Vecinos

Esfuerzo y cooperación, las señas del barrio Santuario de Córdoba en su 50 cumpleaños

Zona verde junto a un bloque de viviendas de Santuario.

Zona verde junto a un bloque de viviendas de Santuario. / Miguel Ángel Salas

Ubicado en el distrito Sureste de Córdoba, entre las calles San Martín de Porres, Virgen del Mar, Calderón de la Barca y la avenida de la Fuensanta, un total de 56 bloques distribuidos en cerca de 40.000 metros cuadrados componen en la actualidad el conocido y tan querido por los cordobeses barrio Santuario. Un espacio que acoge a 852 familias, unos 3.000 vecinos, y que en este 2023 está de enhorabuena, pues celebra por todo lo alto su 50 aniversario.

Ha pasado nada más y nada menos que medio siglo desde que el Santuario fue construido en 1973, a raíz de un proyecto de la Caja Provincial de Ahorros. A este barrio de viviendas accesibles económicamente acudieron matrimonios jóvenes y trabajadores en sectores como electromecánicas, Correos, plateros y funcionariado. Un barrio originalmente de izquierdas, revolucionario y al que han sido los vecinos los que siempre se han preocupado por darle vida y cuidarlo de la mejor manera.

Actividades como celebrar sus propias Cruces de Mayo, su propio carnaval o la semana cultural han mantenido al barrio siempre muy unido. De hecho, históricamente destaca por haber sido pionero en iniciativas de cooperación vecinal, pues, por ejemplo, fue el primer barrio en adoptar un sistema de reciclado desarrollado por Sadeco. De hecho, es el cuidado y trato sobre sus parques y jardines que tienen todos los vecinos en común lo que lo convierte en una de las zonas más especiales y unidas de la capital.

Si por algo destaca Santuario es por su limpieza y su amor a la naturaleza y el medio ambiente. Y es que, si algo es esta zona, es un barrio verde. Entre cada bloque, en cada plaza y en cada paseo cuenta con un área ajardinada que cuidan los propios vecinos. Un total de 20.000 metros cuadrados de parques verdes que embellecen, dan color a la barriada y, además, bajan las altas temperaturas que tanto se sufren en una ciudad como Córdoba

"En 1983 comienza la iniciativa de cuidar nosotros mismos las zonas verdes. El barrio estaba dividido en tres mancomunidades y entonces creamos una comunidad de bienes y contratamos a nuestros propios jardineros. Actualmente, cada propietario paga 8,5 euros mensuales para el mantenimiento de las zonas verdes, por lo que tenemos un presupuesto anual de más de 90.000 euros dedicado a nuestros jardines, que tienen seguro de daños y muchas plantas son del Jardín Botánico de Córdoba, con quien tenemos un convenio", explica Rafael Carmona, uno de los vocales de la Asociación Vecinal Santuario.

Parque y plaza principal de barrio Santuario. Parque y plaza principal de barrio Santuario.

Parque y plaza principal de barrio Santuario. / Miguel Ángel Salas

La relación entre los vecinos de Santuario y su espíritu reivindicativo es tan fuerte que, hace 20 años, incluso llegaron a pintar su propio paso de cebra porque el Ayuntamiento no les escuchaba. En los 80, la unión hizo la fuerza para evitar que los jóvenes fiesteros del bakalao dejaran de hacer sus juergas junto a las viviendas; y en los 2000, consiguieron instaurar ascensores en el 90% de los bloques, quedando solo unos cinco sin él a día de hoy.

"La solidaridad, la unión y el esfuerzo de las personas del barrio" a la que hace referencia Rafael Carmona, se representará en este 2023 con un 50 aniversario en el que la asociación vecinal ha preparado actividades que empezaron el paso mes de abril con portales decorados con macetas por el Mayo Cordobés y una jornada inaugural muy emotiva. Un programa de ocio y celebración que se prolongará hasta noviembre.

La actividad más próxima será la de la ruta botánica que harán los alumnos de los colegios Santuario y Fernán Pérez de Oliva por los jardines del barrio. En julio y agosto será el turno del cine de verano, en el que, a las habituales películas que se proyectarán cada viernes de los meses estivales en la antigua plaza del lago (alcanzan los 200 asistentes), les acompañará la proyección de vídeos de NO-DO con recuerdos de historia del barrio y la nostalgia del pasado; así como cortes sobre el respeto a la naturaleza.

