Echó a andar con menos alumnos y más profesorado y ha acabado desde casa, aunque en algunos de los centros queda una jornada más, esto es la del martes 23 de junio, reservada para la entrega de notas. Es el curso 2019-2020, marcado por la crisis del coronavirus y en el que más de una tercera parte se ha tenido que impartir a distancia. 

Nada hacía presagiar en septiembre del año pasado que los más de 162.000 alumnos matriculados en enseñanzas no universitarias acabarían las clases desde sus casas. Pero el covid-19 llegó para quedarse y obligar a declarar el estado de alarma, lo que provocó que en apenas 48 horas el profesorado y los centros tuvieran que reinventarse para poder seguir con su trabajo e impartir clase de la mejor manera posible.

Un curso lastrado por la pandemia y que ha dejado huérfanos de celebraciones y fiestas de despedida y que, además, en Córdoba ha acabado con el frente abierto de la supresión de unidades previstas para septiembre del año que viene, del que por el momento aún se conocen pocos detalles de cómo va a ser, pero en el que se tendrán que mantener todas las medidas de seguridad previstas para evitar focos de contagio. 

Otro de los grandes cambios de este año ha sido el nuevo mapa de escolarización en la capital cordobesa, cuyo proceso se ha visto también afectado por la crisis, y cuyos resultados se verán una vez que la Delegación de Educación dé a conocer el reparto de las matrículas registradas. No obstante, este proceso sí que también estaba marcado de antemano por la bajada de la natalidad, tal y como ya ha puesto de manifiesto la educación concertada, que no ha logrado cubrir todas las sus plazas. 

No obstante, la actividad en los centros educativos no se detiene todavía, ya que quedan por celebrarse algunos claustros y consejos escolares con los que poner el punto y final. Los responsables educativos también trabajan estos días para preparar el próximo curso, que arrancará el 10 de septiembre.

Además, las pruebas de acceso a la Universidad -la antigua Selectividad- tendrá lugar del 6 al 9 de julio próximos e incluye como novedad que tendrá una única propuesta de examen por asignatura y un mayor número de preguntas para elegir, un cambio con el que se pretende garantizar la equidad para el alumnado.

Muchos docentes han vuelto este lunes a las aulas de manera presencial con el objetivo de llevar a cabo, sobre todo, la evaluación del alumnado y la realización de los trámites habituales para la finalización del curso escolar.

Ya está en coordinación un plan para poner a disposición de profesores y maestros test rápidos de detección del coronavirus, que se realizarán de forma paulatina entre el final de este curso y el inicio del siguiente, y de forma coordinada a través de las Delegaciones Territoriales, según informó el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, a la comunidad educativa.

Para este regreso presencial, la Consejería envió hace una semana unas instrucciones a los centros, las cuales contemplan que entre las tareas a desarrollar están las sesiones de evaluación, las garantías procedimentales de las mismas, la recogida de los libros de texto del programa de gratuidad, así como cualquier otro material didáctico, la cumplimentación de la documentación administrativa, la atención a los miembros de la comunidad educativa que lo soliciten y el inicio de la preparación del próximo curso escolar.

Además, establecen que se desarrollarán de manera telemática las funciones y tareas que no requieran para su realización la presencia del personal docente en los centros educativos, y que la jefatura de estudios preparará la planificación de estas actividades y tareas que sí requieren de esa presencialidad, de manera que "se faciliten jornadas flexibles y turnos, siempre que sea posible, y que haya una asistencia escalonada". Igualmente precisan que la incorporación presencial se hará siempre en condiciones de seguridad, atendiendo a los protocolos higiénico-sanitarios establecidos por las autoridades competentes.