Reportaje

El "Gran Hermano" de los autobuses

  • Los usuarios de Aucorsa muestran opiniones contrapuestas sobre el proyecto del Ayuntamiento de instalar cámaras de vigilancia en el interior de los vehículos con el objeto de reducir la inseguridad

"Todos los problemas que hay en esta línea vienen de la misma persona", asegura una usuaria del número 6 de la línea de Aucorsa, Inmaculada López. La propuesta de la empresa municipal de autobuses de instalar cámaras de videogilancia en el interior de sus vehículos, adelantada por el Día, se difundió conforme avanzó la mañana de boca en boca y de viaje en viaje, con opiniones dispares. "Las cámaras ayudarían a que los usuarios se sintieran más seguros", defendió López, una vecina del barrio Guadalquivir que no permite que sus dos hijos -el mayor, de 12 años- se monten solos en el autobús.

Desde hace meses, la mujer utiliza este servicio a primera hora de la mañana -a las 07.30-, a mediodía y por la tarde: "Nunca he sido testigo de robos ni de agresiones en los coches, pero algunas veces los conductores tienen que llamar la atención porque hay quien se quiere subir sin pagar el billete o porque se pone a fumar dentro. Y siempre es el mismo el que ocasiona los problemas", aseguró la mujer.

El debate sobre si la instalación de cámaras de vigilancia ayudaría a reducir la sensación de inseguridad en los vehículos se instaló en la calle: "No creo que esto ayude. Una cámara no va a evitar que alguien te robe la cartera en un descuido, porque la mayoría de las veces eso pasa en la calle, en la parada, durante el tiempo de espera", aseguró un jubilado de 68 años del Sector Sur, Antonio Jiménez. El hombre, usuario de la línea 9, esperaba ayer a primera hora de la tarde en la parada de la avenida Ronda de los Tejares: "Aucorsa tiene asuntos más importantes, como reducir el tiempo de espera, sobre todo los los fines de semana. El autobús pasa de tarde en tarde", se quejó.

Las líneas 6 y 9 -que recorren el Sector Sur y el barrio del Guadalquivir- y la 8 -con parada en la barriada de Las Palmeras- son las que aparecen con más frecuencia en la estadística de la inseguridad de Aucorsa. Los trabajadores de la empresa municipal, de hecho, hicieron público su malestar hace unas semanas debido a varias agresiones de las que habían sido víctimas estando de servicio. El autobús que hacía su recorrido por las zonas de movida -conocido popularmente como Movibús- también cosechó numerosas quejas por parte de los conductores debido a las agresiones que se producían en su interior durante los fines de semana.

La propuesta de Aucorsa cuenta con precedentes en otras ciudades de España: los autobuses de Madrid, Valencia, Barcelona y Mérida ya disponen de videovigilancia. La iniciativa, no obstante, siempre ha estado en el centro de la polémica debido a si se considera correcto grabar los movimientos de los usuarios: "Si de esta manera vamos a ir más tranquilos en el autobús, lo veo correcto. A veces te montas y da la sensación de que, si no tienes cuidado, te va a desaparecer el monedero", aseguró Mercedes Baena, una vecina de 46 años del Campo de la Verdad que reconoció que nunca había sido víctima de un hurto. "No entiendo cómo la gente puede sentirse intimidada porque haya una cámara en el autobús", añadió. Juan Estévez, un estudiante de la avenida de Granada, expresó una opinión totalmente opuesta: "Esto va a parecer un Gran Hermano. No es lícito registrar todos los movimientos de la gente con la excusa de evitar que se produzcan delitos. Nunca he visto que se cometan robos en los autobuses ni que se agreda a los conductores", aseguró Estévez, habitual del número 9.

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