen rollo, de buena música, el saxofonista más sexy y seductor del mundo, mi querido amigo Juanito El Piscinas", añade para presentar a Juan Muro. Sin olvidar también presentar a "otros grandes amigos", el resto de la sección de vientos, Antonio Molina (trombón) e Ignacio Muñoz (trompeta).
Antes, ha dedicado La carretera, ese tema que cierra el álbum La cagaste...Burt Lancaster y que habla de añoranzas en plena gira, "a un equipo técnico que lleva con nosotros casi 40 años también, somos como una familia, y que son los responsables de todo esto tan bonito que estáis viendo en el escenario, preocupándose de que todo vaya bien y dejándose la piel igual que nosotros; esta canción fue escrita para ellos". Tras ella, llega la hora de dedicar Visite nuestro bar, "a todos los borrachos" y del "hasta luego, Córdoba" de la mejor forma posible, con la canción que les dio a conocer, Devuélveme a mi chica, la canción con la que junto a Venezia, todo comenzó.
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