Se estima que, para el mes de octubre, el espíritu del barrio quede representado para siempre en una de las actividades más importantes de este 50 aniversario. Y es que, junto al alcornoque y a la vegetación que adorna el jardín que hay frente de la sede de la Asociación de Vecinos Santuario, inaugurarán un monumento de hierro obra del escultor José Luis Checa que homenajeará la trayectoria del barrio y su sentimiento de comunidad solidaria.

Mirando hacia un futuro verde y en comunidad

Los años pasan y renovarse es importante. Y más en Santuario, donde van por su tercera generación y el perfil dominante en los vecinos es de personas mayores. Hay, de hecho, más jubilados que trabajadores, y eso que vuelven muchas parejas jóvenes al barrio que les vio crecer, pues la realidad, según admite Carmona, es que "se vive muy bien y todos quieren volver". Pese a ello, desde la asociación vecinal están constantemente mirando hacia un futuro verde y en el que resalte la propiedad colectiva.

Dos adultos caminan por el barrio Santuario. Dos adultos caminan por el  barrio Santuario.

Dos adultos caminan por el barrio Santuario. / Miguel Ángel Salas

Esa es la ley por la que se rige Santuario, que mantiene objetivos a corto y medio plazo que hagan mejorar sus espacios como, por ejemplo, ampliar las zonas verdes en los pasajes privados que hay entre edificios para que haya sombra; que el Ayuntamiento dé vida al centro cívico que "se dejó" a causa de la pandemia pese a ser "el centro del ocio del barrio"; que la zona cuente con un cajero cercano, pues no hay desde que robaron y quemaron el último hace años, o que la piscina municipal, que es propiedad del Consistorio pero no la gestiona, tenga "más personal contratado" y mejor control porque "se desborda todos los años porque se apunta mucha gente de otras zonas de la ciudad".

Unos objetivos que se suman a otras propuestas como las de conseguir más presencia policial o instaurar un carril bici y un parque canino frente al centro cívico. Propuestas que serían un logro parecido al que para Rafael ha sido el mayor hito de la asociación: hacer un parque de calistenia en la avenida Nuestra Señora de la Fuensanta. "Se consiguió hablando con los jóvenes y teniendo el respaldo vecinal, por eso es el éxito más grande que tenemos, pues cuenta con focos, agua, bancos... En octubre queremos hacer una exhibición de calistenia y contar con el cordobés Edu Villar, actual campeón de España", explica el vocal y vecino. 

Y es que, Santuario, sin duda, es un barrio humilde con el que sus vecinos están encantados. Como asegura Carmona, a él no le saca de ahí "nadie" y nunca se ha planteado vender su casa. Piscinas, 12 pistas de tenis y pádel, una cancha de baloncesto y parques infantiles son varios de los escenarios de ocio con los que cuenta este barrio, cuyo centro de la actividad está en la calle Nuestra Señora de Belén. Ahí se concentra todo el comercio y los principales lugares de encuentro, pues el resto de bloques de la zona no tienen locales en los bajos.

Bares, cafeterías, peluquería, supermercados, tiendas y un largo etcétera de negocios alegran la vida a sus vecinos. Algunos como la tienda de chucherías y prensa Memole llevan al servicio del barrio casi sus 50 años de vida. En concreto, este negocio lleva 39 en este local del distrito Sureste. Quien lo regenta es Antonio Pérez, que ha visto pasar generaciones y generaciones de vecinos, y que cataloga al barrio como "bueno, con muy buen trato y con gente campechana y sana". 

Antonio Pérez en su tienda, 'Memole'. Antonio Pérez en su tienda, 'Memole'.

Antonio Pérez en su tienda, 'Memole'. / Miguel Ángel Salas

"Los niños vuelven al barrio ya mayores en busca de buena calidad de vida, porque pocos barrios hay con estas características", destaca Antonio. Claro ejemplo de ello es María Luisa Serrano, vecina de Santuario que tiene a uno de sus tres hijos viviendo en el barrio, pues volvió "porque se vive muy bien". Su lugar más fecuentado es la frutería Bolance, que lleva en el barrio desde 1988 y está regentada por Manuel Bolance.

"Todos son buena gente en un barrio trabajador y sin problema", comenta el frutero, quien espera seguir disfrutando muchos años de un Santuario que es "amplio, con jardines, pisos exteriores y mucho aparcamiento". Una serie de comodidades muy preciadas por sus vecinos, quienes, junto con la honorable historia cooperativa que acompaña a Santuario, convierten a su 50 aniversario en un motivo "festivo, de mucha emoción y agradecimiento a todos los que han hecho posible el desarrollo del barrio".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios